Hay tantos recuerdos en esa simple y pequeña habitación... Yo siento que no estoy completa, siento un gran vacío en mi interior, cada minuto que pasa duele mas y mas. Llevo tanto tiempo con la persona a la que amo que ya no se seguir sin ella. Sin Alessa estoy rota.
Enciendo la tele y pongo el volumen bajo, las noticias pasan pero no dan nada nuevo, busco en internet los periódicos con el móvil. Nada. Aun así sigo mirando las noticias, puede que digan algo.
Dos horas después
-Cielo deberías irte a la cama ya.- Mama me asusta cuando aparece junto a mí de repente.- Perdona, no quería asustarte.
-Supongo que estaba muy concentrada en la tele..- Le digo con una sonrisa. Le doy un beso en la mejilla y subo a mi habitación. No quiero preocuparla. Me meto bajo las sabanas sin mirar nada, con los ojos mirando al suelo. Apago la luz.
Me levanto agobiada, tengo que hacer algo o no podre dormir. Por suerte tengo valerianas así que sin pensar me tomo dos y me meto a la cama, en menos de media hora me quedo dormida.
Horas después
Oigo como algo suena abajo, es ruidoso. Vuelve a sonar. Oigo como mama sale de su cuarto y baja a coger el teléfono.
-¿Si?- Oigo su adormilada voz.- ¡Santo cielo!- Grita de repente. Sube ruidosamente las escaleras.
-¿Mama?
-Sara, es Alessa.
Al principio no reacciono, ¿es un sueño? Si lo es no me da igual, mi reacción es la misma.
-¿Q-Que? ¿En el teléfono?
-Vístete. - Dice y desaparece. Estrepitosamente me visto y cojo el móvil. Llamo a Vero. Contesta a la primera.
-Sar...
-¡Alessa a llamado!
-¿Qué? ¿Qué ha dicho? ¿Dónde está?
-No lo sé, ha hablado mi madre con ella.
-Vale, voy a avisar a los demás. Cuando sepas donde es mándame un mensaje.
-Vale.- Digo antes de colgar. Mama y yo bajamos las escaleras tan rápido que por un momento creo que nos vamos a caer al suelo. Subimos a mi coche, mama conduce. Por suerte Vero ha silenciado el CD. Es la madrugada así que las carreteras están vacías.
-¿Donde es?- Le pregunto.
-En el hospital Cleveland. No sabe en qué habitación. Esta a media hora de aquí.
Les mando el mensaje. Como hay poca gente en carretera tardamos algo menos de la mitad en llegar. Mama aparca el Tesla en minusválidos, algo que me sorprende de ella, no dice una palabra y corremos al interior.
Nada más entrar preguntamos por Alessa en recepción. Es la habitación 413. Normalmente no dejarían que pasáramos por estar fuera del horario de visitas pero como ha sido una noticia muy sonada, nos lo permiten. Siempre y cuando no hagamos mucho ruido.
-También he de decirles que la paciente debe de estar agotada, y aun mas después de tantas operaciones. Es un milagro que siga viva después de tal accidente... Aquí están los ascensores. - Dice señalándolos, mama y yo no tardamos en subir y yo me muerdo las uñas mientras el ascensor sube. ¿Por qué no va más rápido? ¡Maldita sea! Cuando por fin se abre busco corriendo la habitación, mama me recuerda varias veces que no haga ruido pero no puedo evitarlo.
-407... -Digo en voz alta, pero para que solo lo oiga yo.- 409... 411... 413.
Cojo aire y abro la puerta, nerviosa y con el corazón a punto de salirse de mi pecho. Entonces la veo.
-¿Sara?- Su voz suena horrible, pero me alegro tanto de verla que las lágrimas salen antes de que me acerque a ella y la abrace. Noto como suelta un gran suspiro y me abraza con solo una mano, sube y baja su mano por mi espalda.
-Creía que te había perdido...- Digo contra su cuello. Ella me da un beso en el cuello, en la mejilla, en la frente, en el ojo y en los labios.
-Todo está bien, pequeña. Estoy aquí contigo, estoy aquí. - Dice abrazándome aun más.
-Alessa... Me alegro tanto de verte.- Dice Mama desde la puerta.
-Oh... Señora... Digo Nicole. Siento haber llamado a estas horas. Yo...- Intenta levantarse pero pone cara de dolor y se agarra el estomago.
-Por favor no te levantes.- Dice mama junto a mi.- Os dejare un poco a solas.- Dice saliendo de la habitación.
-Bueno... Me quede con ganas de ese Striptease... - Dice cuando sale. Se me escapa una sonrisa.
-Te he echado tanto de menos... ¿Qué tal te encuentras?
-Bueno... Me he enterado de que me han operado dos veces y he estado a punto de morir...
-¿Qué? ¿Por qué?
-Cuando el avión cayó al agua, el impacto trajo una barra de metal que me atravesó el estomago.- Dejo de respirar. - El agua fría y salada me mantuvo con vida durante horas y horas, hasta que por fin un barco pesquero nos saco de ahí. Muchos entraron en hipotermia, yo también. Recuerdo que vino un helicóptero y me desmaye mientras me hacían preguntas. He abierto los ojos aquí y lo primero que he hecho ha sido llamarte.
La beso sin avisar. Tan cerca... He estado tan cerca de perderla... Y yo no he estado ahí para ayudarla. Alessa me devuelve el beso con voracidad. Me alejo un poco para mirarla mejor y se me cae el alma a los pies. Esta muy pálida, tiene una brecha cosida en la ceja y raspones por todas partes. Aun así esta arrebatadoramente hermosa.
- Respira, Sara. Te vas a marear.- Dice antes de levantarse un poco y subirme a la camilla.- ¿Me haces compañía? Tengo frio.
- Todo lo que quieras.- Le digo abrazándola.
- ¿Sabes? -Bosteza.- Cuando he despertado casi me ha dado un ataque al corazón al ver la vía, pero ahora que estas aquí... Bueno, puedo descansar tranquila.
En ese momento los chicos abren la puerta.
-¿Alessa?
-¿Estás bien?
-¿Que paso?
Dicen todos al unisonó, Alessa vuelve a bostezar y se acurruca aun mas junto a mí.
- Lo siento chicos... Estoy bien pero estoy molida, os agradecería si me dejar...
No consigue acabar la frase y cae rendida al sueño. Yo no puedo dejar de mirarla, normalmente yo me duermo primero y me despierto después que ella así que no muchas veces la veo dormir. Parece estar completamente tranquila, sin preocupaciones ni nada que la perturbe. Aunque yo se que realmente tiene mucho de qué preocuparse. Sea como sea, se merece descanso.
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¡Ámame Como Yo te Amo! ¡2! - Diferentes.
De TodoAlessa y Sara por fin están juntas, parece que todo va bien y que los científicos han desaparecido del mapa. Pero nunca se sabe... Un accidente, problemas familiares, unas verdades mal dichas y una tercera persona puede romperlo todo. ¿Podrán seguir...