Cuando vi a Ruggero por primera vez, sentí un pequeño escalofrío en mi cuerpo.
Como si fuera una señal o un tipo de conexión inmediata.
Jamás llegue a imaginarme que pasaría horas pensando en el. Pasábamos mucho tiempo juntos y el era tan cariñoso conmigo. Que me confundía.
Por un lado tenia a mi corazón, sintiendo cosas nuevas que hacían que en mi estómago volarán mariposas. Que digo mariposas, más bien eran abejas.
Pero que les puedo decir... Esto es la vida real, no un cuento de hadas. Esta historia, por mas que quiera imaginarlo no puede tener un final feliz.
Y como en todo cuento de hadas o en la vida real, existe una villana.
Y ahí es cuando mi cerebro comenzaba a dudar entre lo que estaba haciendo y sintiendo.
Mejor seguía haciendo y no sintiendo.
O sintiendo y no haciendo.
Tal vez si hacia lo que sentía estaba mal... O mejor no hacia ninguna de las dos, si, eso era mucho mejor.
Suspire frustrada y lo miré- No, no me refería a eso, o bueno si, veras... -piensa Karol piensa, eso ¡AHI ESTÁ!- Hay un chico...
¿Que? ¿lo había?
Si lo había pero no.
-¿Un chico?
-Sip -asenti.
Piensa Karol piensa, espera, era actriz.
-Mira, hay un chico, pero no quiero que me guste porque no podría gustarme porque si me gusta seria algo malo -suspiro.
-¿Que? ¿Conozco a ese chico? -alza las cejas.
-Si -asentí cansada-, quiero decir si pero no... Osea, tal vez lo hayas visto en algún lugar... Es... es un chico que vive en el mismo edificio donde yo vivo.
Si, eso.
-Oh... Oye...
-¡Qué tonta soy! Tengo que ir a aprenderme el dialogo que no me lo sé, lo siento Ruggerito, ya hablamos.
Le di un golpesito en el hombro y salí a correr.
Diálogos vengan a mi.
Aunque ya me los sabia...
Diálogos vengan a mi de nuevo.
(...)
Lo que menos esperé esa noche después de haber comido una torta de chocolate que mi hermosa madre había preparado fue encontrarme a Ruggero en la puerta.
-¿Qué naves aquí? -dije mientras tragaba un bocado-, perdon ¿que haces aquí? -volví a preguntar
-Hola para ti también Karolsita.
-¿Paso algo?
-¿Qué? No... Mira, es que yo... -sin pensarlo el entra a mi casa, o apartamento, ya da igual- ¿Estas sola?
-Si, mamá tuvo que ir a... No, espera ¿tu que haces aquí?
-Estaba aburrido y... Quise venir
-Vives como a una hora de aquí.
-Estaba cerca y pensé en visitarte, mirame que bueno soy.
-Jmmm -pensé-. Bueno, ya dijiste hola. Ahora, puedes irte, ¿te acompañó hasta abajo?
-No... Podrías presentarme a tu vecino ¿no crees?
Alce las cejas y asiento despacio- ¿De qué vecino hablas? Si al lado vive...
Joder.
¡EL VECINO! ¡EL BENDITO VECINO!
-Se mudó -respondi rápidamente-, lamentablemente tuvo que mudarse, es triste.
-¿Se mudó?
-Sí -asenti haciendo un cara un poco triste, era actriz, por favor, actuar era como comer-... Por eso, justo por esa razón te dije que no podría gustarme, mira la mala suerte que tengo con los hombres, me gusta un chico y se muda, me gusta otro y tiene novia y ahora...
-¿Te gusta alguien que tiene novia?
Lo miro unos segundos y niego- No Ruggerito, es un decir. No me gusta nadie mas a parte de él.
Y eso era una verdad un poco cambiada.
Claro, si aclaramos que «el» no es mi vecino inexistente, si no es «él»
... Estas son las notas del 2017, las dejaré. <3
Hola, esperamos que les guste este capítulo.
Siganos en @ruggarolotp.
Que tengan un buen final de semana, y nos leemos el sábado que viene.
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Our Last Song. «RUGGAROL»
FanficLas historias no siempre tienen un final feliz. Prohibida la copia y/o adaptación sin autorización. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Primera parte de Our first song.