4. JUNTOS

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Katniss Everdeen abre la puerta, acompañada de Gale.

Madge se adelanta, va hacia Katniss y la abraza para susurrarle algo al oído. Katniss sonríe y asiente en respuesta a algo.

Todo es un alboroto, ya no se qué hacer, ni a quien escuchar. La madre de Allyson y la mía dicen algo de que Katniss vino a interrumpir la boda con su amante como custodio.

Las mando a callar por lo insultante de sus insinuaciones. Aunque fuera cierto, no tienen pruebas para decir eso. Pero todos se callan cuando Madge grita que es su novio. Se va hasta donde está él y se besan. Después Gale se aleja y le dice:

-Lo siento. No la pude retener. Le dije que esperara, pero quiso entrar.

-Ya no importa, amor. –Dice Madge con cariño.

Hasta yo que sé que mantiene una relación con un chico prácticamente a escondidas estoy sorprendido de que sea Gale.

Ambos se alejan y se van a un costado, liberando el pasillo para que Katniss pase. Gale rodea los hombros de su novia con su brazo y la atrae hacia él, como si así pudiera protegerla de las miradas de los demás. Me doy cuenta que todos los celos que sentí durante cuatro meses fueron completamente infundados, a verlo junto a mi mejor amiga y cuidándola de esa forma. Seguramente, a veces, se juntaban los tres para pasar tiempo en el bosque, desde que fui expulsado del círculo.

Mi atención se centra en la persona por la estoy enfrentando a todo el mundo, al hacer por primera vez pública nuestra historia de amor. Ella luce hermosa, su vestido amarillo claro se ajusta a su figura y cae en ondas desde la cintura a sus rodillas.

-Katniss. –Digo en voz tan baja que parece un susurro. Mis ojos están llenos de lágrimas ¿ella me perdonará?

-Peeta... lo... siento... –Katniss está llorando, como yo. Sin dudarlo, me acerco a ella. Acaricio su rostro para asegurarme que ella es real y está conmigo. Ella me rodea con sus brazos, demostrando que necesita tanto como yo.

-¿Desde cuándo estás aquí?

-Desde que estabas contado el "cuento". Madge y Gale me dijeron que esperara hasta que las aguas se calmaran, además quería escuchar lo que tenías para decir.

-¿Y qué piensas?

-Es una historia muy bonita.

-Es nuestra historia. –Completo.

-¿Pero no crees que deberías darle un final?

-No lo sé. Depende de ti. –La miro dudando.

-El príncipe le hizo llegar cartas cada semana sin falta durante cuatro meses a su "princesa", quien las leyó en sus días nostálgicos, pero nunca las respondió. La "princesa" del joven príncipe se dio cuenta del error que cometió al dejarlo marchar. A último momento decidió colarse en la boda y en plena ceremonia tras escuchar a su amado enfrentar a todo el mundo, se convenció que su amor por ella era tan grande, que a él no importaba lo que los demás pensaran, ni perder todo lo que tenía. Entendió que la felicidad de ambos era estar entre los brazos del otro. Que no existía otra realidad o posibilidad. Le pidió una segunda oportunidad y le dijo que entendía si no la perdonaba después de todo lo que lo hizo sufrir con la distancia que ella misma impuso.

-El príncipe se sintió muy complacido de escuchar esas palabras. Le dijo que no importaba lo que ella hubiera hecho en el pasado, porque él también tuvo su parte de culpa. Ella debía perdonarlo, de la misma forma que él la perdonaba.

-Se perdonaron mutuamente.

-Y se prometieron una segunda oportunidad.

-No pudieron contenerse y se besaron, porque se extrañaron tanto...

MI FUERZA ERES TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora