Capítulo 8
El reloj marcaba las 21:45 debía prepararme para la carrera. Tome unos jeans ajustados negros rasgados en la rodilla, una camiseta negra de los Rolling Stones junto con mi chaqueta de cuero y botines militares. Lo deje todo en mi cama y baje a revisar que están haciendo mi hermano.
-¿Dónde esta Charly?- pregunte mientras sacaba un chocolate de la alacena.
-Durmiendo en su cuarto- me miro- ¿Veras películas?- asentí- ¿Puedo hacerte compañía pequeña?-
-Lo siento Ian, pero tu sabes, estoy en mis días y eso- dije fingiendo incomodidad.
-Oh ya veo, mejor te dejo sola esta noche ¿vale?, no quiero que llores viendo el Rey León otra vez- dijo recordando. Cada vez que la veíamos yo lloraba como magdalena en la parte donde Mufasa moría, además era mi película favorita. Por eso me llaman a veces Simba.
-Gracias hermanito, te quiero- Puaj, demasiado amor de mi parte.
Subí corriendo. 21:55. Mierda debía apurarme.
Me duche rápidamente y me coloque la ropa,maquille mis ojos con delineador negro.No podía parecer niña buena hoy, tome una mochila y metí mi teléfono, chocolate, llaves, audífonos, navaja y recordé uno de los regalos que mi tío me había dado un par de años atrás. Revise debajo de la cama y saque una caja grande con cerrojo, dentro estaban mis recuerdos de pequeña, la caja de mi madre y al costado envuelta en mi pañuelo rojo de la suerte una Glock 9mm nueva con mi nombre grabado al costado, revise el cartucho y estaba lleno. La guarde dentro y enrosque el pañuelo a mi muñeca.
La parte difícil: Bajar sin que Ian se diera cuenta.
Cerré la puerta con cerrojo, prendí el televisor y programe la película, apague las luces y fui al balcón. Debía apurarme y una forma prudente demoraría mucho tiempo así que decidí bajar por el árbol. Las ramas rasguñaban mi cara y yo sólo intentaba no hacer tanto ruido pero un maldito pájaro me asusto y caí al suelo en un estruendoso ruido, corrí a los arbustos pero Ian nunca salió. Que gran cuidador, pensé.
Saque la motocicleta, la lleve a la calle y sólo después de haber avanzado unas cuadras subí y la encendí. El GPS en mi celular guiaba mi camino para no perderme. Al doblar a la derecha en el callejón distinguí a la cantidad de gente reunida. Putas por doquier con poca ropa, mucho alcohol y drogas por todas partes, además de varios competidores. Divise a Adam y marque el número que me había dejado escrito al reverso de la invitación.
Dos timbres y su voz grave llego a mis oídos.
-¿Quien habla?- lo veía confundido.
-La pequeña niña que te quitó tu caja de Fruit Loops- reí ante el recuerdo.
-¡Simone! ¿estas aquí?- vi como estiraba el cuello para ver mejor hasta que logró divisarme- Quédate donde estas voy por ti- y colgó.
Se acercó junto con unos chicos a sus costados. Se veía muy sexy con la camisa abierta y una camiseta debajo. Me sonrió seductora mente y beso mi mejilla.
-¿ Y quien es esta lindura Adam?- pregunto un chico alto y moreno.
-Me llamo Simone- sonreí mientras bajaba de mi motocicleta.
-Mucho gusto soy Edward, el es Michael y el Ashton- nombro a los chicos del costado- ¿ A qué debemos tu presencia pequeña?- fruncí el seño, odiaba que me dijeran pequeña.
- Quiero entrar- ellos se miraron entre sí y comenzaron a reír- Estoy hablando enserio- sus semblantes cambiaron y me miraron seriamente.
-Eres demasiado pequeña- dijo Ashton - Estos tipos son rudos no tendrían piedad contigo-.
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Self-destruction
БоевикAhora, en estos momentos me pregunto ¿Que estoy haciendo conmigo misma? ¿Que pasa con la chica fuerte que todo lo aguantaba? ¿Que pasa? ¿Donde está? Hasta hace unos meses atrás me veía disfrutando la vida como nadie, escalando la montaña y logrando...