*Final alternativo*

1.7K 131 85
                                    

Después del matrimonio, obviamente viene la Luna de Miel, y desde esa ultima noche de pasión las cosas se habían puesto un poco extrañas, con decir que Camus había comenzado comer no como para dos sino que por tres, y eso extraño a Milo.

" Si sigue comiendo hací va a engordar... Nah que importa, tengo mas de donde agarrar 7u7"

Otra de las rarezas que noto, eran unos pequeños cosmos que se sentían de vez en cuando en su templo o en el de Acuario, además podía sentir perfectamente que lo seguían para todos los lados a los que fueran. Ya comenzaba a pensar en que se estaba volviendo loco.

Pero la cosa no termina hay, también encontraba sumamente raro el cambio de humor tan repentino del Caballero de Acuario, hasta ya lo encontraba parecido a Saga. Por que de la nada se enojaba o le hacia la ley del hielo por casi un día entero, y luego andaba lo mas normal como si nada hubiera pasado, incluso una vez lo encontró llorando, ¿Llorando?, ¿¡Él!? Para que eso pasará debía ocurrir algo que en verdad fuera malo, o que algo malo le pasara a un ser querido del francés. Ya se imaginaba hasta que Kanon había resucitado y que algo le hizo, aunque a decir verdad la cosa no era tan grave como se lo imaginaba, solo estaba viendo unas fotos de cuando eran unos tiernos e inocentes niños.

"Extraño"

Aunque lo peor estaba por pasar.

El día había sido bastante tranquilo, demasiado a decir verdad, y eso ya lo encontraba extraño de que nada raro pasara, pero aun así sentía que ese día no terminaría como le hubiera gustado. Ambos estaban en la sala del templo de Acuario, aunque suene raro los dos leyendo, Camus un libro y Milo por el celular.

— ¡NOOO!—  con semejante grito hizo que Camus lanzara lejos el libro— ¡Pero como hace eso!

— ¿Que paso?

— La autora de este 'libro' esta loca...— lanzo su celular al sillón que tenia en frente, al mismo tiempo que Camus iba a buscar su libro— ¡ Como después de todo lo que pasaron, lo mata!, ¡¡lo mata!!, ¡Sin piedad alguna fue atravesado por una daga!... Dioses, cuanta crueldad.

— Quien habla de crueldad, el que mata a sus enemigos con agujas venenosas.— se cruzo de brazos frente al griego, que lo miraba esperando la llegada de la cosa extraña del día por parte de su pareja.

— Ah pero tu lo has dicho; a los enemigos, no a un inocente, ¡Como en esa historia!— miro con un ligero odio a su celular en el otro sillón.

— Ay Milo, siempre te enojas por estupi...— de la nada le había dado un fuerte mareo— deces...

Milo había levantado la vista en el preciso momento que Camus caía al suelo, no logro reaccionar a tiempo, por lo que solo alcanzo a evitar que desde un poco mas arriba de la cintura no tocara suelo.

— ¡Camus, reacciona!— y hay estaba la cosa rara del día, el guardián de Acuario se había desmayado de la nada, algo que nunca le había pasado antes, con cuidado lo tomo en sus brazos y lo acomodo en el sillón mas grande— Camus, por favor, no me asustes, reacciona.

En su desespero, no se dio cuenta de que una de sus manos estaba sobre el vientre del galo, solo se percato de ello cuando sintió esos dos pequeños cosmos responder a su tacto.

— Imposible...— miro a Camus por unos momentos, para luego volver a dirigir su mirada a su vientre, en donde aun reposaba su mano, con la cual acaricio ligeramente esa zona  recibido una respuesta mas intensa por parte de los pequeños cosmos, confirmando sus sospechas— por todos los Dioses del olimpo, no me lo creo.

¡Seria padre!,  era lo mas hermoso que le había pasado en toda su vida, y lo mejor era que tuvo esa felicidad gracias a la persona que mas amaba en este mundo. Sonriendo como idiota lo llevo a la habitación para que pudiera descansar mas cómodamente. Esperaría hasta que despertara para poder preguntarle, ¿Por que no se lo había dicho antes?

Entre Cuerpo y Alma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora