Destiny (EDITANDO.)

Capitulo 42

ANNA

--Buenos días Anita--

La escuche decir con su voz.
Ya habían pasado 3 días en aquel lugar y no había rastro alguno de Will o los demás.

La esperanza estaba cayendo por la borda. Se que apenas llevo aquí días y hay gente que lleva hasta años pero los minutos son eternos, las horas desesperantes y los días infiernos.

-- Te traje un regalo--

Dijo Abby entrando a mi cuarto, dejando una caja en el suelo.

-- Espero que te guste--

Se levantó y salió de la habitación.

Inmediatamente corrí hasta el extraño paquete que había dejado en el suelo.

Antes de abrirlo, lo levanté y lleve la caja hasta mi oído... Si fuera una bomba estuviera sonando.

Después de revisarla en todos los aspectos, la abrí lentamente.

Primero quite la cobertura azul que la cubría y luego levante la tapadera de una pequeña caja blanca.

Al ver el contenido, mi corazón se detuvo al instante. Me quede ahí, sentada por segundos, minutos, hasta parecieron horas.

Por fin tome fuerzas y saque el contenido de la pequeña caja.

Una flor de color azul con un pequeño toque de violeta.

Esta es LA flor.

FLASHBACK

-- Bien, ya tienes la valentía, el entrenamiento adecuado y solo hace falta que pongas en practica tu don de hechicería-- Dijo Will mientras me llevaba de la mano a un campo totalmente seco.

-- ¿Will que hacemos aquí?--
Dije riendo.

-- Quiero que hagas crecer todo el campo con hermosas flores y los mejores cultivos que hayan--

Bufe ante su petición. Nunca en mi vida había usado magia y menos que proviniera de mi.

-- Will no puedo hacer eso. No se como usar... eso--

Will rió ante mi torpeza, al parecer el asunto le parecía gracioso.

-- Muy bien Dulzura. Tienes que concentrarte. Piensa en plantas, flores, en los arboles mas hermosos que jamás hayas visto--

Hice lo que Will me decía. Cerré mis ojos y me concentre en la vegetación mas hermosa del mundo.

Sentí como Will tomaba mis manos y las extendía hacia adelante.

-- Concentrare... --

Tome tres veces aire.
Sentí un cosquilleó en las palmas de mis manos, sentía que una sensación de energía, fuerza y poder invadían mi cuerpo.

Unos segundos después abrí mis ojos.

Nada.