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-¿Diga?
-¿Les?
-¿Roxy?
Y comenzamos a gritar las dos, como posesas.
Y digo como posesas, porque incluso Nate se despierta, y él es de sueño profundo.
-Tía, ¿dónde estás? Te he echado muchísimo de menos. Me encontré a tu madre y me contó que estabas en Samtorini con tu novio y tia... ¡Tienes novio!- vuelve a gritar.- Tenemos que vernos ya. ¿Cuando vuelves?
-Vuelvo en 2 días. Y si, tenemos que vernos ya. Mi madre me ha dicho que vas a estar aquí una temporada, y yo justamente voy durante un tiempo a América con Alex, Mery y los chicos.
-¿Alex? ¿Mery? ¿Los chicos? Dios, cuanto os he echado de menos. Necesito veros. A todos. Ojalá pudiera ir...
Y de repente, con esa frase, recuerdo una canción de flamenco que ella cantaba de vez en cuando. Aunque solo se supiera esa frase.
-Volando a tu ventana...- continuo su frase según la canción. Y empezamos a reírnos a carcajadas.
-No me puedo creer que de verdad esté hablando contigo. Tía. Mi mejor amiga. Te he echado tanto de menos...
-Y yo a ti... Te sigo amando mucho.
Nate despega la cabeza de ma almohada y me mira con el ceño fruncido.
-Yo tambien te amo muchísimo. Tengo que contarte miles de cosas, y visto lo visto, tu también...
-Si... Han pasado tantas cosas desde que te fuiste...¿ y tus hermanos, todos bien? ¿Y tus padres?
-Todos estupendamente.
-Me alegro mucho, tía.
Y seguimos hablando durante unos 40 minutos mas. Nate de vez en cuando me observa con cara de estar harto de mi voz y mis sonoras risas.
-Por fin. Pensaba que nunca pararías... Me has provocado dolor de cabeza.- dice tapándose la cara con la almohada.
Yo me levanto y abro el cajón de la ropa interior. Saco unos boxers negros y se los lanzo, seguidos de unos pantalones grises de chándal, que hacen juego con los mios.
-Calla, y vistete de una vez.
-No quiero. Me siento libre, como un bebé.- y se destapa completamente dejando a mi vista su enorme... Bueno, su cuerpo completo. Me apoyo contra una pared y levanto una ceja. Y siento que me duele, porque con este chico, la levanto a cada minuto.
-Tapate ahora mismo.
-Hala, ya no te gusta.- rechista mirando mis ojos y su... Intimidad.
-Me encanta. Por eso te pido que te tapes.
-No quiero.
-Oh, de verdad. ¿Te vas a poner así solo por que no quiero tener sexo ahora?
Ahora frunce el ceño mas aún y se recoloca expandiéndose boca arriba en la cama.
Ruedo los ojos y vuelvo al armario. Saco unas zapatillas blancas. Cojo la llave de la habitación y mi móvil y me dirijo a le puerta.
-Yo bajo a desayunar, haz lo que quieras.
Cierro de un "no muy ruidoso" portazo (ya que estamos en un hotel, pero yo con que Nate note mi molestia ante su actitud...)
Vuelvo a consultar mi teléfono mientras bajo en el ascensor.
Respondo a los mensajes de Ed (los cuales son preguntando sobre el sexo con Nate), de Tom, Mery y Alex.
-Buenos días.- un chico considerablemente mas alto que yo entra en el ascensor.
Su cara me suena...mucho.
Y ahora existen dos opciones:
1) Él también piensa que nos conocemos de algo.
2) Mi morada de trañeza debe ser tan divertida que la está imitando.
-¿Nos conocemos?
-He pensado lo mismo.- respondo y sonreímos.
-Es que... Me suena tu cara... Me recuerda a alguien.
-A mi la tuya también...
Nos quedamos varios segundos fijándonos el uno en el otro hasta que el ascensor llega al piso de abajo.
-Yo, me bajo aquí.
-Yo también.- sonríe. Andamos varios pasos y casualmente él también se dirige al comedor.
Caminamos en silencio hasta llegar a la sala, casi vacía.
-¿Cómo te llamas?- giramos los dos a la vez y pronunciamos las mismas palabras. También reímos a la vez.
-Yo soy, Roxy.-digo adelantando mi mano derecha para estrecharla con la suya.
-¿Tomlinson?- ¿Cómo sabe mi apellido?- Yo soy Mike.
-¿Cómo sabes mi apellido?
-Creo que estabas en mi universidad.
-Puede ser...- digo intentando recordar si es de allí, y por eso es por lo que me suena o si es por alguna otra razón.
-Lo es.- sonreímos.
Entonces, estira un brazo hacia una mesa para dos y me invita a sentarme. Él hace lo mismo en frente.
-¿Y qué haces tu por aquí?- le pregunto.
-Pues, pasar unos días. Necesitaba relajarme un poco en mi isla favorita.
-¿Vienes solo?
-Si. No hay nada mejor que estar solo. ¿Tu vienes sola?
-No. Viene conmigo.- cierro los ojos al escuchar a Nate.- Soy Nate, el novio de Roxy, ¿tu eres?
-Mike.
-Mike, bien. Encantado, ahora si me disculpas. Mi novia y yo tenemos que desayunar.
Nate se coloca a la izquierda del chico, que sin mas remedio se levanta de la silla y me manda una mirada de extrañeza.
-Eres un completo idiota.
Me levanto de la mesa sin desayunar. Intento buscar a Mike, pero ha subido en el ascensor y no se en que planta está su habitación.
Así que doy por finalizada mi misión de búsqueda y vuelvo a mi habitación.
¿De verdad tenía que pasar esto a mitad del viaje?
Me tiro sobre la cama, y justo me llaman al teléfono.
Mery.
-¿Si?
-Tía...-la escucho sollozar.
-¿Mery? ¿Qué ocurre?
-Scott...él...
-Tranquila. Cuéntamelo despacio.
-Se ha ido... Y no... No contesta...- habla a trompicones y me cuesta comprenderla.- no está... Scott no está...
-¿Cómo que se ha ido? No te entiendo, mery. ¿Estas con Alex?
-No... Estoy con Tom... Los demás se han ido a buscarle pero... Él se ha ido.
...
¿Qué?
