Día 3- II
El resto del día no había sucedido nada que fuera interesante o relevante en la que ahora era su vida, como la de todo un gato que se respeta lo que hacia era : dormir, comer, rascar en los sillones, comer y dormir. Por lo menos así había pasado el día
Por otro lado en el Santuario Marino. Anfitrite daba vueltas al rededor de la urna en la que se encontraba el alma de su esposo Poseidon, la Nereida maldecía a Athena, por encerrar nuevamente a su esposo y algo debía hacer, para vengarse. La Diosa/Nereida tenia una sonrisa en sus labios, sus Generales Marinos se hallaban frente a ella de rodillas y con la cabeza gacha en señal de respeto, esperando las ordenes de su ahora Diosa.
—Athena debe pagar lo que a hecho— la Nereida repetía eso una y otra vez, sin importar que aburriera a sus guerreros de tanto oírla decir lo mismo. La Diosa paro en seco para sorpresa de los Marino—... Mis Generales Marinos, se que en la misión de reconocimiento de hace unos tres días, perdimos al General del Pilar del Pacífico Sur, un hecho lamentable...— en su voz no se oía ni un ápice de dolor por la perdida del General—Pero, hay un lado bueno, Eo de Scylla dio de baja al Caballero del Signo de Acuario, es un Dorado menos que enfrentar...—movió sus cabellos celestes casi a blanco a un costado de su cara, al mismo tiempo que una sonrisa de triunfo aparecía en su rostro— A llegado la hora del que el Santuario de Athena, caiga...mañana esa Diosa no tendrá Santuario...
Día 4
La mañana, igual que el segundo y tercer día, tuvo que despertarlo, aguantar que Kanon fuera al templo cada cinco minutos, y luego una reunión de Santos Dorados, en la cual se escabulló sin que nadie se diera cuenta de su presencia, podría ser un gato, pero aun así quería estar al tanto de lo que ocurría con el Santuario y la Diosa que alguna vez juro proteger. Las noticias no eran nada buenas. Según informes de Santos de Plata, los guerreros pertenecientes al ejército de Anfitrite estaba haciendo presencia en la superficie hace unas cuantas horas, y sus cosmos sedientos de venganza amenazaba con destruir todo a su paso, sin importar que fueran pueblos o ciudades repletas de personas inocentes .
«Y yo sin poder hacer nada»
Rabia, eso era lo que sentía, en el estado que se encontraba nada podría hacer para ayudar en esta posible guerra, para eso, debía descubrir a esa persona que tiene algo pendiente con él, pero de lo que no se había dado cuenta era que no apareció en el Templo del Escorpión Celestial por una casualidad o por que Milo fuera su mejor amigo, no nada de eso era cierto, si apareció en ese lugar fue por otra importante y gran razón.
Los Caballeros se comenzaba a retirar a sus templo, decidió hacer lo mismo, llego al templo de Escorpión antes que el dueño de este. Cuando Milo llego se llevo la sorpresa de ver una imagen muy tierna, Sombra se encontraba en una especie de hamaca tejida que había comprado, a su parecer el pequeño gato estaba muy cómodo en la posición que se encontraba.
—Hola peque— el gato solo lo quedo mirando, movió la cabecita como diciendo -hola- para luego hacer algo común en los felinos, dormir— Salgo, duermes, vuelvo y sigues durmiendo... Jaja la vida de un gato se ve bastante cómoda
«Si lo que digas, deja dormir»
No supo cuanto tiempo se la paso durmiendo, pero comenzó a despertar cuando llego a sus fosas nasales un delicioso aroma que le encanto, primero levanto su nariz para percibir mejor el olor, cuando supo que era, se levanto de golpe de la hamaca en donde se encontraba, vio a Milo salir de la cocina con algo en las manos, y justo era el postre griego que mas le gustaba, un Portokalopita*
«Dioses, yo quiero de eso»
Siguió al griego al sillón, en donde Milo se había acomodado para comer un pedazo del postre, comenzó a maullar para que le diera a probar, hace mucho que no comía de ese postre, Milo lo hacia una vez a las quinientas, solo por que el peliazul prefería el Milopita* .
«¡Milo yo quiero!»
Sus maullidos se hicieron mas fuertes, pero eso no hacia mas que hacerle gracia al peliazul, cuando su gato se subió a sus piernas para tratar de comer algo de lo que tenía, levantó el plato sobre su cabeza, impidiéndole la llegada al postre, Camus se afirmo de uno de los hombros de Milo y desde ahí trataba de llegar al plato, pero estaba fuera de su alcance. Milo se rió divertido, con el tenedor tomo el ultima trozo que le quedaba y se lo comió de un solo mordisco.
—Loh sientho poqueño pero...— trago— ah, no queda mas...— le mostró el plato vacío, sin ni una misera migaja, Camus olfateo el plato en busca de algo aun que fuera lo mas mínimo quedara, pero no encontró nada.
«Eres un glotón...ja no me digas que no queda, por que yo estoy viendo algo de ese Portokalopita justo frente a mi»
Se comenzó a acercar al rostro de Milo guiado por las ganas de probar ese postre y por el olor que le llegaba a su nariz. Cuando llego a su rostro comenzó a lamer el contorno de sus labios, cerro sus ojos al sentir el sabor del postre que hace mucho no probaba, por lo mismo no sabia donde lamia, de repente llego a una parte que encontró suave y mas dulce.
«¡Una fruta!»
La mordió pensando que era eso, pero se dio cuenta de su error, al escuchar un quejido de dolor, abrió los ojos como platos al darse cuenta de lo que verdaderamente esta mordiendo... ¡Los labios de Milo!
Se separo de golpe, quedo viendo al griego con los ojos bien abiertos. Milo se lamió el labio que fue mordido de donde salia un poco de sangre, Dioses que ganas de morderlos de nuevo... ¡Que estaba pensando! Si eso hubiera pasado con su verdadero cuerpo, eso hubiera sido.
¡Dioses, un beso!
◆◆◆
Hola
¡Se dieron un besooooo! ¡¡¡Ah!!! * grito fangirl*
Oka ya me calme , ahora aclaraciones:
Portokalopita*: tarta de naranjas
Milopita*: tarta de manzanasAmbos postres griegos, o así salia en Google- san, bueno eso
Chao
ScorpioNoMilo ✌
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Entre Cuerpo y Alma.
FanfictionLuego de una pelea con un enemigo del Santuario, queda gravemente herido. Su alma se separa de su cuerpo y se convierte en un pequeño animalito, que termina siendo encontrado por la persona que ama, con quien pasara, los últimos días que su cuerpo r...