爱 (ai) | jay park

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“Esta felicidad se debe a que estamos juntos…”
[Cloud 9 (Versión China) – EXO]

– ¿Jay? – se asomó por la puerta una de las estilistas de la empresa, Jay la miró. –Te buscan.
– ¿Es Charlotte? – preguntó.
–No sé si es Charlotte, pero es una chica.
–Dile que entre.
Al girar la cabeza, Gray lo miraba con los auriculares en la mano.
– ¿Vas a dejarla entrar al estudio así como así?
–Ella no molesta. – murmuró al escuchar pasos de zapatillas en el lugar.
–Hola. – sonrió la chica.
Ambos la miraron, uno incómodo y el otro algo enojado. Ella se inclinó un poco para mostrarles respeto, porque después de todo, estaba con Jay dentro de su empresa.
–Hola, Charlotte. – le sonrió el último. – ¿Lo pensaste bien? Toma asiento.
–Gracias. – se sentó. –Sí. Lo pensé bastante y creo que esta es mi mejor opción por ahora.
–Pff. – bufó Gray, pero ambos lo escucharon.
–Él es un productor y rapero que trabaja conmigo. – lo presentó Jay. –Dile Gray, así le llamamos todos.
–Qué me diga Sunghwa. – murmuró el otro poniéndose sus auriculares para seguir con la pista que estaba montando.
Jay lo miró entrecerrando los ojos, sacó a Charlotte de la sala de grabación con una excusa barata, y fueron hasta una oficina de reuniones que la verdad, usaban poco.
–Tu contrato está en esta carpeta, la he traído conmigo toda la mañana. – admitió el tatuado riendo. Le pasó la carpeta por encima de la mesa junto a un bolígrafo, ella lo tomó para abrirla y leer el contrato.
Luego de varios minutos en el que ella cruzó sus piernas para leer mejor, y él se tomó el tiempo de distracción de ella para mirarla mejor, Charlotte lo sorprendió firmando apenas terminó de leer.
–Será un trabajo duro, pero daré lo mejor de mí como tu asistente. – sonrió la pelirroja.
–Eres rápida tomando decisiones, Calabaza. – bromeó él, tomando el contrato y guardándolo en la carpeta. –Toma este, fírmalo también, es una fotocopia del mismo contrato para que tú la tengas.
Le dio un vistazo rápido, para asegurarse que él no le mentía, y firmó antes de guardar el papel preciado en su propia carpeta con su currículum.
– ¿No piensas ver mi currículum? – balbuceó ella de pie frente a él, levantando su cabeza para mirarlo a los ojos.
– ¿Sabes llevar una agenda?
–Sí.
–Eso es todo, me ayudarás con mi agenda diaria y me acompañarás a todos lados. Contratada.
Soltaron una carcajada.

Varios meses después:

–Hasta mañana. – Jay se despidió de todos, que bajaron por el ascensor. Volvió a la sala de reuniones, lanzó el bolígrafo en la mesa, mirando la hoja del rap que escribía.
O que tachaba más bien.
Sintió que abrieron la puerta, vio a Charlotte asomándose con una sonrisa.
–Permiso. – murmuró tímida, entrando a la sala de reuniones para dejar una carpeta en el organizador.
–Calabaza. – dijo él, llamando su atención. – ¿Te gustaría ir a otro nightclub?
–No lo sé…– dudó.
–Es que… mañana haremos una fiesta de fin de año. – sonrió Jay. –Iremos al nightclub más lujoso, será algo grande, conseguimos rentar la zona V.I.P mañana 31 de diciembre y…
–Bien, iré. – soltó.
–Pero si no quieres está bien…
– ¿Irás con todos? – él asintió con la cabeza. –Bueno, iré a donde sea que vayan.
Charlotte iba a salir de la sala hasta que escuchó la voz de Jay.
–Mañana pasaré por ti en tu apartamento.
La pelirroja se giró en sus talones para verlo a los ojos.
–Es que…– carraspeó el tatuado. –Sé que no tienes auto y no quiero que tomes el metro estando tan arreglada.
–Yo puedo ir a tu apartamento, tranquilo. Tomaré un taxi.
Jay asintió, rindiéndose.
–Estaré tocando tu timbre a las 8pm.
–Bien. Hasta mañana, Calabaza.