"Jay lo tiene todo. Él tiene talento, millones de dólares, amigos y familia que lo apoyan. Tiene una carrera musical de éxito. Jay lo tiene todo, y al mismo tiempo, no tiene absolutamente nada.
Charlotte no tiene nada. Tiene belleza, tiene un buen c...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nota de autora:¡encontré una representación gráfica de las pecas de Charlotte! Si bien la chica no es cercana a mi imagen mental de ella (lo es la del primer cap, la del vestido verde), sus pecas si son mi imagen mental de las pecas de Charlotte. Buscaré una de Olliver y se las dejaré en el próximo capítulo huehue, algo me dice que va a terminar siendo un bebé ulzzang. (IMFACT en vivo cantando mi canción favorita de ellos en el multimedia, es la canción tema de hoy). Ahora sí, el capítulo~
----------------------------------------
"Cansado de todas las lágrimas secretamente lloradas, no sabía que el día de hoy era una repetición del ayer."
[Shine – 임팩트 (IMFACT)]
En el momento que Charlotte abriera la puerta, se le cayó todo lo que llevaba en mano.
Su apartamento estaba hecho un desastre, había vidrios rotos por todos lados, sus cuadros y fotografías con Olliver estaban rasgadas, el sofá estaba roto... y eso era sólo en la sala. Al asomarse un poco a la cocina, vio que toda la comida estaba en el piso y los platos estrellados no le permitían pasar más allá si no quería lesionarse los pies.
En silencio pasó hasta la habitación de Olliver, la cual estaba intacta... la suya no corrió la misma suerte.
– ¡Charlotte, ya llegamos! – escuchó la voz de Jay en la entrada.
– ¡No pasen! – gritó. Corrió hasta el vestíbulo, pero pisó un trozo de vidrio de uno de los portarretratos. Jay miró su pie, y luego su rostro. –Estoy bien.
–Quédate ahí, no te muevas. – indicó Jay antes de dejar a Olliver en el pasillo del edificio y adentrarse al desastroso apartamento.
Sintió el trozo de vidrio enterrarse más contra su piel, suspiró mientras Jay pasaba su brazo izquierdo por su hombro para que ella no usara el pie al caminar.
–Vamos a salir, ¿sí?
–Tengo que arreglar todo...
–Luego vendremos... vayamos a cenar.
Ambos sabían que el causante de todo era Logan, pero con Olliver allí esperando por ellos, era mejor quedarse callados.
En el auto de Jay, Olliver era el causante del mayor ruido, que era su boca al masticar la pizza desde el asiento trasero.
– ¿Quieres hablar de eso al llegar? – susurró Jay sin quitar su mirada de la carretera.
–Sería bueno. – respondió. Miró su reflejo en la ventana, sus ojos claros reflejaban cansancio.
–Gracias. – le sonrió a Jaebeom cuando la sentó en la cama.
–Traeré alcohol...
– ¿Puedo traerlo? – escucharon la voz patidifusa de Olliver, que los miraba en medio de la habitación, claramente preocupado.
