-¿Cuando vamos? -Le digo aun emocionada.
-Mañana a la noche.
Al día siguiente
Estamos en el aeropuerto, ya hemos pasado los controles y estamos esperando para embarcar.
-No quiero ser desagradecida pero, ¿no te estás gastando mucho dinero en mí? Quiero decir, me has comprado un coche, aquel hotel en el que estuvimos, y ahora el viaje.
-Nunca he utilizado demasiado el dinero que iba ganando, así que ahora tengo bastante. Y ahora que te tengo a ti puedo disfrutar de él contigo.- Dice acariciándome la cabeza.-Parece que es hora de embarcar.
En el avión, me toca la ventana y Alessa está justo a mi lado. El avión empieza a avanzar.
-Esta parte me encanta.- Me dice Alessa.- Cuando el avión acelera para poder subir.
Nos agarramos de la mano y cuando el avión sube y pasa el banco de nubes vemos el cielo lleno de estrellas.
-Es precioso.- Le digo a Alessa.
-Tú lo eres más.- Me susurra contra mi cuello. Media hora después Alessa descansa sobre mi hombro.
Un par de días después
Moscú es fantástico, no hace calor pero tampoco frio. Alessa y yo hemos recorrido todo el lugar, riendo y corriendo como niñas pequeñas. Es fantástico. Hoy hemos decidido ir a un restaurante y fingir que somos de clase alta. Hemos bebido mucho vino y fingido tanto que incluso nos hemos reído delante del camarero.
Cuando camino siento como si el suelo se moviera bajo mis pies pero es muy bien lo que quiero así que cuando Alessa está abriendo la puerta del hotel me pongo de puntillas y la beso con ganas. Ella me empuja dentro de la habitación y cierra la puerta con el pie.
-Ya estaba en mi limite.- Dice con voz ronca. Desabrocha los botones de mi blusa y me muerde el hombro antes de dejar que la blusa caiga al suelo. Sube sus besos y mordisquitos por mi cuello mientras me empuja hacia atrás. Mete las manos debajo del elástico y deja que la falda también caiga.
Me agarra de los muslos y me levanta sin esfuerzo justo cuando encuentra mi boca. Mi espalda toca algo frio y me sienta en el pequeño saliente de la ventana cerrada. Ella se deshace de su vestido y vuelve a besarme ferozmente. Sus manos juegan con mis sensaciones mientras se mueven en la cara interna de mis muslos.
Muevo la cadera hacia ella, impaciente. Ella me muerde el labio inferior y va bajando mientras me da pequeños mordiscos. Su lengua se divierte en mi cuello y chupa con fuerza. Al mismo tiempo su mano sube y baja por mis bragas, que es lo único que la separa de mi zona intima. Sube despacio y baja despacio, sin prisa pero sin pausa.
No puedo esperar y muevo la cadera para hacerle saber que quiero más.
-¡Ah!- Gimo cuando me muerde un poco mas fuerte haciendo que mi excitación aumente. Ella agarra una de mis manos y la sube hacia arriba, sobre mi cabeza. Baja sus labios por mi hombro hasta el sujetador blanco de encaje y libera uno de mis pechos.
Pasa su lengua por alrededor del pezón, acercándose pero sin llegar a tocarlo. Abro la boca por la excitación y se me escapa un gemido que es medio suplica. Entonces ella ataca mi pezón, gimo con fuerza y echo la cabeza tanto hacia atrás que me choco con el cristal.
Su mano no para de subir y bajar, la otra mano agarra uno de mis muslos y me abre aun más. Su boca va hasta mi otro pecho y la mano que tenía en mi muslo atiende al otro. Alessa agarra mi otra mano y la sube hasta la otra, noto algo suave alrededor de las muñecas.
Ella da un último mordisco a mi pecho y baja por mi estomago hasta mi zona intima, me mira a los ojos. Están ardiendo, arden de deseo y lascividad, el puro deseo carnal se reflejan en ellos mientras agarra con los dientes la tela de mis bragas y de un pequeño tirón se deshace de ellas.
Me da un pequeño beso en el clítoris y absorbe.
-¡Ah!- Gimo del mini orgasmo que acabo de tener. Ella lame mi zona intima, girando y jugando con mis reacciones. Muevo la cadera del puro placer pero ella me mantiene quieta con sus manos. Muevo las manos completamente excitada, pero siguen sobre mi cabeza. Entonces noto como ella introduce un par de dedos dentro de mí.
-Oh dios...- Gime.- Estas muy mojada.
Yo arqueo la espalda y veo mis manos atadas a la cortina junto a la ventana. Empieza a moverse, llamando mi atención y embistiéndome cada vez más profundo.
-¡Ah! ¡Ah! Al... Ale... ssa... ¡Aaah!- Gimo cuando noto como llega muy profundo al mismo tiempo que su lengua ataca mi clítoris.
Muevo las manos sin poder aguantar el enorme placer que me está dando.
-¡Aaah!- Gimo y grito cuando llego al orgasmo y tiro aun más de la cortina.
Alessa deposita un pequeño beso en mi zona intima antes de levantarse y soltarme las manos. Las pongo alrededor de su cuello y me inclino hacia ella, cansada. Ella me levanta y me lleva hasta la cama, noto como me tapa pero no se tumba junto a mí.
-Duerme, pequeña.- Me besa la sien. Extrañada me incorporo un poco para verla subida al saliente donde hace unos segundos estaba yo. Esta estirada para llegar hasta la cortina que cuelga fuera de su raíl.
-Puedo ayudarte con eso mañana.- Le digo.
-Da igual, no tardare mucho. Descansa, mañana nos espera un gran día.
-Ven aquiii...- Digo arrastrando las palabras y estirando los brazos hacia ella. Hago pucheros y ella no tarda en tumbarse junto a mí.
La abrazo y me tumbo sobre ella como si fuera mi almohada personalizada. Ella ríe.
-¿Estas cómoda?
-Mucho. - Digo bostezando. Noto como su pecho tiembla cuando ríe y como su respiración se vuelve pausada. Me relaja oír los latidos de su corazón, saber que está aquí conmigo y que me ama. La felicidad y satisfacción que siento no se puede describir con palabras.
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¡Ámame Como Yo te Amo! ¡2! - Diferentes.
De TodoAlessa y Sara por fin están juntas, parece que todo va bien y que los científicos han desaparecido del mapa. Pero nunca se sabe... Un accidente, problemas familiares, unas verdades mal dichas y una tercera persona puede romperlo todo. ¿Podrán seguir...