Os dejo una pequeña notita al final de capítulo que necesito que leáis para explicaros algunas cosas de la novela. Muchas gracias y disfrutad del capítulo, que hoy viene cargadito.
Empezó el lunes por la mañana, a la hora de gimansia.
Bueno, en realidad estaba terminando, al menos para mí. La odiosa de la entrenadora Martínez nos había mandado cuarenta vueltas alrededor del campo, a pesar de que ella se dedica todas las clases a poner los pies sobre la mesa y mandarnos cualquier estúpido ejercicio para poder actualizar su perfil en Tinder.
Por suerte, esas duras horas en el gimnasio, quemando las malditas calorías en la cinta (¿por qué los científicos no se dejaban de intentar llegar a la Luna y mejor inventaban un chocolate que no engordara?) me habían servido de algo, y había terminado antes que Phoebe. A mi pobre amiga todavía le quedan tres vueltas e iba prácticamente arrastrándose por el suelo. Le dirigí una sonrisa de ánimo.
Y entonces el teléfono sonó.
Miré el WhatsApp con una sonrisa; Nick ahora tenía Matemáticas y siempre me mandaba un mensaje de socorro en ella, por mucho que tuviera que atender. Quedaban dos semanas para graduarnos y, dentro de nada...el verano. Dulce y añorado verano.
Después, la universidad.
Pero resultó que no era el castaño, si no un número desconocido que me había escrito lo siguiente:
Número desconocido:
Puta gorda
Menuda foca, cariño
¿No te da verguenza ponerte esos pantalones cortos?
Se te ven los jamones que tienes por piernas
Yo:
¿Y a ti no te da vergüenza no saber ni escribir?
Lo que mis pantalones tienen de cortos lo tienes tú de cerebro
Número desconocido:
Hija de puta malparida
Te crees muy guay por estar con Robinson?? Os doy dos días más, cariño. Cuando se dé cuenta del peso que le ha caído encima, te dará la patada en ese culo tan gordo que tiene
Gordo
Foca
Obesa
Ponte a dieta, anda
Cerdita
Oink, oink
Yo:
¿Quién coño eres?
Me estaba poniendo de muy mal humor. Por si fuera poco, estaba en esos días horribles del mes en el que un simple roce puede hacer que te enfades hasta límites insospechados, lo suficiente para querer matar a alguien con cloroformo.
Miré sin ningún disimulo a las personas que había en el gimnasio. Me habían dicho de mis pantalones cortos, así que quien fuera el capullo tenía que estar allí dentro. Pero al menos la mitad de la clase que había terminado estaba usando el móvil. Era imposible averiguarlo.
Seguro que era sólo algún idiota. A veces hacen eso, llamar y molestar a los demás cuando se aburren. Sí, fijo que no era nada más.
-Me muero-Phoebe se dejó caer en el suelo a mi lado y se bebió media botella de un solo trago antes de pararse a respirar.-Quiero matar lentamente con cloroformo a la entrenadora Martínez, ¿te apuntas?
Yo sonreí. Está más que claro por qué somos mejores amigas.
-Me apunto.
-¿Qué, Nick otra vez?-preguntó entonces, señalando a mi móvil, que seguía abierto en WhatsApp.
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Keep her safe (Nick Robinson)
Fanfiction"Nunca terminas de asumir que no puedes mantener a todo el mundo a salvo, ¿no, Nick?" "Con mantenerte a ti es más que suficiente".