"Jay lo tiene todo. Él tiene talento, millones de dólares, amigos y familia que lo apoyan. Tiene una carrera musical de éxito. Jay lo tiene todo, y al mismo tiempo, no tiene absolutamente nada.
Charlotte no tiene nada. Tiene belleza, tiene un buen c...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nota de autora: gracias a babydirtbag otra vez por su smut para este capítulo. Chama eres lo máximo, muchísimas gracias por tu ayuda a lo largo de esta rara y sádica historia. Eres un sol nunca dejes de brishar~
-----------------
"Yo llevaré la champaña, y tú sólo trae tu cuerpo aquí y podemos hacer lo nuestro. Podemos hacer el amor toda la noche hasta que el sol brille en nuestras caras... Iré profundo en tus piernas, te haré sentir húmeda cómo si fuese mi súperpoder..."
[AQUAMAN – Jay Park]
Carraspeó lo suficientemente bajo pero fuerte como para tragar en seco la saliva de nuevo.
– ¿Necesita ayuda, señorita?
Miró a la ayudante de departamento como si tuviese tentáculos y cuatro ojos.
– ¿Yo?
–La veo confundida.
Se mordió el labio insistentemente.
–Es que...
¿Debería decirle sus problemas de pareja a una empleada de una tienda de ropa?
–Tengo mucho tiempo sin... ya sabes... mi novio y yo nos separamos por mucho tiempo pero queremos un momento a solas...
–Yo le recomendaría un color champán. – tomó un conjunto de ropa interior y lo colocó encima de Charlotte, midiendo sus pechos. –Creo que este es muy pequeño, ¿cuál es su talla?
– ¿Color champán? – balbuceó.
–Al menos que quiera verse atrevida. – de repente sacó de entre los ganchos un hilo color rojo, extremadamente transparente.
–Dios, no, por favor no. – tapó la prenda con sus manos al imaginarse con eso puesto. –El champán me gusta, pero el modelo no. ¿No tienes algo menos sexy?
–Clásico...– la chica frunció el ceño. –Creo que tengo algo color champán y no-sexy por allá. ¿Le gustaría verlo?
–Your ass will go up and your face will go down...– cantaba en susurros, encendiendo la última vela.
Se alejó varios pasos mirando la habitación. Luego tomó su celular y miró la pantalla táctil en busca de notificaciones, pero nada, ni un mensaje de texto.
–Perfecto.
Corrió hasta la cocina y revisó el refrigerador, el vino ya estaba frío.
– ¿Jay? – escuchó la puerta cerrarse, se tiró al piso.
