Capitulo IX - Batalla contra reptiles

30 4 0
                                    

—¿Cómo lo sabes? —Cuestiono Luciel sorprendido.

—Y seguro te llamas Luciel, lo se porque lo leí en tu campo energético, me adentre a tu subconsciente mientras me hablabas, se todo tu pasado y lo que viviste, vaya, jamas había visto a alguien con un pasado tan macabro y sanguinario —Respondió Rufinicus compadecido.

Rufinicus avivo la fogata con una pequeña roca, creando fricción entre las dos rocas. Se levanto, dándole la espalda a Luciel y sacudió sus manos entre ellas.

—¿Qué conoces de mi pasado? 

—Tu pueblo fue masacrado en masa por invasores extranjeros de otras tierras, nunca se supo la identidad de tus padres biológicos, por lo que una mujer se encargo de cuidarte, te alejaron de ellos durante cinco años para entrenarte, intentaron matarte en varias ocasiones y siempre fuiste consciente de que estuviste a salvo por concentrar tu energía creadora en ese collar que llevas puesto, esa es la razón por la que has caído en esta realidad, pero de lo que no fuiste consciente fue que ese collar llamaría a la oscuridad para arrebatarte esa capacidad en ti

—¡¿Me estas diciendo que yo invoque una realidad en la que la tierra estaría en riesgo de una profunda oscuridad?! —Exclamo Luciel con preocupación.

—No, estoy diciendo que debido a que nunca limitaste al ego que existe en todos, este ser energético de baja frecuencia ha contaminado en parte el collar 

—Y ¿Cómo evito que la oscuridad profunda destruya a la humanidad en su nivel espiritual?

—Es muy tarde para hacer algo, solo queda enfrentarla directamente y una vez derrotándola, tendríamos que hacer una purificación al collar para alejarlo de las bajas frecuencias energéticas —Sugirió Rufinicus con seriedad.

Aquella noche el joven alienígeno había preparado una pequeña casa temporal para dormir. Sin embargo Luciel había pasado la noche en vela recordando su pasado, sus acciones y sus consecuencias.

Mientras tanto Lanidar recorría las dunas áridas, invadido por el frió nocturno, mirando hacia la luna, cuestionándose ¿porque se encontraba en la tercera dimensión? ¿que seria de la humanidad si no encontrara las llaves astrales? ¿encontraría la civilización astral o moriría en el intento? ¿quien tomaría su lugar en caso de morir en el intento?. El joven elfo se veía envuelto en un asunto de seriedad e importancia respecto a la humanidad, sentía que era una gran responsabilidad en sus manos.

El joven marinero seguía sin comprender porque al caer el rayo Milthar había cambiado en su forma de comportarse, era como si un demonio tomara control sobre ella. Invadido por la curiosidad, espero hasta que anocheciera para hojear el libro por completo hasta comprender que «el rayo de la muerte oscura» no hablaba en un lenguaje literal, sino figurado y espiritual, no seria Milthar quien moriría físicamente, sino su forma de ser.

Estas palabras perturbaron al marinero, había pasado la noche en vela, tratando de buscar una solución al problema, pero lamentablemente las respuestas eran escasas y un poco arriesgadas, debido a que el no conocía sobre la espiritualidad ni los métodos de purificación. Preocupado por lo que llegaría a acontecer si la oscuridad no llegara a ser frenada, salio a tomar aire y desde la cubierta del navío, miro el mar, la luna y las estrellas sin decir una sola palabra, un silencio abrumador que seria la señal de graves problemas a futuro.

La noche paso fugazmente y los jóvenes aventureros habían despertado. Rufinicus parecía tomar con bastante seriedad el hecho de escapar de la ciudad subterránea, en cambio Luciel tenia un extraño presentimiento de que les seguían el rastro, no sabia quienes ni como, algo dentro de el le advertía que debían apresurarse lo mas pronto posible. Mientras tomaban camino hacia la salida, Luciel parecía avanzar con el paso rápido, mirando hacia los lados, el joven alienígeno parecía mantenerse alerta ante la actitud de su compañero.

Luciel y el regreso de la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora