Siempre he pensado que el amor sentido verdaderamente
debe demostrarse con actos y no palabras, y quedar entre los dos.Entre tú y yo.
Pensé largos momentos, y el amor, pensaba, no es para mí.
Apareciste tú, sin llamar, lanzando verdes y alegría,
azules, esperanza en mis paredes tintadas en escala
de grises.Y te reías.
Tú me decías: me encantan tus versos.
Y me mirabas con esa tierna mirada repleta de amor, y así es imposible
dejar de mirarte,
y sin embargo,
se notaba en los límites de tu sonrisa un amargo sabor,
un hondo dolor.
ESTÁS LEYENDO
Cuando las velas soplan
ŞiirY es que en esta vida las cosas van viniendo de forma que no las has buscado. Te caen encima como un jarro de agua fría o, en ocasiones, como una cálida manta en el helado corazón del invierno.