-Oh, vamos tío, tienes que ir-insiste Hugh mientras se ata los cordones de las zapatillas de deporte.
Ambos estamos sentados en las gradas y es nuestra hora libre. Yo podría estar adelantando tareas, o a lo mejor simplemente sentarme y embobarme mientras Hailey y Ruge discuten por cualquier chorrada, pero aquí estoy. En mangas cortas. En Noviembre. Con un frío que pela. Con Hugh, y todo porque al muy cabezota se le ha metido en la cabeza que le enseñe a jugar al baloncesto. Aunque ahora sospecho que tenía otras intenciones, porque no ha parado de darme la tabarra con que vaya al cumpleaños de mañana.
-Pero a ver, ¿a ti qué más te da? Si tú no vas a ir-me burlo mientras salto a la pista y empiezo a botar la pelota y a pasármela de una mano a otra para entrar en calor.
-Me preocupo por ti-se defiende Hugh.
-No, te preocupas porque Phoebe esté contenta-me río yo al ver que se pone colorado.-Venga, admítelo, se nota.
-Yo no admito nada-se niega él y se pone a mi lado.
-Vale, voy a empezar con algo muy fácil-le digo.-Yo te paso la pelota y me alejo un paso, y después tú me la pasas y te alejas un paso. Si fallas y no la atrapo, volvemos a donde estábamos y vuelta a empezar.
-Esto está tirado-dice Hugh.-¿Y sabes qué más está tirado? Ponerse unos vaqueros, levantar el culo del sofá y presentarte en esa fiesta, pedazo de vago.
-¿En serio?-pregunto yo.
Hugh sonríe, y yo me cabreo tanto que no calculo bien y tiro la pelota con demasiada fuerza. Le da a mi amigo en el pecho y cae al suelo.
-¡Ostia, tío, lo siento!-grito. Corro hacia Hugh y me pongo de cuclillas.-¿Estás bien?
-Sí, se siente fenomenal que una pelota te aplaste el corazón-dice Hugh sarcástico.-Mis pulmones están bailando un tango con mi esternón.
No puedo evitar reírme.
-Anda, levanta-le digo, y le ofrezco la mano para que se levante.
Hugh la acepta y me ase, pero con demasiada fuerza. Tira hacia él y yo me caigo de bruces. Me doy un porrazo en la nariz y me raspo el brazo mientras Hugh se deshace en explicaciones irónicas.
-¡Ups, lo siento! Ha sido sin querer. ¿Ves es lo que es ser rencoroso?-dice él.-Yo podría haber aceptado tu mano y perdonarte, pero me he empeñado en enfadarme y al final hemos terminado los dos en el suelo. ¿Quién se ha beneficiado? Nadie.
-Eres un cabrón-le suelto, y me incorporo. Por suerte no ha sido nada. La semana que viene tenemos el segundo partido de la temporada contra los Farrow Bulls.
-Lo digo en serio-me dice Hugh. También se ha levantado y me mira con un aspecto extraño en él: seriedad.-Si no lo quieres hacer por Ciara, hazlo por Rugge. Él también estará ahí y también es su cumpleaños.
-Mentira-exclamo yo.-Rugge es más pequeño que Ciara, y nació un día después que ella.
-No me jodas el discurso, con lo bonito que ha quedado-bromea Hugh. Yo me río y, así, limamos cualquier aspereza.
Nos pasamos los siguientes cuarenta y cinco minutos pasándonos el balón y haciendo tiros libres por turnos. Le enseño cómo coger bien el balón y el tío lo pilla rápido. Cuando nos sentamos en la grada para beber agua, me sorprendo pensando que ha sido una hora bien aprovechada. Yo siempre jugaba con mi padre y con Jack, pero como hasta este año he estado grabando la serie "Melissa and Joe", no he tenido tiempo. Sienta bien volver a jugar.
-Qué raro-exclama Hugh de repente, y con eso hace que yo salga de mis pensamientos.-¿Aquél no es Sean?
Me giro y observo a los dos muchachos que han aparecido en el pasillo. Efectivamente, uno de ellos es Sean, y va acompañado por un muchacho de color al que no conozco.
-Sí-asiento.-¿Por qué, qué pasa?-pregunto, deseoso de saber rumores desastroso sobre ese capullo.
-Pues que creo recordar que Rugge me dijo que, si quería, podría llevarme a casa, porque hoy Ciara había quedado con su novio en irse juntos.
-¿Crees que la ha vuelto a dejar plantada?-pregunto, e inconsciente aprieto los puños y noto como me acaloro. Si ese gilipollas vuelve a hacerle daño, juro por Dios que lo mataré.
-No lo sé, no escucho nada desde aquí-dice Hugh, inclinándose hacia adelante, ya que es el que está más cerca de ellos. Aún así, el pasillo está muy lejos y no se oye su conversación.
-Venga, concéntrate Hugh-le digo yo.
-No hace falta, creo que tengo la solución-dice, y se saca el móvil.
¿He olvidado decir que Hugh es un genio de la tecnología? El tío simplemente lo peta. Cualquier aplicación extraña y rara, él la tendrá en su móvil, y por muy inútil que parezca, siempre acabas necesitándola. Esta es una muy buena ocasión para que sacara otro de sus misteriosos truquitos tecnológicas.
-Esto es una especie de amplificador a distancia-me explica mi amigo mientras coloca los auriculares y me ofrece uno.-Sólo tengo que apuntar hacia ellos con el móvil, subo el móvil y...
-...ya te digo. ¡Es una fiera!-se ríe Sean. Levanto la mirada y, efectivamente, está riéndose.
-¿Y qué vas a hacer con la otra?-pregunta el otro muchacho.
-¿Qué otra?-pregunta Sean, extrañado.
-Ciara.
-¡Ah, ella!
Me quedo boquiabierto al ver que no estaba fingiendo, que de verdad no se acuerda de ella. No quiero ni pensar en cómo reaccionaría Ciara si llegara a estar aquí.
-Pues ni idea, tío-se encoge de hombros.-A ver, ella no se queda atrás, ni mucho menos, pero es una pesada. Que si tenemos que quedar, que por qué no me mandas un mensaje, que si tienes que ir a mi cumpleaños...
-¿No vas a ir?-pregunta el otro chico, boquiabierto.-¡Tío, lo organiza Phoebe en la mansión de los Bernasconi! ¡Va a ser un desfase, no te lo puedes perder!
-Ya tengo planes con Summer-se ríe Sean.-Pero no le pienso decir nada a Ciara, si no me va a montar un pollo de cojones.
-Es el precio por salir con un pibón, tío-se ríe el chaval.
La emisión se corta. Cuando levanto la cabeza, descubro que se han alejado demasiado y la aplicación ya no recoge las ondas tan alejadas. Noto un extraño sabor metálico en la boca y me toco con el pulgar. Cuando lo retiro, me sorprendo al encontrar manchas rojas. No me había dado cuerda de que me había mordido tan fuerte que me había salido sangre del labio.
Hugh no dice nada, sólo guarda el móvil y los auriculares en su mochila. Se levanta muy serio, y yo lo emito. Lo cojo del brazo y consigo que me mire.
-¿Dónde y a qué hora es la fiesta?
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Keep her safe (Nick Robinson)
Fanfiction"Nunca terminas de asumir que no puedes mantener a todo el mundo a salvo, ¿no, Nick?" "Con mantenerte a ti es más que suficiente".