Capítulo VI- La decisión

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Taehyng me sentó en el sofá mientras que Jungkook fue en la cocina por un vaso de agua.
-Nara tranquilizante, respira, Tae se veía gracioso mientras que me impartía una lección de respiración, eso aflojo más mis nervios.
-Ten toma un poco de agua. Ofreció el pequeño kooki. Tome un sorbo y me sentí mejor.
-Ahora.... ¿puedes por favor explicarnos lo que te a ocurrido?
-Me quedé encerrada en el gimnasio... Y en el sólo hecho de pensar que los deje solos me desespere.... se que ya están grandes, pero siguen estando bajo mi responsabilidad. Jamás me perdonaría a mi misma si algo les ocurriera en mi ausencia. Taehyng me tomo entre sus brazos, yo me aferre a su cintura.
-Nada nos pasará. -¿Lo prometes?
-Lo prometo.
-Ven aquí pequeño kooki dije abriendo mis brazos, el sonrió de manera traviesa, me cargó en sus brazos al estilo princesa.
-Ahora quien es la pequeña dijo plantando un beso en mi mejilla.
-Todavía no me hago la idea de que te estas convirtiendo en todo un hombre.
-OYE.. Y ¿que hay de mí? dejo salir Tae haciendo que rieramos. Jungkook me bajo de sus brazos.
-Tu siempre serás un niño dije pellizcando sus mejillas.
-¡¡Oye eso no es justo!! soy mayor que ese mocoso. Tae estaba al borde de las lágrimas, molestarlo y ver su reacción infantil era mi mayor placer. -No lo decía en serio... tu también te estas convirtiendo en todo un hombre.

Después de que los chicos subieron a sus habitaciones llame a Sam sin importarme lo tarde que era. -Hola, Nara?
-Hola Sam.. disculpa que llame tan tarde.. Pero eres la única persona con la que quiero hablar en estos momentos. Mis lágrimas volvieron a salir, le conté lo ocurrido y también que les oculte a Tae y Jungkook la verdad.
-¿Qué hizo qué?... Nara, no tengo palabras, te juro que yo se lo advertí. Le dije que se metería en serios problemas si seguía molestandote.
-Sam... tengo miedo.. porqué... quizá él tiene razón. No puedo Sam... No puedo permitir que me lastimen de nuevo.
Tú más que nadie lo sabes.
-Nara... lo entiendo, entiendo más que nadie como te sientes en estos momentos... Es una decisión entre escuchar a tu corazón o escuchar a tu conciencia. Lo entiendo a la perfección, depende de ti decidir a quien escuchar y vivir con las consecuencias de tus decisiones... Sabes que después de terminar con Ainara no e vuelto a salir con nadie, ¿sabes porqué?.
-Supongo que fue por la misma razòn que la mía... tenías miedo de ser lastimado de nuevo ¿tengo razón?.
-En parte... en parte fue por esa razón , la otra razón fue porqué no encontraba a una chica que me gustase más que Ainara... Pero un día la encontré y eso debo agradecertelo a ti.. porque gracias a ti tome la decisión de escuchar a mi corazón.
-¿Qué?... espera, Sam... ¿que estas diciendo?... la chica... la chica que te gusta... ¿Es Anji?.
-Así es... se lo deje saber el otro día, cuando la lleve a su casa... Empezamos a salir hace un par de días, ¿que opinas?.
-Vaya... si que se lo tenía bien escondido esa niña... felicidades Sam, creo que Anji es la chica perfecta para ti, sé que vas a cuidar bien de ella. Estoy feliz por los dos.
Seguimos hablando por un tiempo más y luego colgué. Me tomo por sorpresa saber que Sam gustaba de mi mejor amiga... parecía una especie de dejavu.

Me quedé casi toda la noche despierta en una batalla interna. Pero por más vueltas que le daba no podía echarme para atrás. Había tomado una decisión, no más que eso, había jurado no enamorarme de nuevo y éso haría.
Finalmente pude cerrar los ojos y dormir en un profundo sueño.
Por la mañana siguiente hice lo habitual, preparar el desayuno, despertar a los chicos, desayunamos y luego nos dirigimos hacia el colegio. Aparque el vehículo y cada quien se dirigió a su salón. Entre y nadie se encontraba en el salón, tome asiento y me deje distraer mirando por la ventana. Me deje caer sobre mi escritorio aún mirando en dirección a la ventana, quería estar en cualquier otro lugar menos ahí. Levante la vista cuando sentí una leve caricia en la frente. Deje salir un suspiro cuando vi a Suga frente a mi, tenia un pequeño ramo de flores en la mano.
-Sé que esto no compensa para nada mi estúpido comportamiento, espero que puedas aceptarlas.. en verdad lo siento.
Tenía una pequeña herida causada por la bofetada que le di la noche anterior.
-Son muy bonitas... muchas gracias dije aceptando las flores.
-¿No te darás por vencido?
-No... jamás lo haré
-¿Aún sabiendo que saldrás herido?.
-Aún así, tengo la esperanza de que un día podré llegar hasta ti... Me gustas demasiado, así que no voy a renunciar.
Suga quizás era el chico más loco que había conocido.
-Ven, acompañame dije poniéndome de pie, él me siguió hasta la enfermería.
-¿Qué hacemos aquí?
-Tu sólo siéntate y no hables.
Saque el botiquín y empecé a desinfectar la herida que le había hecho.
-Nara, eso duele.
-Callate, no seas llorón, no es para tanto. Le coloque una bandita .
-Listo, ya quedó.... No me obligues a hacer algo así de nuevo dije acariciando suavemente la bandita. -Con esto estamos a mano, desde ahora... tu no existes para mi. Lo siento Suga, pero no puedo corresponder tus sentimientos.
Lo deje sólo, regresé al salon tome las flores y las arroje al bote de la basura, había tomado una decisión y no me echaría para atrás.

En los siguientes meses deje de ir al estudio, me metí de lleno a mis estudios, corte todo tipo de contacto con Suga realmente el no existía para mi, no lo miraba, no le dirigía la palabra, lo ignoraba por completo, incluso me sentí mejor cuando se corrió un rumor de que estaba saliendo con una chica de otro salón. La distancia se hizo más y más grande entre los dos hasta el punto de que estar en el mismo salón a solas con el era lo mismo que estar en un salón vasio

Tú  (Suga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora