Demon. ‹‹ Mario Bautista.

Capítulo 12.

Narra Mario. 🔹

Desordeno mi cabello con una mano y miro hacia atrás, confirmando que Javier este donde nos había dicho. Daniela se ve mejor que hace unas semanas, y salir la ayudará a superar esto rápido, es decir, ni siquiera han pasado 6 meses desde la muerte de Emiliano.

- ¿T-tu cómo te sientes?, hablo de que, bueno, de lo que le ocurrió a Emiliano. - Dice bajando la cabeza.

- Bueno, he estado haciendo muchas cosas, tú lo sabes, entreno, trabajo, salgo de más, eso ayuda a no pensar tanto en él. Aunque no te negaré que lo extraño demasiado, fue...un gran amigo. - Sonrío sin mostrar mis dientes.

Ella abre la boca para decir algo, pero la cierra al instante y desvía su mirada. Javier llega segundos después, con una sonrisa de oreja a oreja, sosteniendo un vaso con su mano derecha, y con la izquierda un cigarrillo. Daniela y yo nos acercamos a él.

- ¿Y tu conquista? - Pregunto pícaro.

- No es mi conquista Mario, aunque debo de decir que es una chica muy linda y agradable. - sonríe desviando la mirada.

- Como sea, ¿dónde está? - Dice Daniela.

- Fue al baño, dijo que la esperáramos aquí, ya verán que les caerá genial, es muy divertida, y además de eso, es española. Jamás en mi vida había convivido con un español. Oh, ahí viene.

Todos giramos nuestras miradas hacia la chica. Mis ojos se abren como plato y siento mi corazón rugir contras mis costillas. Daniela está apretando mi brazo de manera exagerada, pero no puedo ni siquiera reaccionar, es como si todo estuviera en mi contra, y si doy un paso en falso, moriré.

Tragó saliva, mientras mi respiración se acelera cada vez más, sus ojos color café me miran con la misma sorpresa. Daniela hace más fuerte su agarre, y lo agradezco, porque eso me mantiene con los pies en la tierra.

- ¿Qué haces tú aquí? - Dice Dani con dureza. - No eres bienvenida, en ningún lugar. - Sofía no dice nada.

- No estoy entendiendo nada, ¿ustedes se conocen? - Pregunta Javier.

- Preferiría no hacerlo, pero si, ella es la perra que le rompió el corazón a Mario. ¿Qué quieres aquí?, lárgate, huye otra vez, vete, porque era mucho mejor que estuvieras en España, viniste a arruinar todo, eres patética, nunca puedes hacer nada bien, ¿no te bastó con haber tenido mal a Mario durante mucho tiempo?, ¿no te basto que Leo se fuera a Argentina enojando conmigo por no hacer más que buscarte?, ¿no te basto haces trizas la vida de todos aquí? - Continúa mi mejor amiga con rabia.

- Y-yo, ni siquiera sabía que estarían aquí, yo solo quería...quería...l-lo siento mucho. - Dice entre lágrimas y sale corriendo.

No soy capaz de formular una palabra, Daniela está furiosa, pero no tenía oprime tratarla de esa forma. Me zafo de su agarre bruscamente y ella me mira extrañada.

- Eres una descorazonada... - Murmuro.

- ¿Qué?, Joder, Mario ella es una perra, a la que no le importo nadie. - Contesta más furiosa.

- No puedo creerlo, ella era tu mejor amiga, pero eres una persona tan cerrada, que no te das cuenta de que ella también sufrió. Púdranse todos. - Salgo de ahí.