MI FUERZA ERES TÚ

16. Embarazada

CAPÍTULO 16: EMBARAZADA

POV KATNISS

Por primera vez tengo pesadillas sobre bebés y niños muertos. No he podido dejar de pensar en lo que supimos en la casa de Madge. Mi madre no confirma nada aún, puede haber un desorden hormonal o las pruebas pudieron haber fallado de todas forma cuando despierto esa mañana estoy decidida a repitir las cuatro pruebas en busca de algún error que me diga que aún no traeré un bebé al mundo. Peeta busca todo lo necesario para hacerlos. Repetimos el mismo proceso en todo en base a lo que mi madre nos dejó escrito en unas hojas. Nos quedamos sentados en el suelo controlando con un reloj cronometro los minutos y segundos que faltan para que los resultados sean visibles. Peeta me lleva a su regazo y me rodea la cintura con sus brazos dejando caer sus manos en mis piernas. Yo sostengo un libro en mis manos. Yo no me concentro pero de todas formas Peeta me lee un libro de poemas, no es de un género especifico, trata muchos temas y esta dividido en partes. El libro pertenecía a mi padre y él siempre decía que lo relajaba, algunos tratan sobre la naturaleza y medio ambiente, otros sobre el amor, algunos sobre la familia y los hijos. Peeta me lee especialemente los de la naturaleza, él me pide que cierre los ojos y me imaginé todo lo que su voz me dice, cada pequeño detalle y traté de encontrar la paz en ello.

Finalmente descubrimos que los resultados dan igual que ayer y nos abrazamos porque en este momento es lo unico que nos da paz.

Por la tarde, llegan mi madre y Madge.

-Lo conseguí. -Avisa Madge feliz. Le pasa a Peeta un test de embarazo digital porque yo estoy sentada rápidamente en el sillón aterrada.

-¿Cuánto te debemos? -Pregunta Peeta. -Estas cosas salen muy caras.

-Nada, chicos. El Capitolio les entrega kits gratuitos a los Agentes de Paz. Y esto se lo pedí a una Agente de Paz amiga. No lo necesita, así que me lo cedió para ustedes.

-¿Te quedarás? -Pregunto.

-Oh, no. Hoy almorzaremos en familia. Mi padre invitó a los Hawthorne a casa. Debo irme. Pero les deseo suerte, aunque no hace falta este test para saber que están esperando un bebé, al menos sabrán cuánto lleva con ustedes. La Agente de Paz me dijo que son muy certeros y eficaces para eso.

Madge se despide de los tres con un beso en la mejilla y abrazos. Siempre fue muy cariñosa, a diferencia de mí que soy más arisca. Y Peeta es amable, divertido, tierno, pero con las personas con las que tiene más confianza. En caso contrario es amable y respetuoso de los espacios personales y algo distante como yo. Madge por el contrario es tranquila, pero saluda a todo el mundo con el mismo entusiasmo, incluso a la gente del Capitolio, más que nada por protocolo. Creo que su padre, siempre le insistió mucho para que se comportará abierta, accesible y a la vez demostrando respeto hacia el otro. Le enseñó como comportarse en sociedad, diplomaricamente, para que cuando llegara su turno de gobernar el Distrito Doce, hiciera un buen trabajo.

Nos quedamos solos con mi madre.

Ella me pide que le dejé ver las nuevas pruebas y me lleva al baño. Peeta nos sigue los pasos pero se queda sentado en el pasillo cuando nos ve entrar.

-No hay dudas. -Contesta mi madre sonriendo. Y tirando las pocas muestras hechas. -Bien. ¿Guardaste orina en el frasco de plástico que te di?

Asiento y le indico dónde lo dejé, estó lleno hasta la mitad. Ella lo busca y llena el recipiente que viene adjunto al test en la caja para después destapar el test y hundir la punta en la orina.

-¿Cuánto demora?

-Cinco minutos. Si quieres sal y quédate con Peeta. Y yo me quedo hasta que el resultado esté.