Capítulo VII- Secuestrada

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Habían pasado más de cuatro meses desde mi aparente victoria sobre el castaño.
Meses en los que otros pretendientes no tardaron en aparecer. Mi vida parecía tomar su curso normal ,y normal me refiero a los constantes pleitos que siempre había tenido con los chicos. Mis visitas interminables a la enfermería y los pequeños regaños de Papá.
Sin embargo en todo ese tiempo no volví a poner un pie dentro del estudio, le había dejado a Sam los trabajos que requerían hacerse en el estudio mientras que yo trabajaba en los detalles desde la comodidad de mi hogar.

Últimamente regresaba a casa sola ya que mamá pasaba más tiempo en casa, ella se encargaba de recoger a los chicos después de haber acabado las clases. Lo cual me daba algo de tiempo para mi misma, salía de compras a alguna librería o simplemente me detenía en algún café, se sentía bien tener un momento a solas sin la compañía de mis traviesos hermanos.

Era un día lunes, como siempre había llegado temprano ya que me tocaba el servicio. Después de haber limpiado el pizarrón y haber verificado la tinta del marcador, me encamine hacia la sala de profesores a buscar el cuaderno de asistencias.
Una vez que lo tuve a mano regrese al salón, tome asiento esperando a que comiencen las clases.
En eso, la alarma contra incendio suena a todo dar haciendo que los azpersores se activen de inmediato, lo cual causo que quede empapada en minutos.
Sabía muy bien el procedimiento que debía seguir, sali calmadamente por el pasillo en dirección al patio del colegio.

Tenía que pasar por un pasillo en el área de la biblioteca, aquel lugar siempre me había parecido tenebroso y por alguna extraña razón yo era la única persona en aquel área. Mi corazón se aceleró, aquel lugar me daba mala espina pero era el único camino que me conducía al patio de la institución.
Me armé de coraje y me adentre por aquel pasaje sombrío.
Me asaltaron por detrás, sentí como el perpetrador rodeaba mi cuello con uno de sus brazos mientras que con la mano libre me cubrió el rostro con un paño que olía a cloroformo. Luche tratando de liberarme, pero fue inútil ya que el químico que inhale no tardó en hacer efecto y perdí el conocimiento a los pocos minutos.

No sé cuánto tiempo estuve inconciente, pero cuando pude abrir los ojos me encontraba en un lugar desconocido, a juzgar por cómo se veía parecía un viejo almacén.
Estaba amarrada a una silla y me habían cubierto la boca con cinta adeciba, una luz se mecia sobre mi cabeza. Estaba asustada y desconcertada, tenía miedo de lo que pudiera pasarme, mis lágrimas comenzaron a salir una tras otra.
Levante la vista cuando oí unos pasos que se acercaban hasta que finalmente pude divisar a alguien.
-Ya no eres tan ruda, ¡¡¿ehh?!!.
La voz era femenina, la chica tomó una silla y la colocó frente a mi acto seguido tomó asiento, tomó de mi barbilla haciendo que levante la vista para mirarla a los ojos.

Me topé con unos ojos azules, que me miraban con un odio infinito.
Se deshizo de la cinta que cubría mis labios. -Tengamos una platica de chicas dijo riendo sinicamente.
-¿Qué quieres de mi?.
-No me hagas reír, no quiero nada de ti.
-Entonces ¿porqué me has secuestrado?.
-Mira niñita la cosa es así, fui rechazada por Yoongi.
-¿Y eso que tiene que ver conmigo?, de todos modos no serías la primera, ha rechazado a infinidad de chicas.
-¡¡Cállate!!... Tú eres la razón por la que él me rechazó... ¿sabes cuánto a herido mi orgullo?, ¿cómo pudo preferir a alguien tan inferior, como tú?.
-Eso es algo que no me concierne, arreglástelas tú con él.
-Eso es justamente lo que estoy haciendo, tú, pequeña sabandija vales tanto para él, que, ¿qué crees?.... él sería capaz hasta de dar su propia vida por la tuya.
-¿De qué demonios estas hablando?. ¿Porqué haría eso?, ¿porqué haría eso por la chica que lo rechazó?... si piensas que el vendrá a rescatarme, estas perdiendo tu tiempo, es más hace meses que abandonó la idea de conquistarme.
Nada de lo que decía esa chica tenia coherencia.

