Al otro día decidí entregarle mi "cajita explosiva" que había preparado con cariño, Gabriel no era de hacer manualidades como yo, por lo que no me esperaba nada a cambio, sin embargo siempre uno tiene el anhelo de poder recibir algo así, oséa imagínense un hombre que haga manualidades a su novia, sé que existen pero este no era el caso.
-¡Que lindo! .- me dijo Gabriel.- muchas gracias bebé, ¿Dulces para mí?.- me preguntó y me besó como agradecimiento.
- Felices 7 meses.- le dije.- te quiero mucho.
- Tu sabes que yo también, mi chiquitita.
Gabriel me invitó al cine, de igual manera estaba feliz fuimos al cine que se ubicaba en el centro comercial, compramos entradas para "Una noche para sobrevivir" no era una película romántica, sin embargo me gustaba mucho ir al cine y comer palomitas, también ingresabamos papitas y doritos, esque ¡nos gustaba comer chancherías!. Luego de la película fuimos a comer helado, a mi me encanta el helado, nos sentamos y comenzamos a charlar, sobre el tema que queríamos al parecer los dos evadir, "la mudanza".
-¿Ya sabes donde se irán a vivir?.- pregunté sin dejar de mirar mi helado, era de fresa, me encantaba no sólo por el sabor, sino también por su color rosa, otra cosa cursi que me gustaba, sin embargo nunca me vestiría con algo rosa, sólo me gustaba el color en los accesorios, o cositas para mi habitación, pero ese es otro tema.
-Sí, ayer me comentó mi madre, ya está tramitando los papeles de nuestra nueva casa.- de reojo lo miré, el también estaba fijo en su helado de piña, ése era el helado favorito de Gabriel.
-Y...¿Queda muy lejos?.- pregunté desviando mi mirada, no quería mirarlo a los ojos, me daba tristeza.
- Más o menos, a 28 kilómetros de tu casa Lis. ¿Crees que nos afectará?.- me preguntó colocando su mano sobre mi cara para que lo mirase, yo me sonrojé, le tenía demaciado cariño.
- Todo depende de nosotros Gabriel, ya buscaremos la manera de vernos, supongo... te quiero.- y lo besé , lo llené de besitos literalmente, aproximadamente 324 besitos a lo metralleta.
- ¿Me darás tu contraseña de Facebook?, me da miedo que conoscas a alguien mejor, algunas parejas manejan sus cuentas y se intercambian contraseñas...- Lo noté nervioso, yo estaba en shock.
¿Darle mi contraseña a Gabriel? Creo que estaba exajerando un poco, yo no quería darsela, era mi privacidad, aveces hablaba de él a mis amigos, o buscaba cosas para sorprenderlo, no tendría sentido que él supiera todo lo que yo planeaba aveces, no era la manera exacta de ganar confianza.
- Gabriel tu debes confiar en mi, yo también lo intento, a pesar de las cosas que ví esa vez en tu móvil, no te daré mi contraseña, lo siento.
- Está bien, ¿No me cambiarás?.- Me preguntó mirándome a los ojos.
- Yo no pretendo cambiarte por nadie Gabriel, confía en mí.
Cada uno tomó su helado y comenzamos a caminar al paradero, aún eramos vecinos por lo que nos íbamos juntos en el transporte público a nuestros hogares, mientras caminábamos por el centro comercial, ocurrió lo que nunca pensé que podría ocurrir.
Hace muchos meses que no lo veía, ni por casualidad, hace tiempo que su rostro se estaba borrando de mi mente, fue el momento más incómodo de mi vida. Maicol estaba ahí con otro chico , un amigo de él, mi ex, quién me hizo sufrir por tanto tiempo, quien me cuidó y me quizo durante bastante tiempo, y quien al mismo tiempo me mintió y me desepcionó.
Maicol me miró, yo lo miré, Gabriel me miró, yo miré a Gabriel. No supe que hacer, me puse roja como tomate, como las rosas que vendían en la florería que estaba a un costado, como la camiseta que llevaba puesta el otro chico, como mi corazón que no dejaba de latir, ¿Qué me estaba pasando?.
Todo pasó muy rápido, pasé al lado de Maicol y tuve que saludarlo, y es que mis padres me han enseñado a saludar a pesar de todo, en efecto sólo por cordialidad.
¿QUE PRETENDES HACER LIS? pensé, y sucedió.
-Hola. le dije y besé su mejilla. (Así saludamos en mi país) También saludé a su amigo. Gabriel no hizo lo mismo, él sólo se inmutó a mirar a Maicol, de pies a cabeza, ¿Lo conocía?.
-Hola.- me dijo Maicol, de una manera tan fría, y por supuesto yo estaba con Gabriel, mi ex estaba igual que siempre, du manera de vestir no había cambiado, él se creía super modelo, siempre estaba con ropa de marcas, ojalá con los logos en gran tamaño para que todos observaran el tipo de ropa y se imaginaran el costo de éste, él era todo lo cotrario a mi chico, humilde y sencillo, Maicol era mucho más bajo que Gabriel, al ver que mi chico no se inmutó a saludar a nadie, me puse en marcha sin decir adios, nosé si Maicol nos habrá seguido con la mirada, pero Gabriel se notaba incómodo y me preguntó.
- ¿Quién es?.- su pregunta fue bastante fría, nosé si estaba molesto o quizás tenía sus sospechas.
- Es mi ex novio, Maicol. - No sabía qué me diría Gabriel, quizás se molestaría por el hecho de haber saludado a mi ex novio, sin embargo su reacción fue totalmente diferente a lo que yo esperaba, sin más se acercó a mi, me sujetó fuertemente de la cintura y me besó, tan apasionadamente que sólo había una explicación, Gabriel quería que Maicol nos observara juntos.
De reojo pude presenciarlo, Maicol nos estaba observando...
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El Infinito Mas Grande
RomanceLis siente que su vida va perfecta, cumpliendo todos sus anhelos y disfrutando del día a día, pero de un momento a otro deberá tomar la decisión más difícil de su vida, todo producto de una noticia sobre Gabriel, quien en esos momentos se ha ganado...