Capitulo 11

1K 95 34
                                        

Como Milo cuidaba a Camus, así mismo Kardia cuidaba a Degel. El gato negro al ser lanzado contra la pared por el bruto de la copia pirata, se había roto una de sus manito y ahora tenia un yeso en ella, el cual Kardia trató de quitárselo muchas veces al no saber que era esa cosa blanca, pero se rindió donde no lo pudo sacar. En ese momento la gatita se encontraba pasando su lengua por las orejas de su compañero.

Milo solo la veía cuidar de Degel como si fuera su pareja o algo por el estilo, se identifico de inmediato en Kardia, ya que él mismo estaba cuidando de Camus en el templo de Acuario hasta que este volviera en sí. Le había sanado cada una de sus heridas e incluso, le había dado un baño para sacar todo rastro de sangre seca que hubiera en su cuerpo. Ahora estaba acostado en la cama a un lado de su pequeño aguador, le parecía irónico llamarlo "pequeño" siendo él menor que su adorado Camus.

Se acomodo mejor en la cama, quedando a pocos centímetros de distancia del rostro de Camus, Milo quito unos cabellos que caían por su rostro, para darle un beso en la comisura de sus labios y acomodarlo entre sus brazos.

— Mañana sera el castigo de Kanon, aunque hubiera preferido darle de baja yo mismo, aun así se que se hará justicia y no nos volverá a molestar.— cubrió a ambos un poco mas con las cobijas para dormir, pero antes de caer en los brazos de morfeo sintió el peso de los gatos al subir a la cama.

A la mañana siguiente hubiera seguido durmiendo de no ser, que sintió movimiento por parte de Camus entre sus brazos, se despertó solo para ver si su cubo de hielo había abierto los ojos,  lo encontró acurrucado contra su pecho aprovecho para pasar una de sus manos por su cabello para luego darle un beso en la frente, acto que sin darse cuenta termino por despertarlo. No dijo nada, solo se que mirando a Milo en silencio para ver que haría suponiendo que estaba dormido, oh bueno eso iba a hacer hasta que callo en cuenta de en donde se encontraba y con quien.

— ¿Milo...?

— ¡Camus, despertaste al fin! — sin esperarlo Milo comenzó a darle besos por todo su rostro, mientras le decía cuanto lo amaba— No vuelvas a darme un susto así.

— ¿Como me encontraste?

— Antes de me des las gracias y toda la cosa, dejame decirte que no te hubiera encontrado tan rápido sin ese par.— apunto a los pies de la cama donde se encontraban ambos mininos aun durmiendo. Kardia se movió dejando a la vista de Camus la mano enyesada de Degel.

— ¡Mi amor!, ¿que te paso?— lo tomo como si se tratara de un bebe, para examinar su manito.

— Ni a mi me hablas así.— Milo se cruzo de brazos mientras hacia un puchero.

— ¿Celoso de un pequeño gatito, mi bicho?

— No...

— ¿Seguro...?— dejo a Degel sobre la cama de nuevo.

— Segurisimo.

— No te creo. — aun que le costara un poco moverse, se subió de todas maneras sobre las piernas de Milo, el cual le rodeo la cintura con sus manos, luego solo sintió los labios de su pareja sobre los suyos— Ahora si dime que paso.

Mientras desayunaban, por obvias razones en la cama, Milo le fue contando todo lo que tuvieron que hacer para encontrarlo, por que no se dejaría todo el crédito para él, tenia que darle su cuota de heroísmo por decirlo de alguna manera, a los gatos.

—¿Seguro que quieres quedarte aquí?

— Anda, no pasara nada, además si voy tendrías que cargarme todo el tiempo.

— Por mi no hay problema— sonrió juguetón, pero rápidamente esa sonrisa se fue— Camus, ven conmigo a la Cámara de Athena, por favor. Cometí el error de dejarte solo una vez y ya ves lo que paso, no quiero que eso pase de nuevo.