-¿No sabes nada?. Dijo mientras que reía a carcajadas con sierto aire de grandeza.
-¿Qué? ¿de que hablas?. La confusión que sentía era tanta que empezaba a enojarme al no saber porqué mierda estaba en aquella situación y todo por culpa de Suga.
-La razón por la que Yoongi te a dejado de molestar... ¿no lo sabes?. Lo amenace... le dije que te dejará o tú sufririas con las consecuencias. Después de que se alejó de ti, tan obedientemente, creí que por fin lo había atrapado. Pero nuevamente fui rechazada, él dijo que su corazón sólo le pertenecía a una chica y que jamás renunciaría a ese amor, dijo que prefería alejarse de ti y agonizar, si eso aseguraba tu bienestar, él sería capaz de soportar cualquier cosa por ti.
¿Ahora caes en cuenta?... El vendrá sin dudas cuando sepa que te tengo como mi reen.

Mi cerebro no podía procesar tanta información de tal tipo, estaba en una especie de trance. ¿Cómo fue capaz de ocultarme algo así?.
Me sentía culpable por haberlo tratado con tanta indiferencia,¿cuánto daño le había causado?, por culpa de mi orgullo lo habia lastimado de la forma más cruel, sin siquiera darme cuenta de ello.
No podía contener las lágrimas que se habían detenido con anterioridad.
¿Cómo pude ser tan insensible?, mis lágrimas ardían, tenía que salir de aquel lugar antes de que a Suga se le ocurriera poner en peligro su propia vida sólo para proteger la mía.

Narra Suga

¡Maldición!, otra vez llegaba tarde a clases, aparque el vehículo y salí corriendo del estacionamiento.
En el patio central de la institución se encontraban unos cuantos estudiantes, la mayoría de ellos mojados de pies a cabeza. Entre ellos pude divisar a Sam y a Anji, me encamine hacia ellos, Anji se veía devastada.
-Hola chicos ¿a ocurrido algo?
-Hola Suga... alguien inicio un incendio...
Sam se quedó callado unos minutos.
-Nara.... se encontraba dentro, en el área del ala B, Suga... Nara está desaparecida.
-¿¡¡Qué!!?, ¿Qué estas diciendo?. Inconscientemente tome a Sam de los hombros y lo sarandee.
-Los bomberos siguen buscando, pero no hay nada que podamos hacer dijo Anji entre sollozos.
En eso recibo una llamada, número desconocido
-Hola ¿quien es?.
-Yoongi a sido un largo tiempo.
Era esa maldita loca.
-¿Ahora que demonios quieres?.
-Lo de siempre... te quiero a ti.
-Ya te lo he dicho, yo solo tengo ojos para Nara.
-¿Nara?.... ¿la Nara que está aquí conmigo? Saluda Nara. -¡Suga!.
Sentí un gran alivio al oír la voz de Nara, pero el sólo pensar que se encontraba en manos de aquella loca mi preocupación fue aún mayor.
-¿¡Donde la tienes maldita loca!?.
-¿A caso piensas venir por ella?.
-Claro que lo haré, dime donde la tienes.
-Te lo diré.... pero tienes que venir sólo, si tratas de engañarme ya lo sabes, despidete de tu adorable sabandija.
Me indicó el lugar y colgó.

-Sam... tengo que hablar contigo a solas.
Sam era la única persona que sabía acerca de la existencia de Raiza y de su acoso enfermizo.
Había logrado alejarme de Nara mediante chantajes y amenazas, pero jamás creí que fuera capaz de ir más allá que sólo eso.
Temía por la seguridad de Nara, pero esto escapaba de mis manos. No me quedaba otro remedio que decírselo a Sam y pedir su ayuda.

-Sam... esa maldita loca tiene a Nara.
-¿Qué?, ¿a qué te refieres con eso Suga?.
-Raiza a secuestrado a Nara, Sam... tengo que ir por ella, sé que es mucho pedir pero no puedo hacer esto sólo... amigo te necesito... Nara te necesita.
-Iré.... Iré contigo, pero Taehyng y Jungkook también irán con nosotros.
-¿Porqué?... ¿Porqué dejaría que esos dos mocosos nos acompañen?.
-Ellos tiene el derecho de hacerlo, por Dios Santo Suga, se trata de su hermana, además mientras más seamos mejor.

No podía creer que esos dos mocosos sean hermanos de Nara, la noticia me tomo por sorpresa pero no tenía tiempo para distracciones, lo más importante ahora era salvar a Nara de las garras de aquella loca.

-Está bien, ellos también vendrán.
Aguarde en el estacionamiento mientras que Sam fue a buscar a los chicos. Sabía con certeza que me recibirían con los puños, y no era para menos, había puesto en peligro la vida de su hermana. Estaba preparado para lo que fuera.
Ellos finalmente aparecieron, angustiados pero, para mi sorpresa ninguno de los dos amenazaba con darme una paliza.

Subimos al auto y salimos en la autopista, según las indicaciones, se encontraban en un viejo almacén a afueras de la cuidad. En el camino ideamos un plan, yo sería la carnada, mientras los demas buscarían a Nara.

Fin de la narración

Tú  (Suga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora