15.-Una cita sorpresa.

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Ya habíamos almorzado y empezaba a caer la tarde.

Estábamos en nuestros puestos. Me coloqué las gafas y un moño para esconder un poco mi rostro, y cómo dije, las esperaba en la sala de masajes.

La venganza se trataba de aplicar en la suave piel de Renee una crema que te dejaba verde la piel y con un cierto mal olor, ¿cómo la conseguí? Simple y sencillo.

Cómo no tengo primos ni nada a mis cinco años me aburría demasiado al estar sola, y una tarde decidí mezclar todos los productos de belleza de mi tía Ana, y después la probé conmigo y estuve unos tres días verde y con mal olor. Desde entonces tengo esa crema, no sé ni porque.

Mandy y Nicole han ido a poner en marcha el plan uno.

Atraer a la presa.

--Mandy, tienes qué ir a la sala de masajes, te hacen descuento y te echan una crema facial qué mira cómo te deja la piel.-dice Nicole gritando para que se enteré Renee.

--¡GUAU!.-dice Mandy muy exagerada, si, mentir no es lo suyo.

--¿Qué decis de la sala de masaje?.-se acerca a ellas con cierta superioridad.

--Te echa una crema que te deja la piel hidratada y limpia, mira.-dice Nicole posando sus manos en toda su cara.

--Tengo qué ir.-dice Mandy riendo.

--Te esperas enana.-Renee se retira de aquella conversación para ir a la trampa.

--Está chica es tonta.-dice Mandy suspirando.

--Demasiado, no sé cómo una chica tan fresa y con tantos aires de ricas está en éste campamento.-dice Nicole negando con la cabeza y cruzandose de brazos.

--Déjala, se cayó de la cuna al nacer.-ríen ambas.

Emily ha llamado a las chicas que dan masajes para que les de un masaje a ella y Summer. Se han sacrificado demasiado.

Renee entra apresurada, con una bata en la que su nombre se encuentra bordado en rosa.

--¿Descuento? ¿Aquí?.-me dice.

--Si querida el cincuenta por ciento.-digo con una voz chillona.

--Perfecto déjeme cómo nueva.

--Querida, soy la que echa la crema.-río.-la de los masajes salió un momento.

--Da igual. Echame esa crema ya.-me exige.

--Si querida.

Pey no le pegues, aguanta, tu puedes, me doy ánimos a mi misma.

Tras extender toda la crema por su cara, sin dejar nada, guardo la crema en mi bolso.

--Querida, todo listo, espere unos minutis y se la puede quitar. Me tengo que marchar, espere aquí a la otra chica.-digo.

--Si, si, puede retirarse.-me dice con aire de superioridad, ¿se cree rica de verdad o qué?.

Me llevé su bata, dejándola en un simple bañador de palabra de honor y negro. Cerré la puerta sigilosamente y vi llegar a las mujeres de masaje. De puntillas y cuidadosamente fui al ascensor para ir a mi planta. Me quite mi moño mal hecho dejando unos risoa caer, y guarde las gafas en el bolso.

Allí estaban ellas, esperándome nerviosas. Cuándo aparecí en el campo de visión de cada una, corrieron hacia mi. No sé ni cómo estaba con la bata de Renee puesta.

--¿Y?.-dicen al unísono.

--Todo está listo.-guiñe un ojo.

--Así se hace.-chocamos nuestras palmas.

Bakers VS. Owens ®|Terminada✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora