Capítulo 18

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Ya llevamos 4 días en Santorini, y todo ha sido estupendo.
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Despierto boca abajo, con las sabanas enredadas en los pies. 

Abro lentamente los ojos, y observo la borrosa imagen de los revoltosos pelos mañaneros de Nate.

Me incorporo lentamente.
Estoy desnuda.
Y Nate también.
Nunca habíamos dormido completamente desnudos.
Giro mi cabeza hacia mi chico, de nuevo.
Está completamente destapado
No puedo evitar mirar su culo. Porque si, señores. Mi novio tiene culo. Y ¡vaya culo!

-Para de mirar así mi trasero. Parece que te lo quieres comer.-me sorprende la sexy y mañanera voz de Nate.

-No digas eso.- y sin saber de donde sale mi impulso, le doy un pequeño tortazo en el lugar aludido.

-¡Oye! No has pedido permiso.

-Yo... No pretendía...

-No seas tonta. Parece que te da vergüenza. Y llevamos 2 años. Y lo hemos hecho mas veces que nadie en menos de dos semanas. Puedes tocar absolutamente cualquier parte de mi cuerpo.- dice tirando de mi brazo haciéndome caer sobre él. Abro los ojos en señal de sorpresa.

-¿Cualquier parte?- levanto una ceja.

-La que tu quieras.- sonríe pervertido.

No respondo y apoyo mi cabeza sobre su hombro. Mi pecho contra su espalda y mis piernas enredadas con las suyas.
Suspiro varias veces.

-¿Qué ocurre?

-Nada. Simplemente estoy cansada.

-Eso es que ocurre algo. Si quieres, puedes dormir un rato mas.

-No. Simplemente quiero estar tranquila. Hemos estado todo el tiempo de piscina a playa, turismo, subiendo a los volcanes... Podemos tomarnos un día de descanso de todo.

-Estoy de acuerdo. Pero, ¿de todo? Es decir. No podemos hacer...¿Nada?

Me río al entender a lo que se refiere.
Levanto mi cuerpo del suyo, se coloca boca arriba y yo en su misma posición.

-No. No te dejo.- le chincho como una niña pequeña.

-Pues vistete ahora mismo, porque si no, voy a incumplir tu regla.

Se coloca sobre mi, empujando mis manos sobre mi cabeza dejándome sin movilidad en los brazos.

Siento como su cuerpo se acerca al mio en movimientos lentos.
Deposita sus labios sobre los mios, y los movemos despacio.
Entonces, comienza a bailar. El maldito "Grind on me" que puede con mi parte buena. Él sabe que saca mi fiera interna cuando hace eso. Y mas ahora. ¡Que estamos completamente desnudos!

-Vale, para.- digo soltandome de sus manos y empujando su pecho.

-¿No te gusta?- se separa de mi poniendo cara de cachorrito indefenso.
Maldito... Sabe que esa carita pueden conmigo.

-No pongas esa cara.

-Que sosa estás esta mañana, Rox.

Se tira contra el colchón de nuevo.

-Estoy cansada. Ya te lo he dicho.

Refunfuña algo contra la almohada y yo por fin, consigo levantarme.

Me dirijo al baño y hago un moño desecho con mi pelo. Me ducho el cuerpo y voy al armario de la habitación.
Elijo unos shorts grises de chandal y una camiseta ancha de color negro.

Voy al sofá de la habitación, pasando ante Nate que parece que ha vuelto a dormirse y le tapo con las sabanas.

Cojo mi móvil, que lleva desconectado desde hace 4 días.
Decidimos pasar unas vacaciones tranquilas, sin nada que nos pudiera distraer de estar solos nosotros dos.

Y con razón.

Casi no puedo abrir Whatsapp de la cantidad de mensajes.

Leo principalmente los de mis padres, que me desean unas felices vacaciones.
Mi madre me manda una foto con una chica. ¿¡Leslie!?

Leslie era mi mejor amiga de la infancia. Y en el colegio estuvimos juntas, hasta que antes de empezar el instituto, se fue, como todos sus hermanos antes que ella, 1 año a América a estudiar. Pero tuvo tanta suerte, que encontró a un chico con el cual las cosas fueron muy bien y decidió vivir allí durante varios años mas. Pero le perdí la pista. Y la verdad, una ilusión enorme invade mi interior. ¡Leslie! ¿Ha vuelto?

No me lo pienso dos veces, y llamo a mi madre casi dando saltos de alegría.

-¡Cariño! ¿Estás bien? No contestabas ni a los mensajes ni a las llamadas.

-Hola Mamá. Todo está genial. Simplemente Nate y yo decidimos olvidarnos de los móviles. Pero, acabo de ver la foto...¡Leslie!

-Si, cariño. Se que te haría mucha ilusión. La encontré cerca del Palacio Real, al parecer va volver por un tiempo.

-¡Eso es genial! ¿Tienes su numero? ¡Estoy deseando volver a verla!

-Ahora te lo paso. Un beso, que tu padre quiere que le acompañe a la librería. Te queremos.- manda un beso y cuelga.

Me hace tanta ilusión... Mi mejor amiga.

Ha regresado.

Sentimientos IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora