14. ¿Bebé?

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CAPÍTULO 14: ¿BEBÉ?

POV KATNISS

La boda es hermosa, sin embargo los votos tal como corresponde no los dicen hasta que hacen la Ceremonia del Tueste en la casa de los Undersee. La Ceremonia es corta sin embargo con los votos se alarga. Le cantamos una de las canciones tradicionales del Distrito Doce.

Gracias a los cuidados de Peeta me levanté más animada y no tan enferma. Pero tampoco se sabe cuándo podrán volver las náuseas. Peeta sonríe de ellos a mí y me rodea desde atrás con sus brazos, mientras observamos como Gale y Madge se reparten el pan y terminan besándose.

Ya está. Se casaron de todas las formas posibles. Cuando el festejo acabe, ellos podrán ir a su nueva casa en la zona comerciante. No sé cuál es la casa, pero estoy segura que su padre le dará una hermosa, sólo espero que no vivan cerca de los Mellark padres o tendrán por problemas por ser nuestros "cómplices" y amigos.

Desde ese incidente con la policía, pasó un mes hasta que Peeta y yo pudimos cruzar la valla para ir el bosque nuevamente en los horarios que no trabajábamos. La señora Mellark esperó un error de nuestra parte durante semanas (según nos informó Cato), la denuncia fue anulada (según Madge) y guardada como prueba para llamarle la atención a ella en caso de que volviera a dar falso testimonio nuevamente.

Nosotros nunca escaparemos del Distrito Doce. Nos amamos y decidimos quedarnos, casarnos. No tenemos nada que temer, u ocultar. Si salimos del distrito es de forma ilegal para mantenernos, pero volvemos nuevamente aquí donde pertenecemos. Además informalmente todos aceptan que yo soy cazadora. ¿Qué harían los Agentes de Paz, sin la carne fresca o frutos que Peeta, yo, y Gale les proveemos? Es un Distrito tan pobre y sin reglas la única manera de ser castigados sería que nos descubrieran huyendo para siempre de Panem. La caza que antes era ilegal ahora es más aceptada por ellos.

La fiesta posterior se desarrolla entre risas, momentos de calma y entretenimiento. Los empleados de la familia Undersee, también se divierten con nosotros. Hoy servimos y organizamos las mesas entre todos. El señor y la señora Undersee podrán ser todo menos egocéntricos y malos. No sobreexplotan a sus empleados, se preocupan por ellos y les pagan bien. Si les preguntas a cualquiera de ellos, hombres o mujeres, están agradecidos por la oportunidad que ellos les dan de trabajar y no te dirán nada negativo de la familia para la que trabajan.

Peeta se fue a jugar a las cartas con Gale, el señor Undersee, los tíos y primos de Madge, Rory, los empleados de la casa a una mesa apartada de nosotras.

Momento exclusivo de hombres. Las mujeres estamos en la otra punta del salón jugando a las damas y al ajedrez, y haciendo torres con otros juegos de cartas, Prim y Madge están compitiendo por quien la arma mejor y cual se mantiene firme por más tiempo. Mamá y yo estamos jugando al ajedrez. Ella me está ganando, porque mi concentración es casi nula, a pesar de saber jugar. Mi madre lo nota y me observa con atención. La madre de Madge acaba de ir a la cocina para traer más comida.

-¿Qué es lo que te preocupa?

-¿Por qué me tendría que preocupar algo? -Pregunto pareciendo inocente.

-Pareces un zombi hija, te cuesta concentrarte en algo por mucho tiempo ¿Crees que no lo noto? ¿Las molestias continúan?

Miro hacia la mesa donde se encuentra Peeta, de espaldas a mí riendo y hablando con los demás, con sus cartas en la mano. Si hablo bajo no nos escucharán.

-¿Podemos hablar fuera? -Pregunto sin apartar la mirada de mi esposo.

-En mi habitación. -Propone Madge. -Quiero mostrarles algo. -Dice en voz más alta.

MI FUERZA ERES TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora