CAPÍTULO 8: FIESTA
POV KATNISS
La noche acaba rápidamente entre bailes, la cena, charlas y felicitaciones.
Cato y Clove lucen felices juntos. Después de la ceremonia del tueste, llegó el novio de Glimmer, como no es tan cercano Peeta y a mí, ella decidió le dijo que lo iría a buscar después que acabará la misma.
A veces me da pena por Cato y Glimmer, pero ambos tenían las cosas claras y siempre supieron que eventualmente se separarían y podrían vivir sus vidas libremente como querían. Y lo harán pronto. Pueden apelar a problemas matrimoniales para excusarse frente a las familias o decir la verdad. Pero eso lo decidirán ellos cuando llegue el momento. Y aparezcan con sus novios de La Veta.
-¿Eres feliz? -Pregunta Peeta interrumpiendo mis pensamientos. Me da un beso en la mejilla.
-Mucho. ¿Tú?
-Eres mi esposa, soy tu esposo. ¿Cómo no podría ser feliz teniéndote conmigo?
-No sé... Tú dirás.
-Me siento muy afortunado de estar casado con usted, Señora Mellark.
-No me digas señora. Me hace sentir vieja. -Bromeo. -Tenemos dieciocho años.
-Bueno está bien. Señorita Mellark.
Arrugo la nariz y Peeta ríe.
-¿Katniss Mellark?
-Eso suena mejor.
Me toma de la cintura y me sienta en su regazo.
Nuestros labios se encuentran, pero no podemos besarnos porque somos interrumpidos por Cato.
-Hey, tortolos. Ya tendrán tiempo para besarse cuando la fiesta acabe.
Lo fulmino con la mirada y me pego más a mi esposo rodeándolo con mis brazos.
-No mires así a tu cuñado. O cambiaré de opinión respecto al favor que les haré hoy.
Veo detrás de él a Glimmer y Clove hablando animadamente de algo. Pero no les presto atención.
Me desconcierta el comentario de Cato.
-¿De qué favor se trata? -Peeta me gana de mano la pregunta.
-Glimmer se quedará con Luke. Una habitación quedará libre así que, Prim y tu madre vendrán conmigo a casa por esta noche, Katniss. Tendrán la noche de bodas que se merecen, chicos. Aunque espero que por la mañana estén presentables, porque ellas volverán. Me da miedo, que a los padres Mellark se les ocurra aparecer por mi casa después de lo sucedido ayer y las vean. No sé si les conviene ir mucho tiempo al bosque, Peeta. Ya sabes, mamá es capaz de poner una denuncia oficial y decir que huyeron del distrito. Y si los Agentes de Paz no los encuentran, las cosas se pondrán difíciles. Procuren volver en el mismo día.
-Gracias, hermano.
-De nada, hermanito. -Dice Cato revolviendo el cabello de Peeta.
-Gracias, Cato. -Digo también sonriendo.
Podremos tener nuestra noche juntos después de estar tanto tiempo separados.
-Se merecen toda la felicidad del mundo. La gente hablará mucho de ustedes, pero no escuchen a nadie. Lo único que importa aquí es que se aman y se eligieron para pasar la vida juntos.
Le sonreímos, y nos abrazamos los tres. Clove se acerca a nosotros feliz y toma de mano a Cato al tiempo que nos desea una buena noche de bodas.
Ella es chica y baja en comparación con Cato, la misma diferencia que yo con Peeta. Los hermanos Mellark tienden a ser altos, aunque Marvel supera en altura y tamaño a los demás. Los tres mantienen un buen estado físico gracias a la actividad deportiva que realizan y los costales que levantan cuando ayudan a su familia. Eso sumado a que Peeta también caza y anda conmigo por el bosque ayuda.
-Yo me debo ir a mi casa, amor. -Dice Clove.
-¿No te puedes quedar más tiempo? -Murmura Cato desilusionado.
-No, ya me ausenté tiempo suficiente y mi familia debe estar preocupada. Pero si quieres puedes acompañarme.
-Está bien, te prometo que cuando todos estos problemas se resuelvan podremos vernos.
-Lo sé y lo entiendo. Espero que este asunto se resuelva por el bien de todos.
-Hermano... Clove. Espero no haberlos metido en problemas por lo que dije, lo siento, no lo pensé. Estaba furioso con nuestros padres por lo que nos hicieron. Sin darme cuenta dije que no era el único sufriendo y es evidente que no pasará desapercibido que hable de ti y Glimmer.
-Peeta, no tienes la culpa. -Lo tranquiliza su hermano. -Ya se nos ocurrirá alguna excusa para que se queden "tranquilos" hasta que la segunda bomba explote y Glimmer y yo seamos libres para estar con las personas que amamos. Lo que tú dijiste sobre mí, no es nada comparado con las consecuencias que traerá lo que haré oficialmente en breve. Glimmer, Luke, yo y Clove somos conscientes de lo que se avecina y lo enfrentaremos, como tú y Katniss hicieron hoy. No te preocupes por nada.
Después avisa:
-Volveré en un rato, sólo me aseguraré que llegue bien a su casa.
Clove y Cato se alejan y salen por la puerta de la entrada tomados de la mano.
Llega una hora más tarde solo, dice que detuvieron en el camino para hablar y por eso demoró.
Poco a poco todos se van yendo y solamente quedamos Cato, yo, mi madre y mi hermana. Mi familia se despide de nosotros y también se van minutos después.
Peeta me toma de la cintura desde atrás y observamos a nuestra familia alejarse. Siento sus labios sobre mi cuello tan pronto como desaparecen de nuestra vista.
-Estamos solos.
-Sí. -Contesto. -Aunque me gustaría ir a la pradera. -Propongo. -Sólo un rato.
-Creí que estarías cansada y no querrías salir de aquí.
-No podría estar cansada, aún nos falta mucho por vivir hoy y me gustaría empezar por ir al lugar de nuestro primer encuentro acordado entre ambos esa noche casi fatídica.
-¿Para recordar viejos tiempos?
-Justamente para eso.
-Bien, te traeré un abrigo.
Besa mis labios y entra a la casa. Yo me quedo en la entrada mientras él busca unos tapados para que no pasemos frío.
Cuando estamos listos nos encaminamos a la pradera. Tenemos una media hora de camino hasta la pradera, pero es una agradable noche para disfrutar de las estrellas y la naturaleza. Después de todo, nuestra primera cita cuando teníamos once años fue en ese lugar un día de primavera como hoy.
☁☁☁
A/N: El siguiente capítulo es el mejor prometo que lo publicaré pronto. Su noche de bodas. ¿Quieren la perspectiva de ambos mezclada, por momentos relata Katniss y por otros Peeta?
Los quiero.
Buenas noches,
Luciana.

ESTÁS LEYENDO
MI FUERZA ERES TÚ
FanficAU Alterno del universo de Panem. Peeta se acercó a Katniss ese día de lluvia cuando ella casi se rindió, le dio los panes y le pidió que se fuera. No sin antes quedar de acuerdo con ella en reunirse al día siguiente para verse y hablar. Desde enton...