Mi gran secreto-Harry Styles y tu-Editando.

-"Sí, yo amo a Ashley"-

                                                                      Capitulo 33

-Veo que ya has recibido la noticia.-Comentó Niall, tristemente.

-Si.-Logré decir, mientras secaba las lagrimas que escapaban de mis ojos.

-¿Cómo estas pequeña?.-preguntó.

-Me siento pésima.-Contesté.-¿Es que todo tiene que pasarme?.-Pregunté, con enojo.

-No pienses así.-Comentó él.-Entiendo que este mal, pero… ¿Acaso no estás saliendo con Josh?.-Preguntó él.

-No estamos saliendo.-Contesté.-Solo… solo estamos saliendo.-Comenté y fruncí mi ceño.

-¿Te gusta?.-Preguntó.

-No, es que… no lo sé, estoy demasiado confundida.-Respondí, él dio un suspiro.

-¿Por qué no le das una oportunidad?.-Preguntó él, suspiré.-No estoy demasiado de acuerdo, ya sabes que yo amo la pareja que hacen con Harry, pero… simplemente no me gusta verte sufrir.-Comentó con frustración.

-Si tan solo fuera fácil olvidarlo.-Comenté.

-Lo es, solo tienes que intentarlo.-Contestó.

-¡No, no lo es!.-Exclamé, enojada.

-Pequeña, no te enojes.-Comentó él, suavemente.

-¡Claro que me enojo!.-Contesté.-¡Todos me dicen que tengo que olvidarlo, pero no es fácil!.-Exclamé, irritada.

-____....-Comenzó a decir pero corté, enojada.

-Fin de la llamada-

Genial, ahora no solo que me sentía pésima por lo de Harry, sino que también acababa de pelear con Niall. Suspiré, ¿Es que acaso todo tenía que salirme mal? ¿Sería ya una costumbre? Me recosté en el sillón, enojada conmigo mismo y tapé mis ojos con las manos, intentando escapar de todo. Tonto, lo sé. Pero desde pequeña tenía la costumbre de hacerlo y al parecer, eso me calmaba un poco, pero esta vez por más que tapara mi rostro con millones de cosas la tristeza y la culpa no desaparecería. Tomé un almohadón y tapé mi rostro para luego comenzar a gritar groserías allí, diciendo de todo de cualquier persona que apareciera por mi mente, aunque aun mas de Ashley. Había ganado, al fin lo había hecho…¿Qué caso tenía seguir intentando? Estaba más que claro que ella siempre ganaría en todo… El timbre de la casa sonó y saqué lentamente la almohada de mi rostro. No quería abrir la puerta, debía parecer un zombi, pero por más que no quisiera tenía que hacerlo. Suspiré y sequé rápidamente las lágrimas, me paré y comencé a caminar en dirección hacia la puerta. Abrí lentamente y sentí como alguien abrazaba rápidamente mis piernas, sin dejarme reaccionar. Miré hacia abajo y sonreí, ella era la única persona que podía hacerme sonreír en momentos como estos. Acaricié su cabello suavemente, no queriendo levantar la mirada para encontrarme con el castaño. Pero tuve que hacerlo. Tuve que levantar la mirada y enfrentarme a sus ojos, que me miraba entristecido pero serio a la vez.

-Hola.-Dijo él.

-Tengo que hablar contigo seriamente.-Comenté, aunque a decir ver no sé de donde saque el valor para decir aquello.

-Si es por lo de Shar…-Lo interrumpí.

-Sí, es por lo de Shar y tendrás que hablar conmigo si o si.-Comenté, mientras me cruzaba de brazos intentando contener las lagrimas.

-Está bien.-Comentó.

-Cariño… ve adentro, tengo que hablar con tu padre.-Dije, acariciando la cabeza de la castaña.