Tú no tienes la culpa.

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No, no me pidas perdón por esto.

Levanté la vista para encontrarme con él, esos ojos celestes me observaban, eran penetrantes como si intentaran decirme algo pero de manera insegura.

"Perdón", susurro.

Negué una y otra vez.

—Damon, no. Tú no tienes la culpa, yo cometí el error de haber ido a aquella fiesta y dejar que ese chico me besara, no puedo perdonarte porque la culpa es mía.

Un pero se escapó de su boca, pero se arrepintió y enseguida asintió, bajando la vista.

—Esta chica parada frente a ti ja sido una estúpida por hacerte esto, y lo lamento. Pero créeme,—Mis manos estaban sudadas de los nervios, suspire—No quise que ocurriera.

Distance Notes; 02.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora