Narra Sofía. 🔹
No puedo dejar de caminar, en cualquier segundo haré un agujero en el piso por tanto dar pasos. Mateo ha salido con Javier y otro viejo amigo.
Mi celular timbra, es un mensaje, me aterra la idea de averiguar de quién es, puede que Mau o Juanpa le hayan contado Mario que estoy aquí otra vez y quiere saber de mí.
No Sofía, no creo que Mario quiera saber de la chica que se fue dejándolo con el corazón roto a mitad del aeropuerto. Ridícula.
Me digno a ver por fin de quién es el mensaje, hay varias llamadas, todas de Mau, sabía que algo así pasaría, no se quedaría sentado haciendo nada, su mejor amigo es Mario.
Mau: También estoy nervioso, lo digo porque sé que tú lo estás y te comprendo. No es sencillo volver a ver a la chica de la cual mi mejor amigo está enamorado. (12:34 PM)
Yo: Tengo un ataque de ansiedad, debes estar odiándome ahora mismo por haberme alejado así, sin decir nada más que adiós. (12:35 PM)
Mau: No te odio, no podría hacerlo ni en un millón de años. Mañana habrá una pelea, Mario se metió mucho en ese del boxeo, quiero que me acompañes a verlo, sé que será una buena sorpresa en su noche de triunfo. (12:37 PM)
Yo: Estaré ahí, solo pasa a buscarme. Vivo en un departamento en Condesa, calle 324, en realidad quiero verte. (12:40 PM)
Guardo mi teléfono en mí bolsillo y entro a mi habitación, necesito un momento para aclara mis ideas. Mañana volveré a ver a Mario, tengo pensado ir a ver a Daniela, espero que ella y Emiliano estén felices, su matrimonio debe ir bien, y Leo, dios, lo extraño tanto.
(...)
- Levántate ya, Sofía. - Grita Mateo.
- ¿Tú de qué vas?, Castaño de pocas luces, déjame dormir. - Respondo.
- Sofía, son las 5:30 PM. - Abro mis ojos como plato.
- ¡Mierda!, que he dormido mucho, ¿por qué no me has levantado antes?
- Jesus, tienes el sueño pesado hermanita, pudo haber pasado un autobús sobre ti, y jamás habrías despertado. - Se queja.
Yo río y me levanto de un salto, por la noche tuve insomnio, y seguí hablando con Mau, dijo que le pelea sería a las 7:30 PM. Estoy nerviosa, quiero salir corriendo, decirle que no iré y que mejor voy a regresar a España.
Quise preguntarle sobre Daniela y Emiliano, pero evadió el tema, tal vez deba hablarlo con ella personalmente. Opto por usar unos jeans ajustados, una camiseta blanca y una chaqueta de mezclilla. Tomo mis converse y me los pongo.
Mateo dijo que me acompañaría, así que esta arreglándose. Son un poco más de las 7:00, estoy comenzado a hiper ventilar por los nervios que me cargo. Después de un año de no verlo, regreso a desequilibrar lo que, seguramente, ha logrado.
Jamás pensé que se engancharía en algo como el boxeo, pero las personas cambian, y tengo miedo de que su cambio haya sido para mal, sé que él me odia por haberme ido, pero, si no lo hacía, terminaría haciéndolo sufrir.
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Demon. ‹‹ Mario Bautista.
Fanfic» Ese sentimiento, de observar a todos a los ojos y no saber a quien correr para desahogarte. «