Capítulo 26

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Bonnie

Sus labios recorrían mi cuello dejando un camino de pequeñas marcas. Con las manos temblorosas, le desabroché los botones de la camisa. Se la quité y la lancé al suelo de la habitación. La mía la acompañó momentos después.

Impaciente, lo volví a besar. Su lengua se abrió camino hasta mi boca y pasó por todos los huecos que encontró haciéndome soltar pequeños gemidos. Le mordí suavemente el labio inferior y suspiró.

Lo miré. Su pelo azul estaba revuelto por culpa de mis manos y sus mejillas eran de un precioso color carmesí. Al ver que lo observaba se detuvo.

-¿Que pasa Bonnie?

Sus ojos verdes estaban sobre los míos, mirándome fijamente.

-Eres hermoso.

Sus mejillas se sonrojaron aún más, cosa que parecía imposible.

-Tú también mi pequeño conejito morado.

Mi corazón se aceleró ante aquél mote. Junté nuestros labios de nuevo. Mis manos pasaron de su cuello hasta su cintura. Lo miré y el asintió. Tras aquella confirmación, coloqué mis manos en su pantalón y le desabroché el botón...

Un irritante sonido retumbó por todo el lugar. ¿Que era aquello? Reconocí la molesta melodía de mi despertador.

Me incorporé lentamente y apagué la alarma. ¿Que pasaba?

Conforme pasaban los segundos y me iba despertando también iba recordando aquel sueño.

Me sonrojé intensamente. ¿Que mierda había sido aquello? ¿Por qué estaba soñando eso?

Decidí dejar de pensar en aquello, al fin y al cabo solo había sido un sueño.

Miré la hora.

6:00 a.m.

¿Por qué había puesto la alarma tan pronto?

¡Oh, cierto, el campamento!

Me levanté de prisa. Teníamos que estar allí a las 7:00 a.m y todavía no había terminado de hacer la mochila. Me puse una camiseta negra con rayas moradas de manga larga y unos tejanos oscuros. Acabé de vestirme, atándome unas zapatillas del mismo color que las rayas de mi camiseta.

Bajé hasta la cocina intentando hacer el menor ruido posible. Una vez allí, me preparé una taza de café y un par de tostadas con mantequilla. Mi madre apareció cuando me estaba comiendo la última tostada.

-B-Buenos días cariño - me abrazó y luego bostezó. - ¿Has acabado ya de preparar la mochila?

-No, todavía me faltan un par de cosas.

Metí la taza en el lavavajillas y volví a mi habitación. Acabé de reunir la ropa que me faltaba y la coloqué dentro de la mochila. La cargué hasta la puerta y allí la dejé caer, exhausto.

-¡Mamá, me voy ya!

Segundos después apareció en el recibidor aún con el pijama puesto.

-Pórtate bien, ¿si?

-Si...

-Y diviértete - me dio un beso en la mejilla.

-S-si

Volví a cargar la pesada mochila y salí de casa. Cuando solo me quedaba medio camino para llegar a la escuela la volví a dejar en el suelo y me senté junto a ella. O aquella estúpida mochila pesaba demasiado, o yo era muy débil. Dado mi condición física deduje que habia acertado con la segunda opción.

Sentimientos Encontrados #FNAFHS [Bon X Bonnie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora