Tú (Suga)

Capítulo IX- Me lo Pensaré

Lo último que recuerdo es que Jungkook me tenía entre sus brazos. Luego de eso todo se volvió confuso y borroso.

Desperté en una sala de hospital, abrí los ojos lentamente tratando de asimilar porqué me encontraba en aquel lugar.
Poco a poco la información llegaba a mi cerebro imagen tras imagen hasta saturar mi capacidad mental, la información era demasiado abrumadora tanto que un ligero dolor apareció tras el caleidoscopio de información.
Trate de llevar mis manos a mi sien para aliviar el ligero dolor cuando me percaté de que una de ellas se encontraba entre la manos de Suga, quien se encontraba dormido junto a mi.

Me sentí aliviada al ver que se encontraba prácticamente bien.
Me quedé viéndolo por algún rato, se veía tan adorable, parecía un pequeño niño. Deslize con suavidad mi mano soltandome de su agarre, se veía tan tierno que me vi tentada a pasar mis dedos por su sedosa cabellera como solía hacerlo con la de Tae y Kooki.
Me vi derrotada por su tiernosidad, lentamente acerque mis dedos hacia esa cabellera despeinada, pase mis dedos cuidadosamente formando pequeños mechones. Lo hice varias veces hasta que sentí las manos de Suga sujetar mi muñeca.

El pánico que sentí en ese momento es inexplicable, jale mi mano con brusquedad para apartarla lo mas rápido posible de su suave cabellera, él soltó un quejido antes de levantar la vista.
Podía sentir como el color de mi rostro empezaba a enrojecer, automáticamente cruce los brazos para ocultar mi avergonzado rostro.
Suga se incorporó, afloje los brazos lo suficiente como para dejar una pequeña rendija por la cual observe si se había marchado de la sala. Pero lo que vi no tenía comparación.
Él sólo se quedó sonriendo como un niño, presionando levemente la zona en la que había pasado mis manos, inconscientemente deje caer por completo mis brazos dejando al descubierto mi rostro.

Nunca antes había visto aquella sonrisa, era simplemente encantador, la media luna que se formaba en sus ojos cerrando los por completo era simplemente adorable.
-¡¡Nara!!--La voz de Jungkook me tomo por sorpresa, él corrió y me tomo entre sus brazos.
Mis lágrimas comenzaron a salir.
-Mi pequeño Jungkook... lo siento... siento mucho haberlos preocupado. Sentía tantas cosas en aquel momento que me aferre a su cuello como si mi vida dependiera de ello.
-Descuida princesa todo está bien, ya pasó, ya pasó. Él acariciaba tiernamente mi cabellera para tranquilizarme, cosa que resultó.
-Déjame verte.
Afloje los brazos y nos separamos lentamente.
-Ya no llores, estoy aquí ¿vale?. Tomo mi rostro entre sus manos y comenzó a limpiar delicadamente las lágrimas que seguían cayendo.

En momentos así me sentía tan agradecida de tenerlo como hermano, el era el único que lograba calmar mis lágrimas, me sentía protegida, suena un poco irónico pero era la verdad. A pesar de ser cuatro años menor Jungkook era más maduro de lo que aparentaba.

¡¡NOONAAAAAA!!. Aquel grito desesperado era inconfundible. Taehyng entró precipitadamente a la sala.
-¡¡¡Noona!!!, ¿te duele en alguna parte?,¿te sientes mareada?, y otra infinidad de preguntas prosiguieron seguidos de una inspección completa a mi rostro y extremidades en busca de alguna magulladura. Finalmente al hallarme sin ninguna lesión me recosto en su pecho y me dio un tierno abrazo.
-Si que me has dado un tremendo susto.... No soportaría la idea de perderte. Y al decir eso me planto un pequeño beso en la frente.
-¡¡Tae!!... tenía tanto miedo.... miedo de no volver a verlos.
Y de nuevo, el mar de llanto comenzó, durante todo ese alboroto olvídate por completo la presencia de Suga quien había abandonado la sala.

Lego de haber pasado un buen rato en compañía de mis dos hermanos una enfermera nos interrumpió brevemente para tomarme la temperatura y añadir algunos medicamentos a la solución que reciba mediante una intravenosa.
-Nara, debo volver a casa, me dijeron que te ingresaron asi que pasaras unos dias aquí, te traeré lo necesario para que te sientas más cómoda, ya sabes lo esencial.
Jungkook se quedará contigo hasta que Sam termine con los papeleos del hospital. Y antes de irse Tae me planto un pequeño beso en la frente.