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Una semana más paso y cada vez Martina estaba más ida, más perdida en el dolor que le causaba estar lejos de Jorge por lo que había pasado. No salía más que para ir a clases y la verdad no estaba prestando ni la más mínima atención, simplemente iba y se sentaba allí a estar por estar.
Físicamente estaba ahí, pero mentalmente estaba en cualquier otro lugar, eso es más que seguro.
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-Tini, hey Tini.. Escucho que me llaman.
-¿Que pasa?.. Volteo y era Mercedes.
-Eso me pregunto yo ¿que te pasa Martina?..
-Nada.. Le respondo sin ánimo..
-No te creo..
-Vos podes pensar lo que quieras..
-Y vos podes engañar a cualquiera diciendo que no te pasa nada, hasta a ti misma. Pero a mi no, soy tu amiga..
-No quiero hablar..
-Vamos Tini llevas demasiado tiempo así, que no queres hablar, vienes aquí, te sientas y no haces ni un sólo gesto en horas. Es como que estas y al mismo tiempo no.
-Ni siquiera sé como me siento Mercedes..
-No podes seguir así por lo que paso Martina, no te hace bien... Justo en ese momento llego Jorge con Francisco..-Ni a vos ni a él les hace bien estar así.. Agrega Mechi luego de verlo llegar..
-A él no le importa Mercedes..
-¿Cómo sabes que no?..
-No parece interesarle lo que paso..
-Vos no le has dado la oportunidad de hablarte y así jamás lo vas a averiguar..
-¿Que voy a averiguar? ¿Por que lo hizo? No me interesa para nada saber eso..
-No te das el chance de acabar con lo que te esta doliendo tanto..
-¿Nos podemos ir?..
-¿Vas a huir siempre de ello?
-Me duele la cabeza ¿nos podemos ir o me tengo que ir sola?..
-Vamos, yo te acompaño.. Me responde ella..
Jorge estaba parado justo cerca de la puerta y no había manera de no pasarle por un lado si quería salir de acá. Cuando lo veo el corazón casi parece que se me va a salir del pecho y ahora que los sueños con él han vuelto siento que me tiembla hasta la última hebra de cabello cuando está cerca.
Respire hondo y simplemente comencé a caminar para salir de allí, procuraba ni siquiera mirarlo, sentía su mirada clavada en mí pero fue inevitable verlo y esos tres segundos que nuestras miradas se encontraron me causaron una explosión interna de sensaciones. No podía estar tan pérdida en lo que sentía, me niego a no poder superar esto.
Vamos caminando por uno de los pasillos y alguien me toma del brazo, volteo y sí, era Jorge.
-Necesito que hablemos.. Me dice cuando queda frente a mí..
-No tenemos nada de que hablar..
-Tenemos y mucho.. Insiste él y se acerca más aferrando sus manos a mi cintura..
-Ya te dije que no tengo absolutamente nada que hablar con vos y podes soltarme que me estas lastimando..
-Te juro Martina.. Pone sus manos a los lados de mi cara uniendo nuestras frentes..-Por mi propia vida te juro que no paso absolutamente nada..