Nunca pensé que los años pasarían tan rápido, recuerdo como si fuera ayer cuando estaba en la enseñanza media y era una joven despreocupada, me costó mucho decidir que estudiar, sentí que entre muchas carreras que espero poder realizar en mi vida debía comenzar por pedagogía, me gustaba la idea de poder enseñar a otras personas mis conocimientos, sobre todo niños, poder entregarles las herramientas necesarias para que puedan surgir a futuro y combatir todos los obstáculos que vendrían más adelante, que ellos aprendan de mí y al mismo tiempo yo poder aprender de ellos, más adelante podría estudiar algo relacionado con la salud y quizas después algo relacionado con arquitectura, tenía diversos gustos, tenía muchos sueños.
Sobre el amor no había nada preescrito para mi vida, sentía que mi corazón había sido un globo de helio al cual lo habían picado, y había caído desinflado sin fuerzas, sin ganas de saber de amor ni nada por el estilo. Pero fue un día "x" en donde ocurrió algo inesperado, mi madre me pidió que me dirigiera al almacén a comprar algunos ingredientes para realizar un queque, en pocas palabras, mi madre quería que yo le cocinara a ella un queque, se que le gustaban mis recetas, yo me sentía toda una chef, me gustaba hacer cosas en la cocina, la verdad ¡me gustaba hacer muchas cosas! Pero bueno sin más preámbulos, yo me dirigí al almacén realizé mis compras y salí, junto a mi paso un chico mucho mas alto que yo, de anchas espaldas, llevaba puesto el gorro de su poleron por lo que sólo pude visualizar a medias su rostro, sin embargo eso no me impidió darme cuenta de que era chico guapo, para mi gusto era un chico guapo, para otras chicas quizás era un chico normal y corriente, y me di cuenta que él también me estaba mirando, fueron aproximadamente 5 segundos o menos pero el tiempo fue suficiente para que la imagen de su rostro no se borrara de mi mente y me realizara la pregunta
¿Quién era ese chico?
Sentía la sensación de haberlo visto antes, de haber estado cerca de el en algun momento de mi vida, su rostro no era totalmente desconocido para mi, pero no lograba recordar donde, imaginé muchas cosas, quizás lo habría visto anteriormete cerca de mi casa, quizás vive cerca de aquí, quizás en algún momento tomamos el mismo bus, pero no podía recordarlo, sin embargo de algo me percaté, estaba pensando en un chico, y mi corazón comenzó a alborotarse ¿Qué te está pasando Lis?. Sentía que era absurdo todo lo que imaginaba, puesto que solo lo había visto 5 segundos pero estos habían sido suficientes para llamar mi atención, y hace mucho tiempo ningún chico había llamado mi atención, quizás fue su mirada, sus ojos negros, no logro comprender, pero en fin la vida continuaba y yo debía estudiar para los exámenes que se aproximaban.
Luego de estudiar un rato llame a Edie para decirle lo que me había ocurrido, a lo que ella me contesta:
- ¿Y cómo estabas vestida? Que yo sepa no te gusta arreglarte cuando estas en casa.
- ¡Demonios! ¡Que vergüenza! Estaba toda despeinada sin maquillaje y toda fea- Contesté, atribuyendo a que los 5 segundos de su mirada se debían a que me veía fatal y quizás eso llamo su atención.
-Bueno para la próxima deberás salir mejor- me aconsejó Edie. -Ya que por lo visto es un vecino tuyo-.
-Nada que ver- respondí.- Recuerda que yo no estoy para esas cosas, no después de lo que pasó con Maicol.
-Pero no por culpa de esa experiencia le vas a cerrar las puertas a todos los chicos que conoscas, debes darte una oportunidad, debes volver a ser feliz, y olvidarte de Maicol por completo, es un imbécil.
Edie siempre me daba los mejores consejos y tenía razón puesto que yo ya me había olvidado de Maicol hace bastantes meses, pero no me veía con nadie en estos momentos, además solo fueron 5 segundos, 5 segundos infinitos.
-Más tarde me conectaré a WhatsApp Edie y seguiremos charlando, por ahora creo que saldré a recorrer el parque.- y colgué.
En seguida me dirigí al parque que está ubicado cerca de mi casa, me gusta sentarme y observar detenidamente los árboles, en cada estación del año tienen diferente aspecto, y nos encontrábamos en primavera por lo que los colores del paisaje me producían sierta felicidad, me gustaba disfrutar así, silenciosamente ante el mundo, pero moría de ganas por compartir estos placeres, compartir con alguien las cosas que me gustaban hacer.
No paraba de pensar en esos 5 segundos infinitos...
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El Infinito Mas Grande
RomanceLis siente que su vida va perfecta, cumpliendo todos sus anhelos y disfrutando del día a día, pero de un momento a otro deberá tomar la decisión más difícil de su vida, todo producto de una noticia sobre Gabriel, quien en esos momentos se ha ganado...