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(Una tortura eterna y una traicion)

El infierno, aquel lugar donde todos los malvados estaban condenados a una tortura eterna; en muchas ocasiones era justa ya que sus actos eran los que definían la situacion de las malevolas almas y sus contaminadas memorias repletas de recuerdos y cada uno mostrando las poderosas razones para estar ahi; muchos aceptaron gustosamente su lugar mientras que otros se negaba reaciamente aceptar pero sin embargo, ellos estaban consientes de que sus actos fueron la perdicion que los trajo ahi.

Pero apesar de todo eso en aquel lugar que tenia cierta apariencia desolada pero aparte también tenía  una excéntrico y curioso parque de diversiones... justamente ahí se alojaba un alma que no pensaba como los otros, este mas bien estaba inconforme y pensaba que con sus actos lograría un digno lugar en el paraiso y no esta tortura…

-¿No crees que ya fue suficiente? es la enésima vez que vuelves a esa celda, todo por otra riña y por no controlarte- le reprocho un saiyajin mientras ayudaba a levantar a su compañero que estaba herido.

-Ya no me importa Tora, tu sabes que ya no soporto este asqueroso lugar lleno de insectos- decia muy furioso el otro saiyajin.

-Pero tu sabes que eso definiría tu lugar Bardock, ahora ya no podras ir al paraiso para reunirte con ella- resoplo preocupado Tora.

-Ese maldito gordo con cuernos jamas quizo darme un juicio y apesar de los cambios que he hecho, jamas lo hizo apesar de que me prometió llevarme al ella- espetó furioso Bardock.

-Pero no crees que...- cuando Tora iba a decir algo Bardock lo recortó - ya no me interesa ya todo se fue al caño, vete...quiero estar solo- ordeno el saiyajin exasperante.

-Dah! Como quieras- mientras el duo se separaba Bardock se fue caminando hasta llegar aun sitio deshabitado donde habia puras espinas y rocas. Apesar de ese ambiente a Bardock siempre se situaba ahi ya que era el unico lugar donde nadie lo molestaba.

Mientras estaba ahi… no hacia otra cosa mas que expresar su rabia y su frustración, al parecer todo lo que hizo fue en vano y lo peor de todo es que en verdad amaba y extrañaba a su esposa, pero las circunstancias los obligaron a ambos a estar separados quizas, por una larga eternidad.

-¡Demonios!- exclamaba muy molesto el saiyajin de cabellos alborotados - mi Gine haria cualquier cosa por reunirme a tu lado, pero…ya no tengo nada a mi favor, estoy acabado- Bardock se tomo el rostro y los cabellos con fustracion ya hacia tiempo que no se sentia asi, quiza despues de su derrota, la muerte de sus seres queridos y la destruccion de su planeta a manos de freezer y que curiosamente el era el causante de las riñas que provocaban mas de mil penurias al saiyajin.

Mientras Bardock estaba perdido en sus pensamientos escucho unos ruidos extraños y no tardo en darse cuenta de no estaba solo y consecuente de eso lo estaban espiando.
Bardock se levanto alerta para ver quien se atrevía a molestarlo pero no habia nadie, pero esto no convencio al macho de que estaba solo.

-¡Deja de ser un cobarde y muéstrate, no estoy de humor para soportar tus patrañas!- espeto Bardock muy irritado. Pero simplemente espero un rato pero no salia nadie, este gruño muy molesto y volvio a su sitio, Pero en ese momento unos pasos y una extraña voz o voces por decirlo asi lo volvieron a alertar.

-Se lo mucho que estas desesperado...por irte de aqui- hablo un par de voces femeninas que hablan al unísono. -Se lo mucho que has sufrido con esa tortura eterna y que te mueres por reunirte con ella.

Del Infierno Con Amor【バーダックと チチ】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora