22. Ahogada en sangre

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Nada más abrir la puerta alguien dispara hacia nosotras pero Alessa nos empotra a Ana y a mí contra la pared, la bala pasa donde antes estaban nuestras cabezas. Rápidamente Ana abre fuego, Alessa me mantiene contra la pared, de repente noto como cae así que la agarro como puedo y la siento en el suelo. Mierda, ¡ella está muy débil! ¡Tenemos que salir de aquí! ¡¡YA!!

Mark me hace gestos, entonces me doy cuenta, él y Joshua están manteniendo un pequeño pasillo para que podamos pasar. Sé que debe de ser difícil mantenerlo así que vuelvo a levantar a Alessa mientras musito "Lo siento mucho, lo siento mucho" pero ella no se queja. Su piel sigue fría y aunque esta sudando, su sudor también es frío.

Ella acompasa sus pies a los míos para que yo no tenga que hacer tanto esfuerzo. Las lagrimas empiezan a derramarse, incluso en estos momentos, incluso estando al borde de la muerte, ella sigue ayudándome y dándome prioridad.

Paso el pasillo y coloco a Alessa detrás de una columna, fuera del área de fuego. Hemos hecho la mitad del camino, solo nos queda una pequeña recta, una curva y la puerta. Joshua me hace gestos para que me adelante y le hago caso, Alessa no está como para esperar. Decido ir primero para asegurar la zona así que corro a la esquina.

Mirare desde la esquina a ver si hay alguien, no lo creo, con el escándalo que estamos montando todos deberían haber venido pero nunca se sabe. Justo cuando llego a la esquina el ruido de las armas cesa. Me giro extrañada.

-¡Limpio!- Grita Mark, miro a los demás. Todos asienten. Suspiro. Menos mal. Giro la esquina, de pronto algo me presiona el cuello, sin dejarme respirar y me levanta del suelo. Una risa enferma resuena en mi oído.

-Imaginaba que vendríais.- Dice el padre de Alessa.- Veras cielo.- Dice acariciando mi pelo. - Contigo estoy seguro de que Alessa estará con nosotros.

Detrás de el salen más de treinta soldados que nos apuntan.

-S...Suelta... Suéltala...- Dice Alessa con dificultad desde la columna donde la he dejado. Tiene los labios azules. Su padre le giña un ojo.

-Ahora mismo estoy contigo, princesa.- Gira la cabeza hacia nosotros con una horrible sonrisa.- ¿Y bien? ¿Qué vas a hacer, morir o rendir...?

Algo salta sobre él, lanzándome al suelo. Caigo de culo, Mark y Joshua se colocan delante de mí pero se detienen al ver la escena.

Alessa ha mordido a su padre en el cuello, los soldados la apuntan pero antes de que tengan tiempo a disparar ella ya está ahí. Alessa gruñe como un animal enfadado. Se agacha y dobla las rodillas antes de atacar, pone la mano en la nuca de un soldado, mientras le coloca a otro soldado una pistola en la boca, aprieta el gatillo y aprieta la mano con fuerza. Los soldados caen, uno con un tiro en la cabeza y el otro con la aorta cortada.

Pero ella no se detiene, todo pasa muy rápido. Muerde la mano de otro y gira la cabeza radicalmente rompiéndole la mano con la que sujetaba el arma. Al más cercano a su padre le hunde la mano en el estomago tan fuerte que cuando la saca arrastra sus intestinos con ella.

Puedo tocar el pánico de los soldados. Cuando al fin acaba, solo queda su padre que esta temblando, sabe que va a morir. En un intento desesperado saca un arma y me apunta con ella, no me da tiempo a reaccionar. Alessa agarra la punta de la pistola, el sonido resuena en las paredes y en mis oídos. Parpadeo variad veces sin creérmelo, ¡¡ha puesto la mano en la punta de la pistola!! La bala traspasa su mano y pasa lejos de mí, pero ella no parece inmutarse. Su padre abre los ojos y se echa hacia atrás, ella le sigue.

-¿De verdad creías que iba a dejarte quitarme lo más importante para mí?

Agarra la pistola y le da la vuelta con una sola mano.

-¡Piedad, por fav...!- Grita pero Alessa aprieta el gatillo. La sangre le salpica y su padre cae inerte al suelo. De repente Alessa también se desploma.

Corremos hacia ella.

-La lucha ha consumido sus últimas energías.- Dice Ana mientras le toma el pulso. Abre los ojos como platos.- ¡Apenas tiene pulso! ¡Y está muy fría! ¡Mirarle los labios!

Me fijo en ellos, están azules.

-Tenemos que llevarla a casa.- Dice Max agarrándola, rápidamente la agarro antes que él.

-¿A casa? ¡Tenemos que ir a un hospital!

-Está demasiado lejos, y es de noche así que estará cerrado. El hospital de guardia aun mas lejos.- Dice Mark abriéndome la puerta.

-¿Cómo vamos a llevarla?- Digo mirando las motos. Todos se miran, pero no hay tiempo para sentirse culpable.- Joshua, tu eres el más rápido ve y trae mi Tesla. ¡Rápido!

Joshua obedece y corre a la moto, en segundos desaparece en la noche. Tumbamos a Alessa en el suelo y la tapamos con nuestras chaquetas en un pobre intento de que se mantenga caliente.

-No vas a morir.- Susurro junto a ella agarrándole la mano. Me coloco detrás de ella y coloco su cabeza en mi regazo. Le acaricio, deseando que pueda sentirlo y saber que estoy aquí, con ella.


5 minutos después

Sé que Joshua va lo más rápido que puede pero aun así va demasiado lento para Alessa. ¡Se le acaba el tiempo! De repente parece como si no pudiera respirar y tuviera arcadas. Empieza a expulsar sangre por la boca. Quiero ayudarla pero no se qué hacer, miro a Ana con pánico, ella me devuelve la mirada sin saber qué hacer. ¡Mierda! ¡¿Qué hacemos?! ¡¡Se va a ahogar!!

¡Ámame Como Yo te Amo! ¡2! - Diferentes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora