Capítulo XVII-Sólo Tú

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Sus dulces labios se juntaron con los míos, compartiendome su sabor a menta. Si había algo que no resistía, eran sus besos y lo peor era que el estaba consiente de eso.
Entre abrí los labios dandole paso a su lengua, ¡¡Dios!!, el me hacía sentir cosas únicas.
Sentí una corriente eléctrica recorrer todo mi cuerpo, mi corazón latía tan de prisa que, temía que se saliera por mi boca.
En un movimiento rápido me dejo boca arriba sobre el escritorio y el sobre mi.
Inconcietemente rodee su cuello con mis brazos profundizando el beso que poco a poco se volvía más salvaje y apacionado.
Mi cuerpo reaccionaba de una manera increíble ante sus caricias. Lo extrañaba, añoraba sus besos, sus caricias, lo necesitaba.

Mis sentidos dispararon una sirena de alarma, tenía que separarlo o aquello terminaría mal, terriblemente mal.
Lo empuje ligeramente poniendo me de pié de inmediato.
-¿Lo ves?... dijo victorioso con una cínica sonrisa en sus dulces labios.
Me estaba desafiando.
- Tú perteneces al pasado, no permitiré que de la nada aparezcas en mi vida reclamando un lugar que ya no te pertenece.
Y está es la última vez que haces algo similar, estoy comprometida Suga, amo a mi prometido, entiende lo.
Desde ahora sólo mantendré una relación de trabajo contigo, si no estas aquí para hablar de trabajo te pido que te retires, tengo mucho trabajo que hacer y tu sólo me estas haciendo perder mi valioso tiempo.

Dicho esto me dirigí al estudio azotando la puerta a mis espaldas.
Entre en la cabina de mandos, tenía demasiado que hacer como para preocuparme por lo que había pasado.
Ajuste la consola y le hice una señal a RapMon para que empezara y así lo hizo.
La voz profunda de NamJoom me ayudó a relajar mis nervios, realmente amaba trabajar con el.

Seguimos así hasta la hora del almuerzo, como teníamos mucho por hacer optamos por almorzar en la cafetería de la compañía.
-¿Cómo vas con tus altos?.
-Estoy mejorando, y ¿tú, como vas con lo de Suga?, siento no habertelo dicho antes.
-El sólo es un colega, que está trabajando en colaboración conmigo, Nam... Él es parte de mi pasado y no voy a estropear mi presente sólo por que a el se le ocurrió aparecer se de la nada.
-Esta bien, confiare en ti.

Terminamos de almorzar y volvimos a trabajar, con suerte grabariamos las dos canciones restantes.
Este chico arrasaba con su voz, me quedaba más que claro el porqué de su sobrenombre. Rapeaba a una velocidad impresionante, ajuste un poco más la consola no queria que su voz se opacara por la bulliciosa pista.
-Me gustaría que lo repitas, todo desde el tercer verso hasta la intro del coro
-Ok, lo tengo.
Con los ajustes su voz se apreciaba mucho mejor
Una vez terminada la grabación el se adentró en los mandos, le pase los auriculares y reproduje lo que teníamos hasta el momento.
-Nena definitivamente somos una combinación explosiva.
Sonreí ante su comentario.
-Te daré dos semanas para que sigas trabajando en tus altos, yo usaré ese tiempo para trabajar en los detalles de las canciones.
Lo mire a los ojos
-Lo estoy anticipando con ansias, eso es todo, te veo en dos semanas.
-Ok lo tengo, nos vemos en dos.

Me quedé sola, fui por algo de café me quedaría hasta tarde ese día, si queria terminar los arreglos en dos semanas tenía que trabajar hasta altas horas de la noche toda la siguiente semana, así que empezaría ese mismo día.
Fui hasta la cafetería coloqué el billete dentro de la máquina y presione el botón corespondiente.
La pequeña lata cayó, la cogí y regrese al estudio, tome asiento frente al ordenador y me coloque los auriculares.

Empecé la yuxtaposición de la pista con las grabaciones previas, editar el audio era la mejor parte de producir música
Eran alrededor de las diez de la noche, era la única persona que seguía dentro del edificio, o eso es lo que pensaba.

Como tenía los auriculares puestos con el volumen alto, estaba ajena a lo que pasaba a mi alrededor. Así que era de esperarse que soltara un grito aterrador al sentir unas manos en mis hombros.
Por instinto cerré los ojos con fuerza y a ciegas di varios golpes a lo que fuera que me sostenía.
Hasta que los auriculares cayeron en algún lugar del estudio.
-¡¡Nara!! Tranquila soy yo.
Esa voz..... esa jodida voz, vasto para abrir los ojos como platos y quedarme helada.
Estaba aterrada por lo ocurrido minutos antes, y lo primero que hice fue llorar.
-¿Estas loco?.... sabes que soy miedosa y ¿aún así te atreves a asustarme de tal forma?.
-Lo siento.... te llame insistentemente pero jamás me respondiste, así que me arriesgue y lo hice.
-¿Estás bien?... en verdad lo siento Nara.
-¿Cómo quieres que este bien? Casi me matas del maldito susto Suga.
Y sin previo aviso me cargo como un costal de papas.
-¿Qué haces?.... sueltame. ¿estas loco? Dije que me soltaras.
Me removi tratando de escapar pero era inútil el era mucho más fuerte, fue entonces que me percaté, podía sentir los músculos en su ancha espalda y sus brazos, se notaba que había ejercitado ya que esos músculos eran inexistentes en la época que salía con el.
-Tranquila, deja de moverte, no es como si te estuviera secuestrando.
-¿Ahh no?.... dejando de lado que prácticamente me estas arrastrando a la fuerza quien sabe a que lugar, no.... no es como un secuestro dije sarcástica.
El simplemente me ignoro olímpicamente mientras subía las escaleras en dirección a la terraza.

Tú  (Suga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora