爱 (ai) | jay park

21

"A donde sea que vayas, los caminos te guían hacia mí."

[10 Seconds - AOA]

Disimuladamente limpió el sudor de su frente, mirando a su alrededor para asegurarse que nadie notara que él estaba sentado allí. Tenía ya unos 20 minutos esperando a Charlotte, que justo en ese momento llegó.

-Hola Jaebeom. - la vio parada a su lado.

-Hey, hola. - se levantó, pero se miraron sin saber qué hacer.

Ella abrió sus brazos, recibiéndolo en un intento fallido de hacer la paz.

- ¿Te hice esperar mucho?

-No, yo llegué más temprano para no hacerte esperar a ti. - le sonrió el achinado. Ella se sentó en el asiento de al lado, su corazón se revolcó al escuchar eso. Tomó el menú, suspirando. - ¿El Frijolito está bien?...

-Olliver. Se llama Olliver. - le enojó escuchar eso. No quería recordar esa época en la que fue falsamente feliz a su lado.

-Lo siento, Olliver, ¿está bien?

Levantó su vista del menú.

-Sí, está en la guardería.

Asintió lentamente, decidió intentar de nuevo.

-Pide lo que quieras, yo invito.

Charlotte lo miraba a los ojos, pero él no pudo descifrar su mirada.

-Con un frapuccino estaré bien.

-Café entonces. - le pidió a la camarera que se acercara a tomar sus pedidos. -Dos frapuccinos por favor.

Estuvieron en silencio por un rato, ambos sumidos en los recuerdos sin admitirlo en voz alta. Charlotte carraspeó.

-Entonces... ¿Los viernes?

- ¿Viernes? - preguntó confundido.

- ¿Puedes pasar los viernes con Olliver?

Todo era incómodo. ¿Así se sentían los padres divorciados? Es decir, con ese peso emocional encima.

-Sí, claro. Puedo pasar todos mis viernes con él.

La extranjera asintió, se quitó un rizo de la cara y le dio un sorbo a su café.

-Me aseguraré de que despejen mis viernes en la empresa. Si me ponen a cargo de algo, se lo dejaré a alguien más y buscaré a Olliver en la mañana para pasar los días juntos.

-Bien. Gracias, Olliver realmente está emocionado por conocer a su papá.

Jay soltó una risita y bajó la mirada, volviendo a esa expresión deprimida que vestía desde hacían dos años.

-Lamento mucho como terminó todo. - murmuró.

Ella lo miró.

-Quiero trabajar duro para ser un buen padre...

-No creo que ser un buen padre sea tu tipo.

Maldita sea, ¿cuándo ella se volvió tan fría?

-De verdad me esforzaré, lo prometo.

-No prometas nada. Nunca cumples tus promesas, Jay. Sólo trabaja en ello sin decir nada.

Charlotte sintió tantas ganas de llorar que tuvo que mirar su reloj para evitar el contacto visual.

-Tengo que irme, necesito pasar por Olliver y luego ir a casa a hacer la cena.

- ¿Quieres que te acompañe? - se levantó.