Bakers VS. Owens ®|Terminada✔

25.-Un día con Dylan.

Mandy's POV:

Mandy Smith, 18 años, signo zodiaco acuario, soy lo que se dice "normal" he clavado algún que otro tenedor en la piel de las personas que odio, de mayor quiero ser modelo, pero todos sabemos que acabaré de cajera en un minimarket, ¿en los estudios? Bueno se intenta. Me considero sociable y una chantajista, pero esta vez, me la han colado a mi.

Estoy en Macdonal's, y aquí no es que precisamente pueda arruinar a Dylan. Mi idea era ir a un restaurante caro pedir lo más caro de la lista, aunque no me gustara y gastar la tarjeta de credito amarilla que lleva Dylan en su mano.

Cruzo mis brazos bajo mi pecho y muestro con mi rostro lo disgustada que estoy, Dylan ríe.

--¿Qué te pasa enana?.-se inclina para susurrarme al oido.

--Aquí no te puedo arruinar.

--Dijiste comer, no dónde. Esta vez, gané.-una risa burlona brota de sus labios.

Chasqueo la lengua y bufo.

He pedido una hamburguesa normal sin pepinillos, él otra con extra de pepinillos, saque mi lengua en significado de asco y el río al verme.

--No puedo creer que te gusten los pepinillos.-digo asqueada sentandome en una silla que está justo en frente a la suya.

--Desde pequeño.-se siente orgulloso.

Echamos ketchup a nuestras patatas y a nuestras hamburguesas. Quito el pan para encontrarme con dos pepinillos, siempre me ocurre lo mismo.

--Dije que no quería pepinillos.-digo apartandolos con la pajita de la bebida cómo si fueran gérmenes.

--Exagerada, se los quitas y ya, o me los das.-los coge y se los come. Lo miro como si fuese un bicho raro al haberse comido los pepinillos.

No me juzgueis, simplemente los odio.

Comemos tranquilamente, ni una sola palabra. El silencio ha vuelto, antes se ha presentado en el coche, ha sido demasiado incomodo y ahora vuelve a estar presente.
Me siento incomoda, lo único que se escucha es como mis dientes destruyen el alimento, o al menos es lo que a mi me parece que se escucha. 

Desde aquel "accidente" no hemos cruzado miradas ni palabras, solo hemos hecho como si no nos conociéramos de nada. Creo que debería romper este silencio, pero ¿con qué? ¿con el tema del beso? Ni loca.

--Gracias por guardar el secreto enana, no creí que cumplieses con tu palabra, pero me equivoqué.-me confiesa.

No dice nada del beso. Cobarde.

Tu tampoco dices nada.

Yo no soy una cobarde, solo que no me parece un tema adecuado para hablar o un tema que yo deba empezar, después de todo él me beso a mi.

--Deberías confiar más en la gente.-lo acuso de desconfiado.

--Y lo soy, pero de ti... no sé.

--Te acabo de demostrar que lo soy.

--Me clavaste un tenedor.-me muestra la cicatriz.

--Tu me provocaste.-alzo mis manos y me excuso.

--Eres tan rara.

--Hablo él chico que le gustan los pepinillos.

--Qué me gusten los pepinillos es lo más normal del mundo.

--No.

--Si.

--No.

Suelta un suspiro largo y sigue comiendo, lo bueno es que gané.