Keep her safe (Nick Robinson)

Capítulo 8

Holaaa. Hoy el capítulo será más largo, porque me ha costado mucho pensarlo y no quería cortarlo. Espero que lo disfrutéis.

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  Me paso el resto de la semana sin hablar con Nick. Él, por otra parte, parece entender que esta vez la ha cagado, aunque esto no parece impedirle que siga insistiendo en hablar conmigo. El miércoles, por ejemplo, de vuelta a casa con mi hermano, Rugge aprovechó el primer semáforo en rojo para sacar el tema:

-Entonces...tú y Nick vais juntos al baile, ¿no?-pregunta con tono casual. Lo miro, harta. Me encantaría salir del coche, si no fuera porque llueve a mares y estamos en medio de un atasco.

-Sí, Rugge, vamos juntos-digo, y me recuesto al lado de la ventanilla, lo más alejada posible de mi hermano mellizo.-Y no, antes de que lo preguntes, no me voy a acostar con él.

 Rugge abre la boca, buscando alguna respuesta para eso. No debe encontrar ninguna válida.

-Yo no iba a preguntarte eso-contesta al fin.

 Vuelvo a mirarlo.

-Mira, me encantaría creerte, pero resulta que hace un montón de años, el milagro de la biología decidió hacerte en el mismo útero que yo, así que hemos compartido lo suficiente como para saber lo que piensas-razono. Rugge me mira. Reconozco esa mirada en sus ojos azules. Es la misma que yo lanzo a veces. De repente, una pequeña punzada de culpabilidad me provoca que suavice el tono:-Venga. Sabes que tengo razón.

 Él suspira, y sonríe. Pone las manos en el volante de nuevo, como si eso fuera a remediar que seguimos parados.

-Yo sólo quiero cuidar de mi hermana, ¿sabes? Y es difícil si cada semana estás tonteando con un chico diferente-se sincera.

 "Genial, otro que piensa que soy una guarra", pienso irónica.

-No necesito que cuides de mí, Rugge. No soy una niña inofensiva-razono.-Y Nick es amigo mío, o eso creo, y no vamos a hacer más que ir a un baile y pasarlo bien.

-Y si vais juntos al baile, ¿por qué no le hablas?-me pregunta.

 Giro la cabeza. Mi hermano no es nada feo, pero un poco paliducho, así que sus rizos dorados y sus ojos azules destacan con intensidad. Su mirada da un poco de miedo, pero no me importa. No le tengo miedo, a Rugge no.

-¿Puedes arrancar el coche, por favor?

-Sí, claro-dice él, y pone el Porsch en marcha de nuevo.

 Tampoco Phoebe y Summer dejaban de comentarlo. Una vez que supieron los detalles de nuestra pelea, pasaron a sustraerme otro tipo de información. Sus comentarios eran del tipo: "¿Vais a hacerlo? No se te olvide la protección. Oye, y tienes que contárnoslo todo", así que al final les dije que tenía la regla y se apañaron con esa excusa para explicar mi aparente mal humor.

 Y como he mantenido alejadas a mi dos mejores y únicas amigas esta semana, debo arreglarme yo sola para el baile. Phoebe ha quedado con un chico bastante majo, pero que no recuerdo su nombre, y Summer no tiene cita, pero dice que no tiene muy claro si irá. A lo mejor se pasará un rato, dice. Eso en su idioma significa que irá a ver a algún chico guapo y solitario, y se lo quedará.

 Pero este es nuestro último año. Debemos aprovechar todo lo que podamos, porque después empezará la universidad y, después de eso...la madurez, supongo. No es que me entusiasme precisamente.

-Cariño-tocan a mi puerta, y yo salgo de mi ensimismamiento. Me vuelvo y veo la sonrisa de mi padre, que está apoyado en la puerta con aspecto cansado.-Estás preciosa.