Mi gran secreto-Harry Styles y tu-Editando.

-La hora de la verdad-

                                                       Capitulo 8

El despertador comenzó a sonar, lo miré y apagué rápidamente queriendo que la tierra me tragara. No había dormido casi nada en toda la noche gracias a los nervios, sabía a lo que me iba a enfrentar. Me paré lentamente de la cama y caminé hasta el baño, abrí la canilla y esperé a que estuviera tibia, luego de unos minutos entré. El agua golpeaba mi cuerpo y yo no dejaba de pensar en cómo se lo diría... ¿Qué hacer? ¿Cómo reaccionaría él? Claro, esa era mi mayor duda... Tal vez no quisiera hablarme más, como puede que no, pero eso es más que imposible. ¿Y si se quería llevar a Sharon con él? Abrí los ojos rápidamente, pero no conté con que la crema para el cabello caería sobre mis ojos y haría que estos ardieran. Genial, cada vez empezaba mejor la mañana. Luego de unos minutos salí, envolví mi cuerpo en una toalla y salí del baño en busca de algo para ponerme. Luego DE buscar por unos cuantos minutos encontré algo y me dirigí nuevamente hacia el baño. Me cambié y me puse una remera un poco pegada al cuerpo negra, unos jeans y unos zapatos color negro, sin taco. Me miré en el espejo. ¡Vaya que daba miedo! Las ojeras no me favorecían para nada, reí. Tomé algo de base y la dispersé por todo mi rostro. Deliñe mis ojos y me puse brillitos en los labios. Salí de mi habitación y baje casi corriendo las escaleras, se me haría tarde y Harry llegaría. Al entrar a la cocina mi madre me recibió con una amplia sonrisa y una taza de café en las manos.

-Creí que querrías algo antes de irte.-Comentó mientras me la entregaba, sonreí agradecida.

-Gracias mamá.-Contesté y besé su mejilla para luego ir directamente hacia la mesa para sentarme.

-¿En serio le dirás?.-preguntó mientras fruncía el ceño ligeramente.

-Mama, tú misma me lo dijiste días atrás, él tiene que saberlo cuanto antes posible.-Contesté.-Es su hija y tiene derecho de pasar tiempo con ella.-Seguí para luego darle un sorbo a mi café.

-Lo sé, pero...-La interrumpí.

-Mamá, no me lo hagas mas difícil.-Comenté mientras dejaba la tasa sobre la mesa, con frustración.

-Lo siento cariño.-Contestó.-Iré a abrir.-Comentó ella mientras salía apresuradamente de la cocina, reí, aunque era mucho más por los nervios que porque me diera gracia.

La silueta del ruloso apareció por la puerta y comencé a toser. En mi interior había una pequeña guerra de sentimientos, nervios, alegría.... Su sonrisa invadía la habitación entera haciendo que me perdiera por completo, sin saber qué hacer, como a la deriva... Suspiré, si estaba enamorada de él, pero tenía que sacarlo de mi mente sino quería salir lastimada dentro de unos.... ¿5 minutos, tal vez? Él tenía novia, pero aun así seguía siendo el hombre con el cual había tenido a mi hija, a la persona más importante que hay para mí.

-Buenos días Nicole-Comentó él mientras se acercaba a mí para luego besar mi mejilla tiernamente. Sentía que me derretía cada vez que hacía eso.

-Buenos días Hazza.-Contesté sonriente. -¿Me esperas que termino de desayunar y vamos?.-Pregunté.

-Claro, pero pensaba llevarte a un lugar a desayunar, así me contabas mejor.-Comentó él mientras rascaba su nunca nerviosamente.

-Ohhh, bueno... pues mejor dejo esto y vamos.-Comenté al ver las ansias que tenía, esto me ponía aun más nerviosa.

-Claro.-Sonrió satisfecho y yo bufé.

Dejé la tasa sobre la mesa y caminamos hasta la salida.

-Adiós mamá, cuida de Sharon por favor.-Comenté para luego besar su mejilla.-Y si necesita algo solo me llamas, ésta asintió.