— Milo, tu mismo lo dijiste Kanon esta en las Prisiones del Santuario, no podrá salir de ahí, de no ser que alguien lo saque. Ve tranquilo, nada malo pasara.

— ¿Me lo prometes?

— Te lo prometo.

— ¿Por la garrita?— le mostró su dedo meñique. Camus rió levemente para sujetar su meñique con el de Milo.

— Por la garrita, ya vete.

— No tardare, nos vemos.

Se fue no muy convencido, después de todo no estaría tranquilo hasta que Kanon estuviera cumpliendo condena en algún lugar alejado del Santuario. Cuando llego a la Cámara de Athena se sorprendió al ver hasta Caballeros de Bronce en ese lugar, tal parece que el chisme de lo que había pasado corrió por todos lados, para lograr que hasta los Santos de mas bajo rango quisieran conocer el castigo que se le daría al gemelo menor de Géminis. Con dificultad logró llegar a donde se encontraban los demás de la orden Dorada, esperando que llegara su Diosa y el condenado, como había comenzado a llamar a Kanon. Muy a su pesar Saga no podía intervenir para nada en el castigo que se le otorgaría a su hermano.

Luego de esperar unos cuantos minutos mas la Diosa apareció tras las cortinas, seguida de ella el Patriarca y escoltado por unos Santos de Plata venia Kanon. Saori tuvo que esconder la expresión de asombro al ver a sus 88 Caballeros en la Cámara Principal. El así llamado juicio comenzó, se dieron a conocer los acontecimientos a todos en el lugar, y por cada palabra dicha por Athena,Milo quería lanzarse a golpear a Kanon hasta que muriera.

—  Dado a las circunstancias, tu condena sera...— callo unos momento para pensar si su decisión era la correcta, pero eso fue paso para que los Caballeros comenzaran a dar su propios castigos.

— ¡ A la hoguera!, ¡Quemenlo en el coliseo!

— ¡Que lo cuelguen de las cejas!

— ¡Sometanlo!

— ¡Cortenle a su amiguito!

— ¡Rapenlo, no mejor cambienle el sexo, ya se servicio comunitario!

— ¡Destierro o la muerte!

— ¡Si, pena de muerte!

— ¡Silencio...! — Shion los hizo callar para que su Diosa pudiera continuar.

— Gracias Shion. Kanon en estos momentos el castigo mas apto para ti seria la muerte...— se oyeron algunas expresiones de satisfacción por parte de los Santos, pero era demasiado pronto para celebrar— Pero, al ser el único familiar de Saga de Géminis, no podemos arrebatarte la vida, por lo tanto, seras encerrado de por vida en una celda especial que bloqueara tu cosmos, además en aquella celda no veras la luz del día, antes de eso debes pedir el perdón de Camus de Acuario y Milo de Escorpión.

— ¿¡ Que !?, ¡Athena tu estas loca, nunca voy a pedir perdón por reclamar lo que me pertenece!

—¡Yo no soy ningún objeto, Kanon!— Milo apretaba ambos puños conteniendo las ganas de matarlo.— ¡Y mucho menos tuyo!

— Eso, esta por verse...— se libero de los Santos de Plata como si no fueran nada, y dando una sonrisa mas que escalofriante desapareció.

Milo reacciono y sin decirle nada a nadie salio de la Cámara corriendo, tenia un solo lugar al cual llegar lo mas rápido que sus piernas se lo permitieran.

« Milo te lo aseguro, nada malo pasara, quedate tranquilo, nos vemos después.»

«Ve tranquilo, nada malo pasara.»

" Se parecen demasiado, la misma frase dicha de distinta forma... ¡Maldición no dejare que suceda de nuevo! "

◆◆◆

¡Hola!

Saben que me gusta dejarles el suspenso xD.

Lamento la tardanza pero es que me puse a ver Ao no Exorcist y se me fueron los días xD.

Chaito.

ScorpioNoMilo. ✌

Entre Cuerpo y Alma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora