Lágrimas corrían en mi cara, no puedo creerlo, no podía creerlo, porque la vida es tan injusta a veces.
—¿Karol? —Mamá entró a la habitación del hotel preocupada— ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?Quite la mirada de la pantalla y la dirigí a ella.
—Ma-mamá —inhale aire tragando mocos—, es la-la película mamá —lloré mas fuerte, no me culpen, las películas por lo general me ponían muy sentimental.
Ella abrió los ojos y miró la pantalla— Bueno, no me vuelvo a preocupar por ti hija, eres rara.
—¿¡Qué?! ¡Mamaaaa!
Ella ríe negando— Saldré a cenar con algunas personas, cosas de adultos Karol —asiento mientras me arropo mas con las cobijas—. ah, y Nicolás está al teléfono.
—¡¿Qué?! ¡¿Y por qué no me dijiste eso antes madre?! —salí corriendo hacia la sala de la gran habitación de hotel.
—Te gusta ese chico, ¿eh? —mamá bromea y le hago una señal para que haga silencio.
—Nicolás —sonrio al teléfono.
—Enana prehistórica ¡Entonces te gusto! —Nicolás bromea.
—¿Si digo que sí que dirías?
—Que estas loca o por lo menos confundida. Aparte, estas en la friendzone por mi lado.
—Te amo —solté de la forma mas seria posible, después escuché silencio al otro lado y fue cuando solté y una gran carcajada.
—Idiota.
—Ventajas de ser actriz, bebé.
—No me digas bebé, suena horrible. ¿Que te dieron de comer Karol? ¿Estas en las drogas?
—KAROL QUERIDA YA SALDRÉ —mi madre grita y me despido de ella.
—Estoy bien —suspiro—... Bien confundida.
—¿Qué pasó?
—Yo... No sé que hacer. Estoy confundida y quiero... Quiero explotar pero no puedo, odio sentirme así.
—Yo te puedo ayudar con eso.
—Gracias... Te quiero, eres el mejor.
—Lo sé, cuando llegues de nuevo a Buenos Aires haremos muchas muchas cosas juntos, pero ahora te dejo porque la tarifa a larga distancia está cara.
—Bueno —respondo riendome.
—Adiós Karol.
—Chau.
(...)
Estaba lloviendo lo mas fuerte que te puedas imaginar, eran las tres de la mañana, la luz se había ido y estaba sola.
Mamá había llamado hacia las doce de la noche preguntándome si me encontraba bien y diciendo que ella debía quedarse en el hotel donde estaba cenando por la tormenta, todo estaba perfecto hasta que empezó a tronar con fuerza y estaba bajo las cobijas que me hacia sudar demasiado.
Vale Karol, ningún monstruo te va a comer. Osea no es posible.
«Ruggerito» escribo en mi teléfono y envíe un mensaje.
No sabia lo que hacia. Dejenme.
«¿Por que me estas enviando mensajes a las tres de la mañana?»
«¿Y tu porque estas despierto a esta hora?»
«Estoy viendo una película»
«¿Con que luz?»
«Karol, en la computadora... Ya estaba cargada... ¿Estas bien?»
«No» «No hay luz. Tengo miedo y mi mamá no está, es mas, ahora estoy abajo de las cobijas» respondí y suspire.
Sinceramente no se en que momento se me ocurrió escribirle, ni sabia que estaba despierto.
Bien Karol, lanza ese telefono, duermete y nada de esto pasó.
Mi teléfono vibro un par de veces y estaba entre la opción de verlo o dormirme. Un relámpago seguido de un trueno hizo ponerme los pelos de punta, tome rápido mi teléfono.
«Puedes venir a mi habitación si quieres»
Leí ese mensaje unas diez veces antes de pensar que contestar.
«Bien» escribi y apague la pantalla.
Un rayo mas y me puse la manta en mi cabeza, tome las llaves de la habitación y salí.
Para mi suerte las habitaciones estaban continuas, me pegué mentalmente por no traer mi teléfono, esto estaba oscuro.
Un relámpago alumbró el pasillo y me emocioné mentalmente al saber que no estaba del todo perdida. Toqué la puerta y un Ruggero en pijama apareció al otro lado.
No sabia que hacer, ni se porque estaba aquí, un trueno mas y me lancé a abrazarlo de la nada.
Cabe decir que yo era enana y el alto.
—Se que soy muy sexy y no puedes vivir sin mi Karol, pero me estas dejando sin aire —me separé un poco de él y le mire.
—Si, bueno, tengo un poco de pánico al sonido que hacer los truenos...
—No te preocupes, estas conmigo.
Le sonrei pero de la nada sentí una sensación de alivio y mi cuerpo no pudo contenerse mas que cai.
Minutos mas tarde estaba abriendo mis ojos, estaba tan concentrada en la luz que ocasianaba los relámpagos que no podría pensar con claridad, estaba en un mueble y Ruggero estaba a mi lado, no sabia que habia pasado, probablemente estaba mas loca de lo normal.
Ruggero sonrió al verme y simplemente me acerque a el. Quería decirle algo, quería preguntarle pero fue cuando sentí sus labios en los mios, el empujo mi cabeza mas hacia él y le bese sin poder detenerme, rápidamente y no se como termine encima de sus piernas besándole.
Le sonrei cuando nos separamos pero el simplemente volvió a juntar nuestros labios de la nada, y fue cuando empezó a dar toques calientes, sentía sus dedos correr por toda mi espina dorsal, dioses, esto me hacían sentir en las nubes, en un movimiento yo estaba arriba de el mientras nos besábamos cada vez con mas intensidad.
El tomó mis piernas con fuerza y no sabia que pensar en estos momentos, fue cuando grite un «No» y me levante de la nada pero estaba en una cama, de la nada empezó a darme un intenso dolor de cabeza, aun era de noche pero fue cuando la realidad me atacó.
Había soñado eso, oh por Dios, habia soñado con Ruggero, pero todo parecía tan real, sus labios, su toque, su forma de acariciarme.
Ay no, estoy bien loca.
Suspire con fuerza y Ruggero entro a la habitación, agradecí internamente el hecho de que no hubiera luz, seguramente estaría tan roja como un tomate.
—¿Estas bien Karol? —el pregunta y asiento.
—Si, todo bien, solo me duele la cabeza - un relámpago me hizo verle a la cara pero después con el trueno cerré los ojos con fuerza —¿Qué pasó?
—Te demayaste y te cargue hasta aqui, puedes quedarte esta noche si quieres.
—Si... —suspiré— ¿Te importa quedarte conmigo? Los truenos me dan un poco de pánico —negué me recoste en la cama, pensé en sus labios y por mi cuerpo corrió una pequeña electricidad, de la nada Ruggerito estaba acostado a mi lado, y fue algo que hice sin pensar, me acerque a abrasarle, mas que miedo hacía los truenos y ese horrible sonido que producian era querer estar cerca de él y querer de muevo sentir el calor de su cuerpo.
El pasó su brazo a alrededor de mi cuello y me abrazó mientras cerraba mis ojos.
Ese había sido el mejor sueño de mi vida.
Pero lamentablemente para todos despues de tantos sueños, la realidad te estrella demasiado duro contra el piso que tienes que pararte y seguir como si nada hubiera pasado.
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Our Last Song. «RUGGAROL»
FanfictionLas historias no siempre tienen un final feliz. Prohibida la copia y/o adaptación sin autorización. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Primera parte de Our first song.