Hospital Greenville, habitación 201. 57 días después del accidente.
Cuando Gerard Way abrió sus ojos, no tenía ningún recuerdo de quién era Frank Iero.
No sabía nada sobre el pequeño chico de ojos avellana y hermosos tatuajes que lloraba junto a él, ni por qué repetía su nombre.
Sin embargo, deseaba conocerlo.
ESTÁS LEYENDO
Prozac y avellanas -Frerard-
FanficGerard probablemente era el único chico feliz de haber sufrido una casi sobredosis. Y Frank era también, probablemente, el único al que se le ocurriría flirtear en medio de una farmacia con un chico moribundo.