Odio a esa estúpida de Alex. No comprendo como a todos les puede llamar la atención esa pobretona. Siempre está metida en la biblioteca o en sus libros, no socializa, ignora a todos, no tiene una vida y para rematar, sus desapariciones en los fines de semana. Todo mundo creía que iba a hacer algo ultra—mega—wow, pero no, solo va a ser cantinera en un barbucho que se estácayendo a pedazos. Perdí dos fiestas por esa inútil para nada. Y para colmo de males, Terréense, MITerréense, no quiere saber nada de mío desde que ella llego. Siempremirándola de lejos como si la idolatrara, odio a esa zorra.
—Oye, Stacy, ¿crees que sería buena idea salir con Billy esta noche?—dijo Claudia mientras leía lo último en moda.
—Creo que mi respuesta es, no me interesa.—dije más irritada de lo normal.
—Alguien no está de buenas hoy tampoco.—dijo Linsey mientras se retocaba las uñas con rojo intenso
—No entiendo que tiene.—dice Claudia mirando a Linsey—. Tiene varios díasasí, como paranoica por algo.
—¡No hablen como que no estoy aquí zorras!— digo algo molesta levantándome me mi asiento.
Las chicas me miraron un segundo antes de seguir en lo que estaban, pero Linsey no es de las que se tragan su propio veneno.
—Creo que esta así desde que llego la chica nueva.—dijo mirándome de reojo—.Omás bien desde que noto que Terréense la aparto como unos Cachemira fuera de temporada cuando la pobretona llego.
—Me aburren.—dije con pesadez—.Hare que alguien me divierta un poco.
Odio cuando esa zorra se pone en plan, soy muy guay. Por lo menos tengo algo que ella no tendrájamás y es mi trabajo de modelo para la mejor revista de la ciudad. Por mucho que lo deseara, ella no cumplía con los requisitos para ser modelo.Y eso era algo que ni ella, ni la pobretona me quitarían.
Cuando termino mi sección de fotos me dirigí a la oficina de mi padre, que está a solo unas cuadras del estudio, y como siempre estaba demasiado ocupado para escuchar a su hija.
—Lo lamento mucho, señorita.—dijo su secretaria—.Su padre está en una junta privada y no podrá atenderla por hoy.
—A penas son las 6 de la tarde, mi padre sale de la oficina hasta las 8. —dije molesta, pero esta no es la secretaria que normalmente me atiende, es la nueva interna. Por lo que se dedicó a ignorarme.
Sabía lo que pasaba, pero quería verlo con mis propios ojos. Empuje a la chica y camine a paso decidido hasta la oficina de mi padre. Supuse que estaría cerrado, así que utilicé la llave que me dio mi padre en caso de emergencias.¿Porque me dio una copia de la llave de su oficina en caso de emergencias?Ni idea, pero la tengo. Y hubiese deseado no haberla utilizado a la verdad.
Cuando abrí la puerta, me quedé petrificada con lo que vi. Mi padre estaba follandose a su secretaria sobre su escritorio. La muy puta está de espaldas y pidiendo más. La furia, la impotencia, la vergüenza, todos sentimientos que ya conocía, pero esta vez se le añadió la indignación a la lista de cosas que mi padre me había hecho sentir.
—¿Qué diablos haces aquí? —me grito mi padre molesto.
—¿Yo? No lo sé, tal vez vine a hablar con mi padre.—le grite—.Pero él está demasiado ocupado encajándoselo a su puta de oficina como para atender a su hija.—Vocifere a todo pulmón—.Gracias por no atenderme y por demostrarme lo mierda que eres papá, así poder dejar de defenderte cuando mamá diga lo basura que eres.
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a la mierda con todos
Sonstigesnadie puede escoger en que familia nacer, ni que puñeteros problemas les toca solucionar y de el futuro... de eso mejor ni hablemos, no puedo decir que me queje de mi vida, después de todo, Dios le da las más grandes batallas a sus mejores soldados...