MI FUERZA ERES TÚ

10. Agentes de Paz

CAPÍTULO 10: AGENTES DE PAZ

POV PEETA

...

Cargo a Katniss el resto del camino cuando se tuerce el pie al tropezarse. Le pregunto todo el tiempo si se encuentra bien y ella me pide que me tranquilice porque no fue nada grave. Aún así no se resiste a que la esté llevando en brazos hasta que la vea su madre y se asegure que nada le sucedió.

Fue un lindo día y ambos vamos sonriendo y riendo todo el camino.

En ocho días nos casaremos, nos asignarán una casa y viviremos como una pareja real debe hacer.

Cuando llegamos a su casa, Prim está mirando por la ventana y nos abre de inmediato.

-Qué bueno que llegaron. Los estábamos esperando.

-¿Qué pasó, Prim? ¿Quién vino? –Me preocupa ver la expresión de Prim. Katniss también pregunta que sucede.

Ella me pide que entre y una vez en el living nos sorprendemos al ver cuatro Agentes de Paz, entre ellos Darius.

-Buenas noches.

Katniss se aferra más a mi cuello y murmura en mi oído:

-Lo hizo.

Mi madre nos denunció y mi padre estuvo de acuerdo, o no la detuvo. Ahora me alegro de haber desistido de salir del distrito.

-Hola ¿qué hacen aquí?

-¿Qué le sucedió a la señorita Everdeen?

-Mellark. Es mi esposa ahora. –Los Agentes de Paz. –Nos casamos aunque aún no lo digan los papeles. Íbamos corriendo y se torció el tobillo.

Depósito a mi esposa en el sillón pequeño y yo me siento en uno de los apoyabrazos. Busco su mano y la tomo entre la mía.

La señora Everdeen llega a nosotros con más tazas de café y les sirve a los invitados. Al ver a Katniss sosteniéndose el pie le hace algunas preguntas profesionales y le pide a su hija menor que vaya por un ungüento casero especial, vendas y hielo.

Yo mantengo la vista en los intrusos esperando que hablen y Katniss mira alternativamente a los Agentes de Paz y a mí.

-¿Y bien? -Pregunta. – ¿Qué los trajo aquí?

Darius el joven de veintidós años que siempre supo de nuestra historia porque nos veía en el Quemador a veces y conversábamos con él, habla.

-La señora Mellark hizo una denuncia diciendo que tenían planes de escapar del Distrito Doce.

-Ya me lo esperaba. –Reconozco.

-Le dije a mi superior que eso era imposible, que seguramente tu madre lo hacía por despecho. Porque ustedes dejaron muy mal parados a los panaderos con lo de ayer.

Una mujer morocha de unos treinta años habla.

-Muchos creímos lo mismo, pero las denuncias no se pueden ignorar y teníamos que venir a comprobarlo.

-Es ilógico el pensamiento de mi madre. Yo sólo huí de mi casa y la horrible vida que mis padres pretendían para mí. No pensaba escapar del Distrito Doce con Katniss, quiero casarme con ella. Jamás ocultaré a mi esposa de nadie. Ayer nos casamos haciendo la Ceremonia del Tueste y dentro de ocho días nos casaremos por civil. Si quieren pueden ver los papeles, aparece la fecha.

Les doy el sobre que guardé en la mochila de Katniss y ellos lo examinan en detalle.

-Pedimos la fecha hoy. –Agrega mi esposa. –Si pensáramos escapar ¿creen que nos molestaríamos en iniciar este trámite? Hubiéramos desaparecido sin dejar rastro. Como dijo mi esposo, no nos esconderemos, ni huiremos como si hubiéramos cometido un crimen. Nos enamoramos y ahora que estamos juntos iniciaremos nuestra familia casándonos, nos asignarán una casa y viviremos allí por lo que resta de nuestras vidas. Simple ¿no les parece?