Capitulo III - La caída del imperio azteca

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No tenía nada que lo hiciera especial entre los demás, solo su capacidad de sentir y ver los muertos al igual que las criaturas del mundo espiritual pero tampoco era el único con esa capacidad, los sacerdotes no comprendían la razón del porque el joven meditaba tanto tiempo, algunos de sus compañeros pensaban que era debido a que casi no dormían por los rituales ceremoniales que se hacían al anochecer, otros rechazaban esa teoría, ya que les parecía algo anormal que Xocklotix mantuviera la misma postura sin moverse durante horas sin inclinarse un poco durante horas. El joven necesitaba explorar nuevas experiencias para llenar el vacío que su madre le causaba al no estar con él, sus sacerdotes no parecían estar tan preocupados y eran conscientes de que no dormía, sino reflexionaba y mantenía atención a sus pensamientos e intuiciones.

Hasta que un día, los españoles empezaron a tener la vaga idea de que los aztecas conspiraban contra ellos, se reunieron para formar un plan de ataque, no estaban dispuestos a perder su paraíso lleno de riquezas ni tampoco a ser exiliados de Tenochtitlan. Esa misma tarde, los españoles ordenaron a Moctezuma que no dejara salir ni entrar a nadie en Tenochtitlan, de esta forma, tendrían tiempo para formar un plan para derribar el imperio azteca.

El 27 de Junio de 1520, Moctezuma salió a su balcón acompañado de varios soldados para mencionarles que había tomado la decisión de dejar el poder, pretendía negociar con los españoles para dejarlos salir del pueblo, mencionaban que era constantes y frecuentes las bajas de sus ejércitos a lo que el pueblo respondió agresivamente con un lanzamiento de piedras y flechas, Moctezuma había denegado la capacidad para los españoles de salir de Tenochtitlan y además de ello había decretado que el nuevo emperador seria Cuauhtémoc.

Los soldados de Moctezuma lo defendieron con escudos, por desgracia Moctezuma falleció a pocos instantes de recibir tres pedradas en la cabeza, brazo y pierna, muriendo por una herida en la cabeza. Hernan Cortes en ese instante, lloro por él, al igual que sus soldados y capitanes, se trataban con mucha devoción y lloraban como hubiera sido su padre, era el mejor hombre que habían conocido, tan bueno, se decía que hace diez y siete años que había gobernado y dominado tres desafíos que tuvo sobre las tierras violentamente.

El 30 de Julio de 1520, los españoles habían perdido gran parte de sus ejércitos y parte de sus riquezas había sido resguardada por los tlaxcaltecas, quienes eran parte de sus aliados que muy pronto se convertiría en su terrible decisión. Xocklotix parecía estar enfurecido por este acto tan cobarde, no se explicaba cómo mantener su furia y descontento, quitarle la vida al emperador de por si era algo grave, pero aún más grave era matarlo sin razón alguna, solo por sospechas sin fundamentos fiables, esto le parecía inaceptable e indigno para un ser humano, incluso le parecía imperdonable.

Además de escuchar en camélcac sobre las violaciones de muchas indígenas por parte de los españoles, sin incluir el hecho de que se estaban llevando a cabo la constante explotación de las minas de oro, muchas cosas causaban descontento a Xocklotix. los españoles al oír de el, no solían llamarle Xocklotix sino Luciel a diario, por lo que poco a poco, las demás criaturas espirituales al escuchar este nombre tantas veces, optaron por llamarlo de igual forma.

Xocklotix se dirigió al patio como a las tres de la madrugada, tomo su collar con sus manos y dejo caer una lagrima sobre sus mejillas mientras el sacerdote y sus compañeros estaban en un ritual ceremonial sin él, invadido por el sentimiento de soledad, incomprensión, había visto gran parte de la historia de Tenochtitlan, las batallas, la violencia, caballos galopar con las fuerzas de los rayos, los hombres caer de sus caballos con escopetas y rifles. Aliviado de no ser el que desterraría a los españoles en esa época, sin embargo no estaba salvado de cerrar el ciclo y abrir uno nuevo.

Xocklotix no se percataba mucho sobre esto, dentro de esos tantos saberes que había leído, existía un papiro que explicaba la forma de lograr un cambio dimensional de tiempo el cual lo haría viajar al pasado, donde su cuerpo eterico se manifestaría en otro lugar, explicar este suceso de transportación eterica era sencillo, pero difícil de lograr, esta era la razón su afán de meditar, podía entrar en trance con facilidad, solo había una forma de complementar la técnica del viaje dimensional del tiempo, en la cual tendría que entrar en estado de jinas.

Luciel y el regreso de la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora