23

836 64 19
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


"¿Recuerdas cuando me hacías sonreír? Intento recordar lo que nos juntó y olvidar lo que nos separa... No tienes que llorar más."

[Last Dance – One OK Rock]


Ese sábado, Jay tuvo que ir a la empresa para compensar que se perdió de varios proyectos en los que, se supone, debía participar. Así que estaba sentado con ChaCha en la sala de reuniones, escribiendo canciones, tomando una cerveza y fumando cigarros.

–Estás volviendo a fumar...– lo miró de reojo, fingiendo que anotaba cosas en un papel.

–Eso creo. – murmuró Jay con sarcasmo.

– ¿Estás bien? – ChaCha dejó lo que hacía para encararlo.

Jay guardó silencio por unos segundos, mirando el rap en coreano que tenía escrito apenas por la mitad.

–No. – admitió.

–Ajá... ¿Puedo saber lo que te pasa?

–Charlotte tiene novio.

Los dos se miraron.

–Mierda. – soltó ChaCha. – ¿De verdad? ¿Por qué no lo dijiste antes?

–Estaba muy ocupado siendo un padre responsable y debatiendo conmigo mismo...– dejó de hablar al escuchar la risita del moreno. –Hey, qué te pasa cabrón, ¿por qué te ríes?

–Es que... "Jay" y "responsable" se escucha en una oración sólo si añades "música" de por medio.

–Agrega "padre" a la lista de cosas que vas a escuchar con mi nombre y "responsable". – tragó largo de la botella de cerveza y la puso en la mesa otra vez. – ¿Sabes? Quiero que mi Frijolito piense que yo soy mejor que ese tal Logan.

Chase levantó una ceja.

–Se llama Logan.

–Sí, parece un gay reprimido. – los dos se rieron.

–Pues...– ChaCha tomó de su botella de cerveza. –Pienso que ya tu Frijol cree que eres mejor que cualquiera. Vamos, Jay, ¿no te das cuenta de que ese niño te admira?

Bajó la mirada, sonriendo.

–Me gusta pasar tiempo con él. No puedo esperar para que mis padres lo conozcan y sepan que los encontré a ambos por fin... aunque no en las mejores de las circunstancias.

– ¿Y Sarang?

Arrugó la cara al escuchar a Chase preguntar por ella.

–Vamos, Sarang nunca valió la pena.

–Hasta que lo admites...– Chase levantó sus manos fingiendo agradecer al cielo.

Jay rayaba la hoja en una esquina, una y otra vez, pensando en todo lo que le había pasado y como la vida es una hija de puta que nunca mantiene el mismo ritmo siempre.

爱 (ai) | jay parkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora