En el descanso estamos agotados.-Vaya puta mierda-mascullo.
Rugge me da un puñetazo en el hombro.
-No seas gilipollas. No vamos tan mal-dice, abriendo una botella de agua. Se la echa sobre la cabeza y se sacude por todos lados. Algunas gotas de sudor me caen en el brazo.
Me daría asco si no fuera por que estoy sudando yo también como un cerdo.
-Perdemos de dos, tío-le espeto.-No es que sea precisamente el resultado ideal.
-Odio decir esto, tío-Hugh se sienta a mi lado-pero Nick tiene razón. No es que tengamos muchas probabilidades de ganar, precisamente. No soy un genio, pero sé sumar.
-¡Vamos, vamos, chicos!-estoy harto de la voz del entrenador. Es como un maldito martillo.-¡Venga, agrupaos!
Todos vienen corriendo a nuestro alrededor, y nos quedamos mirando al entrenador.
-Sé que perdemos de dos, pero no es más que la primera parte. Podemos con estos, chicos-con cada frase, se da un golpetazo en la pierna. Seguro que debe tenerla roja.-Mirad la grada; todos-le da demasiado énfasis a la palabra "todos", y me llena de escupitajos,-están a nuestro favor. Escuchadlos-como para no hacerlo, ¿sabes? Están gritando a más no poder.-Están con nosotros, y no podemos decepcionarlos. Así que, ¿qué vamos a hacer?
Me levanto y, como capitán, coreo muy fuerte:
-¡Aplastarlos!-gritamos.
-¡Más fuerte!-se motiva el entrenador.
-¡APLASTARLOS!
Formamos un jaleo; yo le doy puñetazos en el hombro a Hugh antes de salir al campo. Como capitán, me coloco en frente del equipo contrario. El tío me mira con sorna y yo escupo al campo.
El árbitro pita y me abalanzo sobre el balón. Llego antes que el otro, y me voy de él rápido. El otro delantero se abalanza sobre mí, pero de un rápido pase hacia atrás la pelota le pertenece a Greg, un tío enorme de mi equipo. Por el rabillo del ojo, veo como Hugh, Rugge y un tal Julian se adelantan por el otro extremo del campo y yo sonrío.
Estos tres reciben el balón enseguida, y yo adelanto mientras veo como hacen una jugada que nos acerca a su portería. De un resbalón de Julian, el balón que debía entrar se desvía, y va en dirección a un muchacho del otro equipo.
Corro y corro, y me interpongo. Alzo la pierna y le doy al balón, pero el tío del otro equipo ve lo que voy a hacer y me pega un empujón. Resbalo y caigo sobre la pierna derecha, y no puedo evitar una mueca de dolor cuando oigo un crujido y siento mi hueso vibrar.
Me doy de golpe con el suelo, y me mareo. No oigo más que un zumbido en mi cabeza, por toda la gente, y todo está borroso. Siento algo en la pierna, una molestia, pero antes de procesar siquiera lo que es, me frotan el hombro y yo levanto la cabeza.
-¡Robinson! ¿Estás bien?-me pregunta el entrenador.
-La pierna...-balbuceo.
-Sacadlo de aquí. ¡Vamos!-dice.-Que lo vea el enfermero. Árbitro, ¿lo has visto? ¡Falta!
Hugh me ayuda a levantarme y me apoyo en él mientras salgo del campo.
-¿Ha valido?-pregunto.
-Tranquilo, tío, que sí ha contado como gol-exclama él, sonriente.-Además, el árbitro ha pitado penalti.
-Genial-balbuceo, y me dejo caer en el banquillo, en el que enseguida me atiende el señor Harries, el de biología.
-Es una leve torcedura-exclama después de mirarme bien la pierna y moverla en diferentes direcciones.-Te voy a poner una venda, y vas a tener que descansar durante un par de semanas.
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Keep her safe (Nick Robinson)
Fanfiction"Nunca terminas de asumir que no puedes mantener a todo el mundo a salvo, ¿no, Nick?" "Con mantenerte a ti es más que suficiente".