Capítulo 23.

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Narra Sofia. 🔹 

Abro los ojos con pesadez, deseo seguir durmiendo, peo se que es tarde, & seguro Mateo va a golpear a Mario cuando lo vea sujeto a mi cintura sobre mi cama. Aclaro mi garganta & me levanto con cuidado de no despertar al chico al lado mío. 

Me quedo a un costado de la cama, admirando lo lindo que es cuando duerme, & lo mucho que había extrañado estar cerca de él. Ahora mismo no se que relación estamos entablando, pero estamos juntos & eso es lo que importa. 

Me pongo una sudadera de color gris & ato mi cabello mi cabello en una coleta despeinada. La puerta se escucha, & me miro una vez mas en el espejo antes de abrir. ¿A quién se le ocurre buscarme a las 11:30 PM?, no creo que se Daniela, ella estuvo todo el día con un chico, del que aún no me contado, & Mateo, bueno, de él no se nada desde que salió apurado por la mañana. 

Suelto un suspiro resonador antes de girar el pomo de la puerta, pero, no hay nadie detrás de ella. Intento cerrarla creyendo que es una broma, pero algo me impide hacerlo. Un golpe seco hace que devuelva la mirada, mi piel palidece en segundos. Siento un nudo gigante en la garganta que me es imposible tragar & siento ganas de llorar. 

Su cabello negro cayendo por su frente, su cuerpo amenazante & ese par de ojo negros sin algún fondo, como si el mismo demonio estuviera mirándote. Suelto el aire que había estado aguantado & me permito hablar. 

- ¿Santiago? - Cuestiono en un hilo de voz. 

- El mismo, Sofi. ¿Qué tal te va?, oí que habías regresado & decidí venir a visitarte, ¿puedo pasar? 

Niego con la cabeza antes de dar un portazo. Dejo mi cuerpo resbalarse por la puerta hasta llegar al suelo & abrazo mis rodillas. Ha pasado tiempo de no ver ese rostro tan endemoniado, & me asusta la idea de que haya regresado, porque podría hacerle algo a Mario. 

Escucho pasos de mi habitación & me levanto de un salto, Mario debe haber haber despertado & si nota algo extraño se volverá loco. Me asomo por el umbral de la puerta, él está poniéndose una chaqueta mas acogedora.

- Tu cabello es un desastre. - Le digo con una sonrisa. 

- Tu te encargaste de hacerlo parecer un nido de pájaros hace un rato. - Se ríe. 

- ¿Puedes quedarte esta noche? - Cuestiono. 

- ¿Mateo no se molestaría?, es decir, va a matarme seguramente. - Se gira para verme de frente. Esta cerca. 

- No se molestará, ademas, ni siquiera creo que llegue. - Deposito un pequeño beso en sus labios. 

Él sonríe & pasa sus brazos por mi cintura, hago lo mismo & escondo mi cabeza en el hueco de su cuello. El aroma de su perfume se impregna en mis fosas nasales, no es un aroma asfixiante, mas bien, me hace sentir mejor. 




Babes, aquí está el nuevo capítulo, espero que les guste. Voten mucho, si llegamos a 15 comentarios, hago maratón. Las amo, byeeee. 

Demon. ‹‹ Mario Bautista.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora