Capítulo XXXIII

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Nota: esto se subió mal muchas veces y no sé que le pasa a wattpad MÁTENME IM PISSED bueno eso, ojalá que ahora salga la versión real
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Frank detestaba estar en el hospital de nuevo. Sin embargo, soltó una pequeña risa que intentó cubrir con tos. Quiso cubrirse el rostro pero las vías conectadas a sus brazos no lo dejaban moverse. Estaba prácticamente atado a la camilla. Rió de nuevo, ahora achinando los ojos.

 Rió de nuevo, ahora achinando los ojos

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Era tan triste que era simpático. Su vida había llegado al punto de ser un mal chiste. Bah, ni siquiera eso: su vida era como reírse de los vídeos de gente cayendo.

—Cualquier persona que ame termina en el hospital —Murmura para sí mismo, mientras una chica vestida de puro blanco le trae jugo de naranja. Es bonita, piensa Frank, observando atentamente su cabello dorado caerle por el rostro en cascada.

—¿A qué te refieres? —Contesta. Frank lee el nombre que tiene escrito en su uniforme.

—Mira, Jamia —Balbucea, observándola cambiar el líquido que le suministran a sus vías. Anota el nombre de la sustancia en su libreta pero Frank no se molesta en intentar saber con qué lo estaban drogando porque odia las "palabras de hospital." Todas sonaban técnicas e innecesariamente pretenciosas.

—No soy Jamia, solo presté su uniforme —Corrige la enfermera, esbozando una sonrisa perturbadoramente familiar— ella está atendiendo a los chicos que estaban contigo al momento del choque.

—¡El choque! —Ríe Frank— nunca más voy a dejar que Gerard conduzca. Es más torpe de lo que parece, te juro.

No-Jamia se siente junto a él, escuchándolo. Frank ríe de nuevo, incapaz de mantenerse callado o quieto. No está acostumbrado a que lo traten bien en hospitales, a menos de que su enfermero fuera Ryan (mierda, Ryan).

—Soy Jessica.

—Que lindo nombre. Sí es común y todo pero eso no lo hace menos bonito, es como los girasoles. A pesar de que tengas mil de ellos cada uno va a ser bonito en su propia forma —Y es así como Frank se da cuenta de que su medicación lo está haciendo sentir un poco eufórico. Al volver a hablar, tiene la boca seca.

—Eres un girasol pero no pienses que quiero acostarme contigo o nada. No eres mi tipo.

—¿Cuál es tu tipo?

—Los hombres —Responde, tomando un sorbo de su jugo de naranja. Jessica parece divertida— un hombre, en particular. Pero me engañó con una chica de faldas cortas y labial rojo que toca el bajo. Y no lo entiendo, en serio. Yo toco la guitarra. Además, puedo usar faldas y labial si es que Gerard está interesado en ese tipo de cosas, pero creo que sólo es un egoísta que—

Prozac y avellanas -Frerard-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora