NUEVAS SENSACIONES

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Miranda presa del miedo y la incertidumbre, al ver el rostro de Cole y verlo desaparecer sin mayor explicación, pensó que lo mejor era no volver a  aquel lugar, tal vez lo que había sucedido era muy malo y la hacia sucia e indigna a los ojos de él, creyó que lo mejor era dejar todo, e irse, así que se quedó allí sentada  horas de horas, intentando tocar la arena, intentando sentir el mar pero sin resultado positivo alguno, en su cabeza solo iban y venían aquellas imágenes de lo sucedido en ausencia de Cole, podía  reproducir en su mente claramente el rostro de Cole, aquella dureza de sus facciones, sus ojos negros, total oscuridad, oscuridad en la que ella ahora se veía atrapada, sin encontrar sentido alguno a nada.

Probablemente haya pasado un día entero,  desde que llego a aquella playa sin que ella lo notase, no sabía que lugar era,  ni como se llamaba, solo sabía como llegar, solo eso,  mientras permanecía sentada  viendo el horizonte, tratando de entender la corta y horrible existencia que tenía  exceptuando el  día anterior, cuando estuvo en ese mismo lugar con Cole sintiendo la arena, el mar, recordando como sonreían tan felices, como si todo lo anterior hubiera sido una horrible pesadilla, sin problemas, y ahora estaba allì sola,  todo lo demás en su existencia fue miserable, y justo en ese momento vio a un hombre caminar en su dirección, al principio se sobresalto, pero luego recordó que el no la vería, por lo tanto se relajó, llevaba un pantalón doblado al estilo pescador, y una camisa entreabierta, el cabello despeinado, pero un semblante demasiado triste.

Poco a poco aquel hombre se acercó mas y más a ella, y  como si ella lo hubiera estado esperando y él la hubiera visto, se sentó justo a su lado, aquello sobresaltó a Miranda, no se esperaba aquello, pensó en desaparecer de aquel lugar pero sintió algo como una fuerza extraña que la obligó a quedarse ahí, y luego al escuchar aquello la dejó paralizada.

-Miranda.- era su nombre, su nombre en los labios de aquel hombre, como podía suceder aquello? Sería una casualidad acaso? Era lo mas lógico, pero era demasiada casualidad, y ella se quedó allí solo por curiosidad, después de comprobar que él no la veía.

-Por qué paso todo esto? Por qué no eres la de siempre? Por qué no regresas? – aquel hombre estaba  inconsolable, lloraba y  se lamentaba, se agarraba la cabeza, jalaba sus cabellos, gemía y sollozaba de dolor, repitiendo una y otra ves el nombre de Miranda, , tenía unos preciosos ojos color avellana pero totalmente enrojecidos, eran evidencia de varios días en llanto, llevaba unas ojeras enormes que oscurecían su rostro, le daban un aspecto enfermizo, aquel hombre despertaba en ella algo que  no entendía, solamente quería quedarse a su lado.

Lentamente Miranda se puso frente a él, para observarlo con mayor detenimiento, ella tenía la leve sensación que conocía ese rostro, tal ves en algún accidente, lo debe haber visto, pero había algo más, y cuando trato de acercarse más, para verlo, él levantó su cabeza, lo que provocó que la mirara aparentemente directamente a los ojos, realmente él miraba al horizonte, pero a Miranda le pareció que la veía a ella, sumado a que en ese precioso momento, pronunció suavemente su nombre, casi como un suspiro…Miranda… esto causó que Miranda perdiera el equilibrio y cayera de espaldas, sobre la arena que no podía sentir.

Luego de aquello, el hombre misterioso se levantó y dio media vuelta y regreso por sus pasos, con el mismo pesar y dolor con el que había llegado.

Aquello dejo algo confundida a Miranda, y así  aquel hombre le dio algo mas que pensar, durante el resto del segundo día en su huída, agradecía haber absorbido suficiente energía en aquella balsa, pues aún podía mantenerse a salvo, pero no creía resistir un par de días más, era volver, o dejar de existir, prefirió la segunda opción, pensó que dejar de existir contemplando aquel lugar, no sería tan malo, después de todo no tenía nada que perder, y ya habían pasado dos días y nadie la había buscado y con nadie se refería  a la única persona que ella esperaba que la busque…Cole.

Así habían transcurrido las horas, en total y absoluta soledad, de vez en cuando pasaban personas pero nada importante, no como aquel hombre desconocido, cerró los ojos recostada sobre esa arena, que lamentaba no volver a sentir, y tuvo una ráfaga de imágenes, era aquel hombre caminando por la calle, con un café y unos documentos, andaba muy presuroso y desapareció al ingresar en un edificio, Miranda de pronto abrió los ojos, aquello fue un recuerdo de algo, pero no tenía idea de que.

La mañana siguiente  transcurrió con algo más de debilidad, permaneció allí sentada, con la leve esperanza de que Cole viniera por ella, pero ya tres días sin saber de él, era el presagio de que las cosas no andaban bien, de que a él no le importaba su ausencia, había sido abandonada, aunque ella haya decidido irse,  pues a nadie le importaba, y al levantar su vista y ver la playa notó que nuevamente venía el mismo hombre del día anterior, eso le gustó, pues quería saber más de él, por otro lado Sean, así se llamaba el hombre misterioso, también sintió la necesidad de regresar a aquel mismo lugar, era como si una fuerza extraña lo empujara, y tal como sucedió el día anterior se sentó en la orilla, a contemplar el horizonte y sollozar con tranquilidad, con la seguridad de que no era observado.

Miranda nuevamente se acercó a él, se sentía algo más débil, pero no  lo suficiente para acercarse lentamente, quiso abrazarlo y reconfortarlo, era una sensación nueva en ella, el haber permanecido tanto tiempo en la tierra había intensificado aquellos sentimientos que ella no debía tener, si estaba débil y sin energía pero podía sentir, así  que se arrodilló tras él y puso sus manos lentamente sobre sus hombros, intentando de alguna manera hacerle sentir que alguien lo acompañaba, ella sabía que él no lo sentiría pero de igual forma quería intentarlo, de pronto ella sintió tristeza al tocarlo, como si ella misma sintiera la pena de él, y soltó un lamento acompañado de un suspiro,  y sucedió algo que no esperaba.

A Sean se le escarapelo el cuerpo, y sintió una presencia tras él, se levantó de un brinco para comprobar que era lo que había pasado.

-Miranda!!! que haces aquí? - y esta vez Miranda quedó por completo petrificada, la habían encontrado.

 SERÁ QUE SEAN PUDO VERLA? O SERA COLE QUE LA ENCONTRÓ EN AQUELLA PLAYA, Y SI ASI FUERA PORQUE DEJO QUE PASARAN TANTO DIAS PARA  BUSCARLA? QUE CREEN????

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